Cuando preparaba las palomitas en el microondas oí que tocaban la puerta, pensé que Mau o Lorraine abrirían pero sé seguía oyendo como insistían.
Cuando la abrí, no esperaba verlo ahí.
No me dio oportunidad de insultarlo, rápidamente me besó.
Mentiría si digo que no le correspondi.
También mentiría que no hice nada al momento de separarnos.
Por qué si hice algo, la cachetada no tardo en llegar y el solo cerró los ojos mientras sobaba la zona.
— Lo entiendo, merecía eso.
— Y mereces también que te corte las bolas.
Y sín decir más, cerre la puerta en sus narices.
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| FRIENDZONE |
Short Story» Hubiera preferido qué me mandarás a la Friendzone, a que jugarás con mi corazón «