MI PRIMER BESO

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Sasuke se despegó un poco de ella, tomando la cara de las chica entre sus manos tan varoniles.

-solo una oportunidad –dijo Sasuke.

-¿Qué? –Sakura no entendía a lo que se refería el pelinegro.

-No me importa como esté tu cabello, sólo me interesas tú, así que... dame una oportunidad.

Los ojos de la peli rosa se abrieron de sobremanera al escuchar esas dulces y significativas palabras de los labios del pelinegro.

Por fin pudo entender a lo que se refería el chico, claro que le quería dar una oportunidad, aunque tenía miedo, miedo de que ese par de locas le hicieran algo peor, pero...

-¿Qué dices? ¿Me das una oportunidad? –el chico se veía impaciente por escuchar su respuesta

-Yo... n-no sé –quería estar con él ahora que creía sentir que el azabache sentía algo de interés por ella. Hubo un momento de silencio hasta que el pelinegro decidió hablar.

-sea cual sea tu respuesta te voy a ayudar.

-¿Cómo? –Le gritó frustrada –como piensas hacer para que vuelva a estar mi cabello como antes, ¡TÚ NO PUEDES HACER NADA! –parecía histérica.

-¡te puedes calmar! –subiendo el tono, ya que la peli rosa lo estaba haciendo enojar. –ven vamos –la tomo de su muñeca guiándola a la salida.

-¿A dónde?

-a que te arreglen el cabello.

-pe-pero...

-¿ahora qué?

-no... no nos van a dejar salir, todavía no acaban las clases.

-eso déjamelo a mí, yo lo resuelvo.

Salieron del cuarto de conserjes, se dirigieron al estacionamiento, ahí se subieron al auto, al estar en la entrada de la escuela, el portero los detuvo, pero eso fue por un rato en lo que Sasuke habló con él, después le abrieron la puerta y se fueron.

-¿Cómo lo hiciste? –le pregunta con el seño fruncido ya estando fuera de la escuela.

-¿Qué? –se hizo el desentendido.

-no te hagas, como hiciste para que nos dejaran salir.

-digamos que tengo algunas influencias, que gracias a ellas cuento con ciertos privilegios.

La chica arqueó la ceja, pero como no iba a tener influencias si su familia era una de las más ricas de la ciudad, sí tenía, y muchas.

-¿y a donde me llevas? –le preguntó Sakura.

-tranquila, no te voy a secuestrar –bromeo, teniendo una media sonrisa en su rostro.

-¿a no? –la peli rosa arqueó una ceja, siguiendo su juego.

-no... eso no me interesa en lo más mínimo.

-¿entonces?

-vamos a que te arreglen el cabello.

-Aaaa... ya entiendo.

Siguieron en camino y el pelinegro noto mucha tristeza en los ojos de la pelirosa, estaba sumamente callada, sumida en sus pensamientos. Sasuke paro el auto en un enorme edificio, se veía muy lujoso el establecimiento para ser una peluquería.

-ya llegamos.

-¿es aquí? –miró el edificio sin creer que fuera una peluquería.

-sí

UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora