IX

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Los días habían pasado luego de esa pesadilla y finalmente era el día de la fiesta, pero había tres problemas:

El primero, mis amigos aún no me hablaban, y eso dolía porque teníamos la tradición de estar todos juntos a medianoche.

El segundo problema es que aún no terminaba la máscara ni el vestuario de Pan, ni de arreglar el claro en el que sería el baile.

Y el tercer y más grave problema, es el hecho de que no tengo ni idea de que ponerme, ya que usualmente es Linsey quien me da ideas, pero este año estoy por mi cuenta.

De todas formas no había tiempo para preocupación, debía terminar el traje de Pan que consistía en un pantalón y un chaleco de color gris a rayas negras, sobre una camisa verde y una corbata verde y café. Eso iría a juego con una máscara con apariencia de hojas. Y luego de terminar esto debía hacer el mío para luego correr al bosque, darle su traje al niño perdido y luego arreglar todo el claro donde sería la fiesta, debía colgar luces y terminar de adornar. El lugar estaría decorado como un pequeño punto donde el otoño ya había llegado, con flores y hojas secas,  y colores cálidos adornando todo.

Media hora después término su traje y me decido por empezar el mío, pero como no se me ocurre nada bajo a la cocina a buscar algo dulce que comer y así inspirarme. Al llegar ahí mi madre y Emma están comiendo helado.

-Que rico, ¿queda algo para mi?

-Sirvete - dijo mi madre.

Tome el pote, una cuchara y les guiñe un ojo antes de irme.

Al llegar al cuarto, tan sólo puedo detenerme a ver el vestuario de Peter, y recuerdo las flores silvestres... Tal vez, si hacia el mío a juego del de él y lo decoraba con flores silvestres en mi cabello... Tal vez así no quedará tan mal.

Comienzo tomando un vestido que ya tenía, uno blanco y de tela suave, un tul gris y uno verde, para darle volumen por debajo de la falda real, un cinturón café para la cintura y a eso le agregó unas flores, pegadas dentro del cinturón, trenzandose con él.

La máscara, muy parecida a la de Pan, tiene hojas, flores silvestres y detalles de hilo trenzado y brillante, a juego con mi pelo.

Me visto y maquillo para luego pegar un grito al ver el reloj, no tengo más que unos pocos minutos para correr al bosque, darle su ropa a Pan y arreglar el lugar.

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Luego de correr de un lado a otro sin parar, finalmente terminé de arreglar todo.

La fiesta había comenzado hace unos pocos minutos y me costó encontrar a Pan, se  veía guapo con el traje que le hice y su sonrisa elegante. En cuanto me encontró con la mirada me hizo un gesto con la cabeza y me sonrió.

-Buenas noches -dije mientras me paraba junto a él y miraba hacia la  pista, él  me miró  y casi pareció sufrir mientras se paraba en frente mío y extendía la mano.

-Ven, bailemos -dijo y al ver que me quedaba helada de la impresión él mismo tomó mi mano y me arrastró a la pista de baile.

Empezó a sonar una canción lenta y él me tomó de la cintura.

-No te ves mal - susurro junto a mi oido, haciéndome sonreír.

-Lo tomaré como un cumplido -dije, con una sonrisa en la voz mientras ponía mis manos al rededor de su cuello, sintiendo su pelo entre mis dedos.

Él sonrió haciendo su cabeza hacia atrás, llevando mis manos de su pelo, casi instintivamente lo comencé a acariciar, peinar y tirar de él, Peter casi que ronroneaba.

-Eres como el gatito que solía tener -dije, captando su atención.

-No te puedo imaginar con un gato, te imagino más con un perro grande...o un zorro -dijo, haciendo una clara referencia a la película animada de Robín Hood,  sacándome una sonrisa.

-Eres comiquísimo, para ser un niño de 12 años inmortal -me burlé yo.

-Uh, golpe bajo, pero creo qué es lo más arriba que llegas -se carcajeó.

Iba a replicar pero antes de decir palabra él me tomo de la mano y me hizo girar, evitando otro pequeño ataque, ¡ja! Soy muy buena en...ugh, va contra mí eso.

Los Nuevos HéroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora