KATHERINE
Estoy acostumbrada a las mudanzas, prácticamente me he pasado toda mi vida mudándome de casa. Nunca me ha importado, porque siempre he seguido una pauta: una casa, no es un hogar. Me explico, un hogar, es un refugio al que acudes para protegerte de la mierda de vida que hay fuera de esas paredes, en cambio, una casa, es un simple edificio en el que comes, duermes, te duchas, guardas el dinero robado, te follas a unos cuantos universitarios, y por último, cagas.
El problema, es que ahora no estoy en mi casa. Vale, no era mi casa desde un principio, pero la cosa es, que ahora he tenido que venirme a vivir con Samantha.
—¿Cómo vamos a hacer eso? —dice ella mientras me meto en la cama.
—Ahora no, mañana lo pensamos —respondo apagando la luz de la habitación.
Ella vuelve a encenderla y eso me saca de mis casillas.
—No estamos hablando de infiltrarnos en una fiesta y robar pegándole un botellazo a todo el que se nos cruce —gruñe ella —Estamos hablando del jodido alcalde.
Resoplo y pongo los ojos en blanco para voltearme en la cama y mirarla.
Su pelo castaño está esparcido por toda la almohada, eso me distrae y tomo una de sus ondulaciones entre mis dedos.
—¿Confías en mí? —murmuro mirándola.
Ella frunce el ceño.
—Para confiar en tí, tendría que conocerte, y hace unas horas hemos descubierto que esa casa no era ni tuya —se queja.
Mierda.
—Vale, quizás se me pasó contaros ese pequeño detalle —admito.
—¿Pequeño? ¡Joder Katherine! ¿Desde cuándo meterte en una mansión más grande que el culo de mi abuela Josefa es un pequeño detalle? —gruñe de nuevo —Gracias a esto, me he dado cuenta de que no sé prácticamente nada de tí, ni yo, ni las demás.
Samantha me va a suponer un grano en el culo.
—Tienes razón —reconozco y la miro a los ojos —Prometo contarte todo lo que quieras cuando acabe todo esto —digo acercándome a ella y acariciando su mejilla —Pero ahora la prioridad es que esas pruebas no salgan a la luz, y tanto tú como yo, sabemos por qué.
Ella traga saliva nerviosa.
—Si hubiera sabido que habían cámaras... —murmura —No habría estafado a ese idiota.
—Aún no entiendo cómo diantres conseguiste que te diera todo el dinero de la caja —digo sorprendida.
Ella se sonroja y toma mi mano apretándola.
—¿Me prometes que no contarás esto si te lo digo? —dice avergonzada.
—Lo prometo —digo apretando su mano también.
Flashback Samantha
Era el momento de aplicar mi nuevo personaje, iba borracha, estaba medio drogada, y todo daba vueltas.
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Hora De Ligar, Chicas. © [1ª temporada] [Completa]
HumorPasos para ser una chica normal: NINGUNO. SOLO TIENES QUE SER TÚ. Cinco chicas, cada una con distintas personalidades, se ven envueltas en problemas con la policía por delitos de robo. Amy Winzerberg, es la chica más adorable que puedas conocer, es...