Ese mayordomo, sintiendo

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||Narra Sebastián||

Sintiendo pena por el hecho de que la situación se trataba de él dándome de comer en la boca, con duda probé dicho bocado de la cuchara que había estado usando para alimentarse, cuando la comida con el leve toque de su sangre entro en contacto con mi lengua pude percatarme de todos los sabores de la comida que yo había hecho junto al sabor de su alma, él sonrió al darse cuenta de que lo que estuvo suponiendo era cierto, yo solo me sorprendí por ello. Sin embargo, hubo algo más, sentí que había obtenido un poco de energía como cuando comía un alma para estar en buenas condiciones, mi hambre que había permanecido dormida despertó creando lo impensable: un gruñido resonando desde mi estómago.

Vaya, así que incluso tú puedes crear esos sonidos tan penosos, es gracioso viniendo de ti Sebastián-. Su expresión burlesca no me causo gracia alguna, estaba molesto y apenado por los inexplicables comportamientos provenientes de mi propio ser.- Ve a la cocina y sirve un plato para ti, hoy cenaras conmigo y por si deseas negarte, es una orden.

Como diga, en un momento vuelvo bocchan-. Me levante de la silla teniendo un lío en la cabeza respecto a todo eso, nuevamente estaba teniendo una necesidad humana a causa suya y eso me estaba haciendo sentir extraño, confundido y la vez emocionado, interesado en experimentar más de lo que me era desconocido.

Regrese con un plato para mí junto a una copa ya que de lo poco que podía saborear que no fuesen almas eran las bebidas que contenían alcohol, él tomo el cuchillo mientras yo servía vino para ambos, corto la palma de su mano para que una suficiente cantidad de sangre cayese sobre mi comida. Tome asiento mientras él esperaba a que su herida cerrase, ya que al ser demonio tenía cierto grado de regeneración, él regreso a su asiento de nuevo y con una pequeña señal me indicó que comiese mientras él continuaba con su propio plato.

El sabor de la comida esa noche fue tal que no podía compararla con nada de lo que hubiese probado durante todo el tiempo que llevaba existiendo, el sabor de lo que yo preparé, condimentada con el ligero sabor de su alma, era tan surrealista que simplemente no quise creer que realmente me encontraba en dicha situación: ambos cenando en la misma mesa acompañados de un silencio agradable, pero sentía que no era correcto, no si se suponía que yo solo era un simple mayordomo.

Una vez terminamos de cenar serví el postre, donde al igual que con la cena también le añadió un toque de su sangre para que yo pudiese consumirlo, en ese momento supe que había preparado algo muy dulce, por lo que podía preguntar algo obteniendo una respuesta totalmente honesta.

Bocchan ¿Es correcto que yo, un simple mayordomo, tenga este tipo de convivencia con usted?-. Esa era mi mayor duda en ese preciso instante, esto ya no era lo normal entre amo-mayordomo, sino algo mas similar a una ¿pareja?, ni siquiera yo podía imaginar algo así pero era a lo que mas parecía asemejarse.

Sebastián... ¿A ti te molesta acaso que nuestra convivencia se tornara de esta manera? Porque si es así podemos volver a lo de antes pero te diré algo, a mí me es muy agradable el que nos llevemos así de bien, ya que si estaremos por la eternidad juntos es mejor poder estar cómodos con la presencia del otro y que podamos estar en paz-. Le vi sonrojarse al decir eso, me dejo pensando su respuesta, yo en verdad no me sentía molesto, no me era desagradable el llevarnos tan bien, tan solo me hacia sentir confundido pues jamás había sentido tantas sensaciones nuevas en tan poco tiempo.- Deje de sentir que te estaba aprisionando cuando comenzamos a llevarnos bien, si estas conforme y satisfecho de seguir sirviéndome a pesar de que será para siempre entonces me da cierta alegría ya que eres el único que permanecerá a mi lado con el pasar del tiempo al final de cuentas... El postre fue tan delicioso esta vez que estaría encantado de comer un poco más, pero por esta noche es suficiente, muchas gracias.

Me quede tan centrado en sus palabras que cuando agradeció la comida y se retiró del comedor yo no me di cuenta.

Otra vez la emoción e interés de permanecer a su lado para ser sorprendido y maravillado por sus actos me embargaba como lo había hecho durante los últimos meses en los que comenzó a ser demonio y como lo hacía cuando deseaba cumplir su venganza.

Limpie todo una vez termine mi propio postre con el toque de su sangre y me dirigí a su habitación, toque la puerta siendome permitido entrar de inmediato. Al entrar y cerrar la puerta vi que él dormiría sin pijama, justo como aquella noche fría donde fui capaz de dormir por primera vez.

Una idea fugaz salió de mis labios sin permiso.

Conozco la osadía de mi caprichosa petición pero ¿Puedo recostarme junto a usted para ver si puedo volver conseguir experimentar eso llamado dormir?-. Estuve por retractarme de lo que pedí cuando el bocchan usando un tono despreocupado accedió a cumplir mi petición pero hubo una condición: debía usar alguna prenda ligera para dormir ya que siendo verano el calor de mi traje afectaría su sueño.- Entiendo mi señor, usare algo más adecuado para poder acostarme junto a usted.

Salí de la habitación dejando que se pudiera ir acomodando ya en su cama mientras yo pensaba en que usar, llegue a la conclusión de que dormir en las mismas condiciones que él: con solo ropa interior. Era lo más adecuado pero a la vez muy osado, en un segundo ya me encontraba en dicho estado a pesra de mi pensamiento de que era indebido, toque la puerta y diciendo "con permiso" entré. Pude ver que mostró un leve sonrojo en sus mejillas cuando me vio, rápido se acomodo de lado dandome la espalda mientras señalaba el lado de la gran cama que estaba desocupado para que yo me acomodara en el, así lo hice.

<-~×∆×~->

La habitación estaba oscura, ya había pasado un tiempo desde que él se quedó dormido. Yo estaba manteniéndome despierto como podía, por que en cuanto me acomode a su lado, la sensación de querer cerrar​ mis ojos se hizo presente, mas no deseaba hacerlo, no aún por lo menos. Quería saber porque sentía nuevamente interés en estar a su lado sirviéndole.

Aprovechandome de que podía mirarle tan cercas, y siendo vulnerable en ese momento que se había girado en mi dirección dejándome ver su rostro durmiente, por un momento recordé algo que podía realizar y que era una muy normal necesidad humana. Claro que solo la usaba para conseguir información de manera fácil, me pregunté si tal vez podía hacer lo mismo con él, por su puesto que en el momento que pensé eso descarté ese pensamiento rápidamente y sentí como algo similar a la culpa me embargaba.

Preguntarte tales cosas en voz alta puede ser perjudicial si me despertaba Sebastián, oh espera, estoy despierto ¿algo que decir en tu defensa demonio pervertido?-. En ese instante sentí algo similar al temor cuando escuche la voz del bocchan hablar en voz baja pero burlona, yo no me había percatado de que me cuestione si podía sacarle información con actos carnales en voz alta, así que no tenía como defenderme.- En caso de que quieras saber algo es mejor que me des algo muy dulce, suelo responderte honestamente una pregunta seria cuando lo haces, no tienes que recurrir a actos tan bajos... así que duérmete de una vez y deja de pensar en cosas como esas demonio idiota.

A pesar de sus palabras sentí que su cuerpo emanaba más calor y su corazón latía con fuerza, lo que yo me cuestione le afecto de alguna manera cuando lo escuchó.

Mis bajos instintos me hicieron sentir impulsos por intentar algún acto carnal con él, no me resistí y lo hice, o por lo menos eso traté.

Se había volteado, dándome la espalda que estaba sin cubrir por la fina sábana que estaba sobre las piernas de ambos, eso me dio la oportunidad de abrazarlo de manera que podía esconder mi rostro en su cuello y así comenzar a olisquearlo a placer. Sentir que se estremecía entre mis brazos y decía mi nombre, no con temor, sino con mera sorpresa y en susurro fue demasiado, podía sentir con seguridad que eso podría ser peligroso, pero no para él, sino para mí, quizás para ambos y para mi propia razón y juicio. Pero a pesar de ello seguí rozando con suavidad mi nariz contra la piel de su cuello, y siendo sincero, el mero hecho de sentir su espalda desnuda contra mi pecho, también desnudo, me dejaba sentir la enorme calidez que su cuerpo producía.

Mas aquella calidez me hizo darme cuenta de que había cometido una falta imperdonable, yo mismo había terminado por cruzar la línea de amo-mayordomo, rápido me aleje de su cuerpo y me senté a la orilla de la cama cubriendo mi rostro ¿Qué me estaba ocurriendo? ¿Por sentía tantas cosas humanas si yo era un desalmado demonio que se suponía estaba atado a un niño que por suerte se había salvado de su destino como mi cena?

Kuroshitsuji: BoF (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora