Hora De Ligar, Chicas. © [1ª temporada] [Completa]

Capítulo 7: Hora de conquistar, chicas.

JASMINE

Tocaba despertar del sueño en el que nos habíamos metido, la fiesta.

¿Y cómo? Volviendo a clases, y volviendo a tener un policía delante de nuestras narices.

—¿Qué clase de acoso es éste? —dice Lia cruzándose de brazos indignada.

—Debéis estar muy desesperados si venis a nuestra clase para interrogarnos —digo yo en el mismo tono.

—¿Qué quiere agente? —dice Katherine dando un paso hacia delante.

Por suerte todos los de la clase han salido del aula.

—No sé cómo lo habéis hecho —dice él pasando la vista por cada una de nosotras —Pero han desaparecido pruebas muy importantes, hablad ahora o tendré que sacar conclusiones por mi cuenta.

¿Qué?

—¿Está insinuando que hemos sido nosotras sin tener pruebas? —Katherine le reta con la mirada.

—No lo sé, dímelo tú —gruñe él.

El timbre suena interrumpiendo el reto de miradas que se había creado entre esos dos.

—Chicas, vámonos —Katherine toma sus cosas sin apartar su mirada del agente, y la seguimos para salir del aula.

Miro hacia atrás mientras avanzamos para asegurarme de que ese agente no nos sigue, cuando veo que no, resoplo.

—¿Qué demonios ha pasado con las pruebas? —digo nerviosa.

No sé por qué pero todas esperamos que Katherine abra la boca y responda, pero no lo hace, en lugar de eso nos detiene y señala a un chico bastante mono que hay abriendo su taquilla.

—¿Véis a ese pivón de allí? —dice sonriente —Se llama Francis Cuper, y es mi próximo ligue.

—¿Francis Cuper? —Lia frunce el ceño —Ese no me lo he tirado, todo tuyo.

—Lia, ¿hay alguien en toda la universidad al que no te hayas tirado? —digo rodando los ojos.

—¿Qué hay de malo en eso? —se cruza de brazos —Aquí hay millones de pollas esperando meterse entre mis piernas.

Mejor no contesto a eso.

—Chicas, necesito que me ayudéis —nos interrumpe Katherine —Realmente me gusta, y no sé cómo hacer que se fije en mí.

—Yo tengo una idea —dice Samantha —La mejor forma de conquistar a un chico, es invitándolo a una fiesta.

—Cierto, bebidos son más vulnerables —apoya Lia.

En ese momento me percato de que Amy no ha abierto la boca en toda la mañana para soltar alguna de sus locuras, me volteo para mirarla y la encuentro mirando su móvil.

—Chicas, tengo que ir al aseo —digo disculpándome —Amy, ¿me acompañas?

Ella deja de mirar el móvil y clava su mirada perdida en la mía, tras unos segundos de silencio, asiente con la cabeza y me acompaña.