Capitulo 7. La feria al anochecer

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Después de salir del "Akatuki coffe", caminan por un rato, más o menos unas seis cuadras de donde estaban; ya empieza a oscurecer, son las 7:30 pm.

-Amm...¿puedo preguntar a donde vamos?- mira Sakura con cierta curiosidad al chico.

-Es una sorpresa-

-¡Ah!...pero tú no conoces la ciudad- recuerda que se supone ella es la que lo guía.

-Ese no es problema ahora, se exactamente a donde vamos- dice con mucha confianza.

-Jeje- sonríe gentilmente -entonces confío en ti- dice mientras toma su brazo.

-Gracias- mira hacia otro lado ya que no pudo evitar ponerse levemente rojo.

A una cuadra de distancia comienzan a observarse luces en movimiento, algo de gente en el mismo sitio y se puede escuchar típica música de juegos mecánicos.

-Ya llegamos- se detiene Sasori.

-¡Me trajiste a la feria!- dice sin poder contener la emoción -pero ¿cómo supiste de ella y el horario y esas cosas?-

-Pues verás, hace rato mientras mirábamos las tiendas, vi un anuncio sobre eso en una pared, aunque no sabía si te gustaría...-cuenta mientras pone la mano sobre su cabeza.

-Me encanta, gracias-

-Que bueno, entonces vamos- empieza a caminar a la taquilla.

Después de comprar las entradas, deciden dar una vuelta por el lugar, hay muchos puestos, de comida, juegos de azar, los típicos juegos mecánicos, una casa del terror y muchas cosas más. Sakura esta tan emocionada que voltea hacia todos lados, Sasori la observa con cierta ternura.

-Jajaja, pareces una niña pequeña- dice al acercarse al puesto donde ella mira con curiosidad los peluches.

-No te burles de mí- contesta con una pequeña sonrisa al voltear al verlo.

-¿Quieres jugar a esto?-

-La verdad no soy muy buena- admite mientras junta dos de sus dedos a señal de pena.

El juego es algo simple y a la vez típico; derribar botellas con una pelota. El pelirrojo se da cuenta que la chica mira con insistencia el peluche de un panda y decide conseguirlo.

-Señor, un juego por favor- le dice al encargado del puesto mientras le paga.

-Aquí tiene joven, buena suerte- contesta el señor al darle una pelota.

-Sasori...no es necesario...- comenta al notar su intención.

Mientras Sakura habla, él lanza la pelota hacia la pila de botellas y derriba más de cinco, así que gana un premio.

-Su premio joven, bien hecho- habla el encargado del puesto mientras le entrega el oso panda.

-Gracias- se da la vuelta mirando a la chica -Es para ti- dice al entregárselo.

-¿Eh?- sonrojada lo acepta- Es muy lindo, gracias- termina de hablar y abraza el peluche.

Su paseo continúa alrededor de los puestos, se detienen a observar el curioso acto de un mimo, para seguir su recorrido van a los juegos mecánicos y suben a las tazas giratorias donde pasan un buen rato riendo. También entran a la casa del terror junto con otra pareja elegida al azar; los cuales la chica grita despavorida todo el recorrido y el chico sólo se rié de las cosas que aparecen. Sakura se sorprende pero se divierte y Sasori mira con curiosidad las cosas mientras cuida de su acompañante. Al salir del "paseo terrorífico" compran manzanas acarameladas y continúan caminando alrededor de la feria.

-Vaya, empieza a hacer fresco- dice Sakura- ¿me puedes detener esto un momento?- le da a Sasori sus cosas mientras se pone su chamarra.

-Claro- se las regresa cuando ella termina -Por cierto, hay algo que quiero hacer antes de irnos-

-¿De irnos?-

-Aja, tenemos que subirnos a "eso"- dice mientras señala la rueda de la fortuna.

-Oh...claro-

Caminan hacia el juego, hacen una pequeña fila hasta que toca su turno de subir; van los dos solos en la cabina. Sakura se levanta y observa el cielo a través de las ventanas. Una noche tranquila, sin nubes, la luna espectacularmente hermosa, las estrellas brillando todas al máximo formando un atmósfera relajante, confiable y romántica. Simplemente perfecta.

Ella de pie con una mano apoyada en el cristal, observa el cielo nocturno con admiración.

-Que hermosa noche- dice con un tono melancólico.

-Sí, tienes razón- se levanta de su asiento y se para detrás de ella poniendo su mano sobre la de Sakura que se encuentra sobre el vidrio -pero lo más hermoso es la compañía-

Otra vez, otra vez están tan cerca que ella puede respirar su aroma, no puede evitar que sus piernas tiemblen, siente que su corazón quiere explotar, ni siquiera puede respirar con libertad. Su mano es suave, más grande que la suya, después de todo es un chico; algo gruesa pero la toca con delicadeza y ha logrado que casi pierda la cordura sólo por eso.

-Escucha Sakura- continúa hablando el sexy pelirrojo luego de una breve pausa y sin apartarse de ella -yo...desde este momento no voy a apartarme de ti-

-Sasori...- dice más roja que nunca en toda su vida.

-Quiero conocerte mejor, quiero pasar tiempo contigo- hablando dulce pero decidido al lado de su oreja -si tú me lo permites...-

-...yo...también quiero conocerte más- dice agachando la cabeza y ocultándose detrás del poco cabello suelto que tiene.

-Entonces, es una promesa- continúa mientras aprieta suavemente la mano de la chica.

-Una promesa- termina por decir ella aún ocultando su rostro.

La rueda de la fortuna termina de dar la vuelta; su paseo por el cielo finaliza, salen del juego sin hablar pero tomados de la mano.

En el camino de regreso hablan cosas sin importancia, finalmente llegan a casa de Sakura.

-Fue un día muy lindo, gracias- dice la chica volteando a ver al pelirrojo.

-Gracias a ti por acompañarme y guiarme-

-Cuando quieras-contesta apenada.

-Bueno, ya debo irme; que descanses- al decir esto se inclina sin dejar de tomar su mano y la besa tiernamente en la frente.

-Ah...-sin poder reaccionar -que ...descanses...- dice casi sin poder hablar.

Él empieza a caminar para volver a su hogar, ella entra con lentitud en su casa, en la que como de costumbre no hay nadie aún. Un día maravilloso ha llegado a su fin, cosas buenas han aparecido, pero siempre con algo bueno llegará algo malo también.

***Continuará***

Muchas gracias por leer!

Nos leemos pronto!

Amor al rojo vivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora