El Honor De Ronald Weasley

Los Misterios Desentrañados y la Revelación de Malfoy

La época de exámenes había llegado, y aunque la tensión estaba presente en cada rincón de Hogwarts, también se percibía un aire de alivio, como si todos los estudiantes estuvieran un poco más relajados después de enfrentar las pruebas. Algunos incluso organizaban pequeñas fiestas clandestinas en sus habitaciones para celebrar.

Pero para Hermione, los exámenes eran solo una distracción pasajera. Su mente y su corazón estaban ocupados por Ron, quien yacía en una cama de hospital. Controlaba sus emociones, sus pensamientos y cada minuto de su día. En su estado inconsciente, Ron era el epicentro de su mundo, y ella deseaba estar a su lado sin descanso.

La noche había caído sin que Hermione lo notara, mientras Ron seguía sedado en su cama. Ella observaba su rostro, tranquilo y apacible, lo que la hacía sentirse profundamente enamorada de él. Se preguntaba cómo sería el calor de un abrazo de la persona que amas y ansiaba pasar el resto de su vida junto a su pelirrojo.

Sin embargo, los efectos de los somníferos comenzaron a desvanecerse en Ron. A pesar de su estado inconsciente, podía sentir la presencia de Hermione y el dulce aroma a vainilla que siempre la acompañaba. Al darse cuenta de lo que había hecho, Ron comenzó a llorar en silencio, reprimiendo su dolor sin abrir la boca, lo que angustiaba a Hermione. Él sufría y ella se sentía impotente al no poder hacer nada para ayudarlo.

Hermione salió al pasillo en busca de ayuda, pero no encontró a nadie. Las lágrimas habían cegado sus ojos antes, pero ahora era la ira la que la impulsaba. Quería obtener respuestas, especialmente de Draco Malfoy, quien, según los rumores, estaba en un estado similar en otra parte del hospital.

Herminone estaba dispuesta a arrancarle la verdad a Malfoy, incluso si eso significaba usar la fuerza. Si él tenía alguna responsabilidad en la condición de Ron, lo haría pagar por ello. Estaba decidida a descubrir la verdad, cualquier verdad que pudiera llevar a la recuperación de Ron. Porque cada vez que veía a Ron feliz, Malfoy parecía aparecer para sembrar la discordia y la tristeza, lo que la hacía sospechar de su papel en todo esto.

Cuando se encontró frente a la puerta de la habitación de Malfoy, no dudó en patearla con rabia. La luz iluminó su rostro decidido y enojado. Sus preguntas eran directas y llenas de furia.

—¿Qué demonios hiciste esta vez, Malfoy?

Malfoy había estado rodeado de atenciones y privilegios especiales en el hospital debido a la generosa contribución de su padre. Sin embargo, ver a Hermione entrar en su habitación lo llenó de temor. Sabía que estaba en peligro.

Hermione continuó su interrogatorio, acusando a Malfoy de hacer sentir miserable a Ron de manera constante. Le gritó y lo amenazó, pero Malfoy permaneció en silencio. Aunque Hermione lloraba desconsoladamente a los pies de su cama, él no mostraba remordimientos ni intenciones de hablar.

Pero, inesperadamente, Malfoy rompió su silencio y confesó.

—No pensé que terminaría así —murmuró, observando a Hermione con ojos enrojecidos.

Ella se sorprendió por su respuesta, pero no sabía si debía creerlo. Además, lo vio mirándola de una manera desagradable y lasciva. A pesar de su enojo, Hermione no quería que él la deseara en su estado actual. Se cubrió con una bufanda, pero la ira volvió con fuerza cuando lo vio deseándola de esa manera.

—Eres un maldito animal —le espetó. Luego le hizo una falsa promesa—. Si me dices qué le hiciste a Ron, no habrá consecuencias.

Malfoy no la creyó y comenzó a llorar. Tenía moretones por todo su cuerpo, lo que indicaba una violenta confrontación con Ron. Hermione se preguntaba qué había ocurrido exactamente y cómo involucraba a Ginny, Harry y a ella misma en todo este asunto.