Desgarradora Conversación

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Las frías y envolventes paredes del Hospital San Mungo ya no perturbaban a Hermione. No la asustaban, no la hacían sentir como una extraña; había estado en este hospital en suficientes ocasiones como para no temerle. En comparación, los hospitales muggles eran mucho peores: la atención era deficiente y siempre había personas llorando. Pero en San Mungo, los decibeles parecían desvanecerse, los ruidos se convertían en ecos lejanos.

Como de costumbre, la señora tras el mostrador la hizo firmar mientras hablaba con el director. Hermione conocía de memoria el camino hacia la habitación de Ron; lo había recorrido mentalmente innumerables veces.

Miró detenidamente su nombre pegado en la puerta, y sin lugar a dudas, era el nombre más dulce y varonil del mundo.

Se detuvo por un momento antes de entrar, respiró profundamente, deseando mantener la calma al enfrentar a Ron. Recordó cómo Ginny había escrito sus nombres juntos, "Ginevra Molly Potter". Le hizo sonreír y pensar en la dulzura del amor. ¿No debía ser maravilloso dejarse llevar por esos sentimientos?

"Hermione Jean Weasley" era un nombre que llenó su corazón de alegría.

Con paso firme, entró en la habitación. Ron estaba sentado con la cabeza entre las rodillas, y a su lado estaban su madre y Percy, mirándolo con pesar. Cuando la vieron, sonrieron.

-Hermione está aquí - murmuró Percy.

Ron, que estaba sentado, abrazó sus rodillas y comenzó a llorar, ocultando su rostro. Sus familiares suspiraron; había vuelto a llorar. Era inútil hablar delante de su madre y su hermano. Por eso, Hermione les pidió:

-Necesito un momento a solas.

Nadie protestó, ya que habían estado en el hospital durante todo el día y necesitaban un descanso. Se dirigieron a la cafetería en busca de algo de comida y dulces para Hermione, como muestra de gratitud por ser tan dulce con su hijo en estos momentos difíciles.

Una vez que cerró la puerta, la habitación quedó en completo silencio, excepto por los gemidos de Ron. Hermione lo observó durante un momento antes de hablar.

-Ginny no está esperando un hijo de Harry.

Pero no hubo respuesta. Quizás no lo había escuchado, o tal vez no le creyó, ya que ella misma tenía sus dudas.

Entonces, Hermione se acercó y puso sus manos entre el cabello rojo de Ron. Él evitó su mirada, estaba enrojecido, con los ojos cerrados, ceño fruncido y una expresión de dolor en el rostro. Hermione repitió su afirmación tres veces más, pero aún no obtuvo respuesta.

Finalmente, un suspiro escapó de Hermione mientras caminaba por la habitación, pensando en qué más podría decir. Debió de haber transcurrido al menos diez minutos antes de que Ron se calmara y ella comenzara a llorar en silencio. Un gemido escapó de sus labios, lo que hizo que Ron se detuviera en su llanto.

-Yo la vi - dijo de repente.

Esas fueron sus primeras palabras en una conversación desde que había perdido la cordura. Hermione entendió que su estrategia estaba funcionando, así que, resistiéndose al impulso de hablar rápido, continuó con un tono dulce.

-Lo hizo por amor. Harry nunca se habría atrevido a tocarla si hubiera sabido cuánto te haría sufrir - afirmó, pero Ron no respondió. - Él no te traicionó. Lo hizo por amor. Ginny sabía lo que estaba haciendo.

-Ron la miró, y con la cabeza aún entre las piernas, comenzó a hablar.

-Me traicionó.

-No, no lo hizo. Ambos estaban en pleno uso de sus facultades mentales. No se arrepienten porque se aman.

-¡NO SE AMAN! - Gritó Ron.

El grito llenó la habitación y Hermione retrocedió, asustada. Cubrió su pecho con las manos, ocultando el latido de su corazón.

-¡SÍ SE AMAN! - Respondió ella, tratando de igualar la potencia del grito de Ron, aunque no lo consiguió.

Ron se llevó las manos a la cabeza, se agarró del cabello y ocultó su rostro entre las rodillas.

-Estúpido Malfoy - comenzó Hermione a pensar en voz alta. - ¿Qué te habrá hecho? Si tan solo pudiera saberlo, le partiría la maldita cara. Cómo te atreves a decir que Harry no ama a Ginny, todo el tiempo me encuentro con cartas que él le da, escriben sus nombres en cada papel que encuentran, son la pareja más linda que haya visto en mi vida entera, les envidio esa química que tienen. Dudó un momento, y luego decidió que no importaba si lo decía o no. - ¡Cómo quisiera tener algo así contigo!

-¡NO ME Vengas CON ESAS MENTIRAS! ¡VE Y CONFIESA TU FALSO AMOR CON MALFOY!

-¡CÓMO PUEDES ACUSARME DE ESO!

-¡TÚ Y GINNY NO SON OTRA COSA QUE UNAS RAMERAS! ¡CON MALFOY! ¡CON EL MALDITO HURÓN QUE TANTO DAÑO NOS HA HECHO! ¡TANTO DAÑO TE HIZO A TI!

-¡QUÉ DEMONIOS TENEMOS QUE VER CON MALFOY!

Ron volvió a llorar, esta vez con más desesperación. Hermione se sentó, exhausta, después de gritarle y ahora lo hacía para tratar de entenderlo.

El Honor De Ronald WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora