Capítulo 18: Resultado de la ecuación.

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AMY

Notaba mi corazón latir fuertemente mientras los segundos pasaban, mientras el silencio rodeaba e invadía la estancia, y mientras sentía la mirada de Lia posada en mí.

Y es que estaba tan nerviosa, que parecía que el oxígeno se estaba escapando de la casa.

Lia era la única capaz de ponerme así, me intimidaba, me acorralaba, me sofocaba, y por supuesto, me cabreaba hasta niveles que no concebía posibles.

Lia era un incendio, y yo quien tenía que apagarlo antes de que me quemara con solo tocarme.

Así que eso hice, decidí actuar natural, como si estuvieran los padres de Samantha y hubiera que recoger lo ensuciado.

—Yo me encargo de recoger  las palomitas, quita tú todos los cables de ahí —le señalo a Lia mientras me dirijo al sofá para coger los cuencos sin rastro de palomitas.

Error grave, acercarme al sofá.

Cuando me volteo con el bol vacío, me encuentro con Lia pegada contra mí, me toma unos segundos mirar sus ojos castaños.

—¿Qué te ha dicho Juliet? —dice seria.

Con que era eso lo que quería.

—¿Por qué la has invitado? —contraataco.

Ella se acerca más a mí, mira el bol que sostengo en mis manos, y me lo quita tirándolo hacia atrás y haciendo que resuene por encima del silencio y la tensión que hay entre las dos.

—No tengo mucha paciencia, y menos si estoy hablando contigo tan cerca —gruñe clavando su mirada en la mía —Dime qué te ha dicho, Amy.

—¿Lo quieres saber? —digo sintiendo un nudo en la garganta —Bien, pues haré de intermediaria en esta historia en la que solamente soy una más —mis ojos se humedecen al decir eso y Lia frunce el ceño —Juliet siente algo por tí, y está claro que tú por ella también, así que ya está, puedes empezar esa historia que nunca dejaste que se escribiera.

Lia abre los ojos sorprendida por mis palabras, yo me indigno al ver que no dice nada y decido apartarme para recoger el bol del suelo.

—Hay un motivo por el que no dejé que se escribiera —dice cogiéndome del brazo y deteniéndome.

Su mirada castaña se funde con la mía en una intensa mirada cargada de sentimientos.

—Una chica —murmura sin dejar de mirarme —Iba caminando por los pasillos con la cabeza siempre agachada, como si se escondiera de los demás —su mano se alza y toma un mechón de mi cabello para colocarlo detrás de mi oreja —Una chica que chocó conmigo, y solo entonces levantó la mirada que camuflaban sus gafas —sonríe de lado mientras acaricia mi mejilla y a mí se me para el corazón —Iba a reñirle por no mirar por dónde andaba, pero sus ojos marrón claro me dejaron sin palabras, y simplemente me limité a ver cómo se disculpaba y se iba camuflándose detrás de sus gafas otra vez.

Trago saliva mientras Lia retira la lágrima que he dejado escapar.

—Esa chica eras tú Amy —susurra —Y por tí, no dejé que esa historia tuviera un principio, porque después, no dejé de pensar en tí —no puedo evitar llorar aún más mientras ella toma mi cara entre sus manos.

Hora De Ligar, Chicas. © [1ª temporada] [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora