UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDAS

MI PRIMERA VEZ

El hueco que sentía en su alma era indescriptible, no lo podía soportar salió del lugar dirigiéndose al baño.

-no quiero existir... ya no.

No pensaba entrar a las clases, tenía los ojos hinchados, así que decidió estar ahí hasta que se pudiera tranquilizar, que dudaba fuera pronto.

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EN EL SALON DE CLASES...

-Sakura –la castaña llamo a su amiga –no se supone que Hinata estaría en el salón.

La ojijade volteo a ver el lugar de Hinata y efectivamente se encontraba vacío, no se dio cuenta por estar pensando en miles de cosas entre ellas cierta conversación por chat.

-Tal vez fue al baño.

-Bueno, a lo mejor –decía no muy convencida de la suposición.

La clase transcurrió, dando lugar a la siguiente... y siguiente... sin rastros de la peli azul.

-Oye Sakura esto ya me está preocupando, Hinata no ha entrado a ninguna clase después del receso, ¿le habrá pasado algo?

-No lo sé Tenten, pero esto ya no es normal.

-Pienso lo mismo amiga.

Llegó la maestra de la ÚLTIMA hora de clases. Nadie sabía nada de la peli azul.

Al terminar las clases sus amigas salieron a buscar a la peli azul, llegando así al baño donde se encontraba la oji perla.

-Hinata, al fin te encontramos –Dijo Sakra agitada de buscarla por toda la escuela.

-Sí Hinata ya nos tenías preocupadas –decía Tenten.

-Siento preocuparlas chicas –decía con una un hilo de voz –pero no tenía ganas de entrar.

-¿sigues mal por el compromiso? –le preguntó la castaña.

-¡ES PEOR! –Hinata volvió a desahogarse con sus amigas.

-¿Hinata que te pasó? –les preocupaba verla tan mal.

-Na-Naruto... escuché hablar a Naruto.

-¿De qué? –preguntó la castaña.

-De... del compromiso, de lo que piensa de mí, todo aquello que temía lo escuche de la voz del mismo –decía aumentando su llanto.

-Hinata –susurró al pensar en lo que pasó para ponerla así.

-él... él me odia, me odia –decía amargamente –no podré soportar tenerlo en frente ahora que sé que solo piensa lo peor de mí.

-Hinata dale una oportunidad, el piensa eso ahora, pero conociéndote te aseguro que cambiara de parecer.-trataba de animar a su amiga.

-NO, no lo hará, lo sé bien.

Sus amigas consolaban a la oji perla, al verla en ese estado tan deplorable, siempre había sido muy sensible y tímida, pero nunca la habían visto tan mal, tan destruida.

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Los días transitaron rápidamente aproximándose la fecha del compromiso.

Hinata y Naruto asistieron a varias comidas junto con sus padres, para que convivieran y se fuera conociendo más, aunque no había mucho entusiasmo de ninguna parte, irritándole a sus padres por su actitud, Hinata siempre seria y triste en todos los encuentros, y Naruto desinteresado y por primera vez callado, contra apenas y miraba a la peli azul.

Pero no todo fue malo en estos días ya que también nuestra parejita adoraba pronto cumpliría dos meses de noviazgo, unos mese maravillosos que a los dos se les paso muy rápido de lo bien que se sentían uno del otro.