Saso-Saku
Sakura Haruno es una chica normal, que espera que pase algo interesante que llene el vacio que existe en su vida. Sabe que algo falta y sólo sigue adelante esperando descubrir que es. Los personajes no me pertenecen a mi, si no a su respe...
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La sala de visitas del hospital de nuevo esta llena por unos más tranquilos amigos y familiares. Una pensativa Sakura se encuentra sentada junto a la efusiva Yamanaka Ino, que no deja de contarle cosas sobre Deidara; pero más escuchar la conversación de su amiga, la de cabello rosado está inmersa en el recuerdo de cada palabra de lo que sucedió hace apenas dos horas atrás.
*** Flashback***
-Ya no podre seguir viviendo aquí por mucho tiempo- habla con seriedad el de brillante cabellera roja.
-Pero entonces ¿Qué sucederá? ¿Te irás por un tiempo o simplemente ya no volverás? -lo interroga con mucho dolor la chica.
-No estoy completamente seguro aún, pero lo importante es que debo volver en cuanto pueda. Además no me dijeron mucho, sólo que llamarán después para aclarar detalles y confirmar el asunto-
-Mmm...ya veo-
-Sí, bueno a ti también te llamaron ¿ocurrió algo? -pregunta queriendo cambiar de tema.
- ¿Eh? Si pues me llamo Neji, me dijo que Hinata ya despertó y se encuentra en un buen estado; que tal vez le den el alta como al medio día- contesta al recordar su llamada.
-Bien, entonces debemos ir para allá; desayunamos y te acompaño a casa para que te cambies. Después de eso partiremos de nuevo al hospital-
***Fin del Flashback***
-¡Sakura! - le grita la rubia al ver que no le presta la más mínima atención.
-¡¿Ehh?! ¿Qué? Ah sí, Deidara- recobrando la atención al presente.
-Mmm...frentona ¿Qué te pasa? -
-Nada pasa, Ino cerda- queriendo aparentar tranquilidad pero su amiga no le cree.
En el departamento de los hermanos Uchiha estos se encuentran hablando con mucha seriedad en la sala, sentados uno frente al otro.
-Sasuke, ya contacte con Madara apenas ayer por la noche y le informe sobre todo lo que paso- empieza a hablar Itachi.
-¿Ah, sí? Como si lo que él diga o decida me importara- dice como es su costumbre con prepotencia.
-Te importe o no, ya está decidido que volverás al extranjero y también que si es necesario el mismo Madara vendrá por ti-
-Pues que lo intente, nunca lo conseguirá- grita al levantarse del asiento e irse hecho una furia a su habitación.
Ese mismo día por la tarde observamos a Sasori acostado en el sofá de su casa muy pensativo.
-Rayos...-murmura para él mismo al taparse la cara con las manos.
En la casa de Sakura encontramos a esta en su cama, cubierta prácticamente por completo con su cobija a excepción de un pequeño espacio que dejo libre para poder respirar. Se supone que decidió recostarse e intentar dormir y olvidar por un momento lo ocurrido, pero sucede todo lo contrario, no hace más que pensar en la situación tan difícil en la que está envuelta.
El celular de la chica suena, sacándola de sus pensamientos; una llamada entrante de su novio.
-¿Bueno? - contesta queriendo sonar tranquila.
-Hola, soy yo. Amm ¿te desperté? -
-No, sólo tengo un poco de flojera, jeje- Rié falsamente -¿Qué sucede? -
-Pues, quería preguntarte sí ¿quieres venir a cenar conmigo a la casa? -
-¿Cenar? Claro, estaré ahí en un rato-
-Sí, ven a la hora que quieras- contesta el chico.
-Nos vemos-
-Adiós-
La chica de rosado cabello continúa mirando fijamente la pantalla de su celular aún un rato después de haber terminado la llamada. Se envuelve de nuevo en su cobija dejando escapar de sus labios una palabra.
-Sasori...-
Dos horas más tarde, en casa del Akasuna los preparativos para la cena están casi listos; sólo pequeños detalles restan por terminar cuando tocan a la puerta. El chico va deprisa a abrir, deseando ver a la señorita que le roba el aliento. En la entrada sus miradas se cruzan intensamente, incluso sin decir palabra alguna todavía; de la misma forma que ocurrió el día que se conocieron.
-Perdona la tardanza- dice Sakura con nerviosismo al acomodar su suelta melena detrás de su oreja.
-¿Cuál tardanza? Llegaste perfectamente a tiempo. Entra- el muchacho acaricia la cabeza de su novia con suavidad a modo de cariño y le indica que pase.
-Tonto, siempre me haces temblar- piensa la chica al sonrojarse por la caricia del pelirrojo y entra a la casa.
Pero cuál es la sorpresa que se lleva la joven dama al entrar y ver todo el lugar decorado románticamente. Con manteles, cojines, velas y flores, en fin; todo lo necesario inclusive música suave. Ella mira con duda al chico y él se da cuenta de su interrogante.
-Es una sorpresa- le dice con tranquilidad y cierta galanura - Ahora la otra parte de esto requiere que por favor subas al cuarto de invitados, entres y te prepares- Comenta al tomarla de la mano y llevarla hasta la puerta del cuarto.
Ella aún con gran duda lo sigue y también entra en la habitación, ya estando dentro puede escuchar desde el otro lado de la puerta.
-Cuando estés lista, te estaré esperando al final de las escaleras-
Dentro de la habitación, sobre la cama se encuentra con un precioso y delicado vestido blanco finamente decorado junto a unas bellas zapatillas y un hermoso broche para el cabello.
Sakura pasa suavemente la mano por cada una de las prendas, apreciándolas con calma y sólo después de eso procede a cambiarse y vestirse con estos preciados regalos. Finaliza este ritual sujetando ligeramente su cabello con el broche y mirándose al espejo.
Sale de la habitación y comienza su descenso por la escalera, casi llegando al final de esta observa a un joven pelirrojo de espaldas, que al darse cuenta de su presencia voltea a mirarla. Esta persona no es otra más que Sasori.
Haruno Sakura se queda sin palabras, el joven que la recibió hace unos cuantos minutos y que vestía ropa casual ahora lleva un traje de gala en tono gris, pero lo más interesante de todo es que su cabello luce más arreglado de lo usual. Simplemente luce demasiado atractivo a sus ojos, se ha quedado fría de la sorpresa y por el contrario sufre por el exceso de ebullición de su sangre.
En el final de la escalera se encuentra una pareja de enamorados.
