Despedida.

19 5 1
                                    

Empiezo todas las veces que te escribo con lo mismo:

"voy a serte sincera", "la verdad es que...", "te amo, pero..."

Así que esta vez vamos a cambiar.

Hablemos de cómo estamos en la actualidad.

¿Qué somos?

Somos dos almas que fingen desconocerse, aunque se conocen más que a cualquier otra.

Dos desconocidos con recuerdos en común, que duelen y dolerán.

Fragmentos rotos que una vez encajaron perfectamente.

Somos cada uno un desastre por separado.

Hacemos de cuenta de que nunca pasó nada,

que no quedan chispas y que no nos amamos.

Qué triste decir que quien fue tu todo ya no es nada.

Y aún más triste comprender que ya no serán.

No entiendo,

simplemente,

no logro comprender cómo es que todo acabó.

¿Cariño en qué momento dejaste de amarme?

Todo terminó,

y yo estoy tratando de olvidarlo.

Buscando dejar de necesitarte,

pero más que nada empezando a amarme.

¿Recuerdas cuando decías que era perfecta?

Dios santo no sabías qué se escondía atrás de eso.

Era una niña llena de problemas.

Nunca pude aceptarme, y llegaste vos.

Podías hacerme sentir bien con un te amo.

Y creías que era perfecta, mi cielo.

¡Qué bien me hacía eso!

¿Recuerdas cuando dijiste que estabas enamorado de mí?

Sigo sin comprender de qué te enamoraste.

Pero vaya que te agradezco que lo hayas hecho.

A vos y a quien sea que te haya cruzado en mi camino, agradezco.

Porque seamos sinceros:

me hiciste tan jodidamente bien.

Amor mío, fueron los mejores meses de mi vida.

Desde que nos conocimos, 

porque con nuestra amistad yo era feliz y no lo sabía.

Pero hay que admitir una cosa:

fuiste quien peor me hizo también.

Me destrozaste tanto hasta dejarme sin ganas de seguir.

Eras capaz de agarrar mi corazón y con él hacer lo que te plazca.

Lo rasguñabas y agrietabas hasta que no daba más.

Se rompía y sangraba.

Dolía tanto que ardía,

ardía hasta el punto de llegar a los ojos y desbordar por el abismo gotas de agua y sal.

Así es, mis tan conocidas lágrimas.

¡Mierda que hiciste provecho de ellas!

Lloré hasta creer que estaba seca y aún así sentí dolor.

Versos rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora