capitulo 9. El roce de tus labios

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"El roce de tus labios"

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"El roce de tus labios"

Ha pasado una semana desde el incidente en la escuela, las amigas de Sakura están maravilladas de haber conocido al pelirrojo; que fue igualmente aclamado por el enjambre de mujeres de todos los grados escolares e incluso una que otra maestra. Prácticamente se ven todos los días, cuando no va por ella, se ven en la tarde, recorren la ciudad para que el Akasuna la conozca, a veces él la ayuda con los estudios y tareas; el chiste es que pasan mucho tiempo juntos. Desde el "acercamiento" en la escalera, Naruto no deja de observar a Sasuke, lo persigue mejor que su sombra, por si quiere intentar algo de nuevo.

Son las 5:30 de la tarde; observamos una casa azul ya conocida. En su interior se encuentran un chico y una chica conversando tranquilamente mientras comen algo ligero, están los dos juntos sentados en el mismo sillón.

—Entonces ¿ya no te ha molestado ese idiota?— pregunta Sasori con mala cara.

—No. Naruto no le quita la vista de encima. Lo persigue diciendo que si intenta algo lo molerá a golpes— comenta la chica con algo de humor.

—Pues que no crea que se librará tan fácil si hace algo de nuevo— aparece alrededor del chico un aura malvada y de sólo apretar el puño puede escucharse como truenan sus dedos.

—Lo sé, ese día me tomó desprevenida. No sólo Naruto y tú lo perseguirán hasta el fin de los tiempos, no quiero ni saber lo que le harán mis amigas. Además que yo le romperé la cara si se me acerca— habla mientras levanta el puño de forma amenazante.

—Por cierto, hablando de amigos. Te quería comentar algo— se expresa con un semblante más tranquilo.

—Dime—

—Verás, Deidara; un amigo que tengo de por aquí, está empeñado en hacer una fiesta de bienvenida para mí, ahora que ya me instale bien y todo eso. Vendrán algunos conocidos que tenemos y con él es inútil decir que no ya que no escucha— habla de cierto modo resignado y algo molesto al recordar a su compañero.

—Ya veo— escucha atenta lo que le cuenta el joven Akasuna.

—Será aquí en la casa; quería invitarte a que vengas. También si quieres puedes invitar a tus amigas y ellas pueden traer acompañante si así se sienten más cómodas e invita a Naruto también por favor. Ya que hace el favor de cuidarte en la escuela; quiero darle las gracias personalmente.

—Sasori, que lindo, gracias— dice algo sorprendida por todos los detalles.

—No es nada— voltea hacia otro lado queriendo parecer rudo aunque en realidad está avergonzado —Claro, debo agradecerle que nada le ha pasado a mi preciosa flor de cerezo— voltea a verla y acaricia suavemente la mejilla de la chica mientras habla.

—Qué dulce eres— dice al poner su mano sobre la de él, quedando piel con piel, sonrojándose como siempre le pasa al tener contacto con el chico.

—La que es dulce y encantadora eres tú, me tienes fascinado con tus sonrisas, tú sencillez, lo importante que son los demás para ti— empieza a decirle al mirarla fijamente con cariño.

—Sa...Sasori— habla tartamudeando con voz muy baja por los nervios— Eres simplemente encantador, tú eres serio y reservado; pero también dulce, protector y un caballero— dice aún nerviosa pero lo mira a los ojos.

—Sakura...— comienza a decir mientras toma las manos de la chica entre las suyas — estos últimos días han sido maravillosos y no quiero que se terminen. Sé que es algo apresurado por el poco tiempo que llevamos de conocernos, pero eres especial para mí y quiero estar a tu lado, así que tengo que preguntarte; sí tú ¿aceptarías ser mi novia?— su voz suena tan suave, casi seductor, parece que recitara un poema.

Un suave tono carmín invade las mejillas de los dos jóvenes, tras un momento de silencio que al pelirrojo le parece una eternidad y después de aclarar sus pensamientos la chica habla de nuevo.

—Por supuesto que sí. Me encanta estar contigo y nada me haría más feliz que ser tú novia—

—Entonces, cierra los ojos por favor— le dice en un tono bajo.

—Mmm...— murmura ella al obedecer y cerrar sus hermosos ojos jade.

El pelirrojo toma con una de sus manos el rostro de Sakura, lo acaricia suave y delicadamente casi como si por un descuido fuese a romperse en mil pedazos. Se acerca lento pero decidido, sin dejar de mirarla. La chica respira con nerviosismo ante las manos de su acompañante, una en su rostro la otra aún aferrada a la delicada mano de la Haruno. El tiempo se detiene cuando siente la suavidad de los labios de Sasori posándose sobre los de ella.

No puede controlar su sonrojo, está al máximo nivel; los suaves labios que están sobre los suyos maniobran con tanta habilidad como la mano que acaricia su rostro. La juguetona lengua del pelirrojo roza el contorno de sus labios pidiendo permiso para adentrarse en su boca. Sakura no sabe muy bien qué hacer, sólo sigue la corriente y acepta. Sus lenguas se entrelazan, bailando en sus bocas, en una sensación lenta y deliciosa que intoxica a sus participantes produciendo que no quieran separarse, pero la necesidad de aire produce el efecto contrario.

Sasori se aparta lento de los labios de su amada aún con los ojos cerrados y respirando con ansiedad. La chica abre sus ojos para observar con mucha pena al joven que tiene frente a ella, el cual al parecer igual de nervioso desacomoda su roja cabellera y desvía la mirada hacia otro lado; pero sin dejar de tomar la mano de "su ahora novia". Al final la chica de cabellos rosados decide romper el silencio.

—Eso fue...— dice algo avergonzada por lo que admitirá —espectacular, para ser la primera vez que lo hago—

—¿En serio?— pregunta algo sorprendido pero siente ternura por ella.

—Si, en serio. Eres la primera persona que beso— confiesa con pena.

—Y también seré la última. No dejaré que tus labios sean de alguien más—

El chico la jala del brazo atrayéndola hacia él, quedando ella apoyada en su firme abdomen y la rodea con sus brazos al recostarse cómodamente en el sillón con Sakura sobre él. Aunque pasen mucho tiempo juntos a la chica aún la pone nerviosa el simple olor del pelirrojo, un suave aroma a madera, cedro tal vez, es tenue pero un aroma así se te queda grabado en la mente y deja marca en tu piel.

—Por cierto, ¿es formal la reunión? para saber cómo vestir, no quiero quedar mal o algo así— comenta la chica aún en el regazo de su novio.

—Ah...no. Viste como gustes, de todos modos te vez hermosa. La fiesta empieza a las 6 pm— dice al acariciar la cabeza de cabellos rosados.

Dos personas han unido más estrechamente su lazo, ¿Qué les depara el día de la fiesta?

***Continuará***

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