UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDAS

REGRESANDO A KONOHA

-Hijo –lo llamaba tomando su hombro mientras le daba la espalda.

-¡Suéltame! –le retiró la mano.

-Lo siento, no sabes cuánto lo siento –decía tanto a su hijo como a su hermano.

-Esto no se resolverá solamente pidiendo perdón –gritaba su hermano exasperado.

Todos estaban sumamente alterados, no había nadie que pudiera poner orden, consternados al recibir esa noticia tan devastadora para la familia Huyga tanto para la Uzumaki...

-Esa víbora nos tiene en sus manos-dijo enfurecido Hiashi.

-Nunca pensé que pudiera llegar a tanto-decía arrepentido Hizashi.

-¿Qué tanta mercancía introdujiste de esas personas? –cuestionó con un tono áspero y sin mirarlo al rostro.

-La última producción-dijo avergonzado agachando la cabeza.

-¿toda? –preguntó sorprendido.

-Sí –dijo al fin en un hilo de voz.

-¡No lo puedo creer! –Dijo Neji -¿Cómo pudiste? –le reprochó-ahora Tenten está en peligro por tu avaricia.

-Tenemos que tranquilizarnos-dijo Hiashi tratando de poner orden, sintiendo una gran presión en su pecho.

Todo lo que había luchado este tiempo estaba en riesgo, su empresa, su familia, se sentía en el borde de un gran peñasco. Y eso no era bueno para su salud... su corazón no resistía a tantas sorpresas y desgracias de golpe.

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-Espérame cinco minutos ya casi termino –le dijo al pelinegro que había llegado más temprano que de costumbre.

-está bien –tomó asiento en la sala de espera, deseoso de salir ya con la peli rosa.-PERO NO TARDES –dijo autoritariamente antes de salir.

-Hmp –refunfuñó pareciendo enojada la peli rosa.

Cuando tenía esos momentos en los que se portaba como un niño caprichosos no podía evitar recordar el tiempo que se conocieron... esa vez cómo lo recordaba con nostalgia y alegría al pensar en lo arrogante y presumido que era su pelinegro, quien solamente hablaba cosas superfluas.

-Como ha cambiado...-reflexiono con una cara nostálgica y una pequeña sonrisa en su rostro.

A los pocos minutos escuchó la puerta cerrar de su consultorio dirigiéndose la peli rosa donde estaba postrado el pelinegro quien solo se concentraba en admirarla, todavía tenía dudas si fuera realidad o en uno de sus tantos sueños, antes era casi imposible tener de nuevo a la peli rosa.

-¡vámonos! –exclamo sonriente mientras el pelinegro se perdía en ese bella imagen.

-claro –tomó su mano teniéndola en su rezago quedando en claro que era solamente para él.

-¿y ahora a donde me vas a llevar? –preguntó contenta.

-Tú déjate sorprender –dijo con media sonrisa.

Escuchándose también otra pequeña risita de la peli rosa...

Todo era muy bello... con el simple hecho de ser él la persona con quien estaba era perfecto, pero ya hace un tiempo había algo que la tenía intranquila.

-S-sasuke –lo llamó algo nerviosa

-Dime –Dijo extrañado al ver la cara de preocupación de la peli rosa, se puso serio y fijando toda su atención en ella.

-Tú, tú estás seguro de venirte a vivir a Inglaterra –dijo algo apenada.

-Claro que lo estoy.