Hora De Ligar, Chicas. © [1ª temporada] [Completa]

Capítulo 13: ¡Ostia puta, que hay examen!

SAMANTHA

Mi abuela estaba volando por el cielo mientras se tiraba pedos, al parecer los pedos los usa como propulsor y puede volar. Yo intento tirarme uno para ver si vuelo, pero entonces, la voz de Jasmine me despierta.

—¡Hija de puta! —me empuja y me tira de la cama —¡¿Pretendes matarme de asfixia?!

Me levanto del suelo frotándome un ojo y gruñendo por el brusco golpe que me he dado, cuando abro los ojos y veo a Jasmine mirándome enfadada, yo pongo los ojos en blanco.

—Quería volar, ¿vale? —rechisto.

—Eres idio...

La alarma de un móvil suena, Jasmine frunce el ceño y lo toma al reconocerlo como suyo.

—¿Qué día es hoy? —murmuro cansada.

Jasmine no me responde porque se ha quedado petrificada mirando el móvil, lo cual me hace fruncir el ceño y arrebatárselo para ver qué es lo que pasa.

Cuando lo leo, me quedo igual, o peor que ella:

Mañana, empiezan los exámenes iniciales.

—Hay que aplicar el código 401 de la amistad —murmuro.

Jasmine sale de su bloqueo mental y me mira extrañada.

—¿Qué código ni qué cojones?

—El código 401 indica que en caso de olvidar cualquier examen, tu mejor amiga que no tenga, deberá ayudarte de cualquier forma —digo mirándola.

—Creo que deberías seguir durmiendo —dice ella.

—Debemos avisar a las demás, llamaré a Lia —digo levantándome para coger mi móvil.

LIA

¿Sabéis las escenas románticas que despierta primero uno y se queda mirando la cara del otro mientras duerme?

Bueno, pues no es mi caso.

Amy está de espaldas a mí, y lo único que veo, es una maraña de pelo frente a mí. Pero tengo una idea.

Me acerco a ella lentamente, retiro su pelo a un lado para poder tener mi objetivo visible, con la mano deslizo su camiseta desde el hombro hacia abajo dejándome a la vista su lado izquierdo del cuello.

Me acerco con sigilo hacia la zona lista para morderla...

—Ni se te ocurra —es lo último que escucho antes de que me tumbe en un ágil movimiento contra la cama y ella se pose sobre mí.

Trago saliva al ver que sus manos han tomado las mías contra las sábanas, esto es mucho mejor que mi idea inicial.

—No sabía que fueras Christian Grey —digo burlona al ver que sujeta mis manos por encima de mi cabeza.

—Por si acaso, no me provoques —gruñe contra mí.

—¿Qué harás si te provoco? —la curiosidad acaba de hacer que deje de bromear y la mire con una ceja elevada.