UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDAS

VISITAS INESPERADAS Y UNA DECISIÓN CRUCIAL

-p-pero... ¿t-tu eres la chica? –dijo mostrando asombro en su rostro.

- ¿tú qué haces aquí?

-él es mi nieto Sakura... y vive también en esta casa.

-¿qué?, pero... pero –abrió los ojos como platos, no lo había visto nunca en la casa.

-Aunque no me la paso mucho en casa, aquí es donde vivo –le respondía de una manera muy seca.-así que tendrás que aguantarte sino la puerta está muy grande –dijo levantando la voz, yo tampoco estoy muy contento que tú estés aquí, y ahora menos sabiendo que eres tú.

Se sintió mal por la forma tan tosca y dura que eran sus palabras, Sasori le estaba insinuando que se fuera.

-Sasori, hijo... no es para que te pongas así –dijo sin comprender el comportamiento tan grosero de su nieto con la peli rosa.

-No, no se preocupe Chiyo-obasama –dijo con la cara gacha.

-¿Cómo le dijiste? –el pelirrojo frunció el seño al oír como le hablaba a su abuela, nadie le decía así más que él.

-esta es SU casa, y yo no quiero incomodar a nadie, así que será mejor que me marche –dijo sin contestarle al pelirrojo.

Pasó por las dos personas que tenía en frente sin mirarlos a la cara, siguiendo el pelirrojo con los brazos cruzados pero siguiéndola con la vista, vio que cuando paso por su lado, caían unas cuantas gotas de su rostro.

-¿está llorando? –pensó el pelirrojo empezando a sentirse mal de cómo la trató, sacándolo de sus pensamientos el fuerte bastonazo que le dio su abuela.

-¿por qué te portaste así con la muchacha? –dijo la anciana a su nieto, desconociéndolo.

-Auch... –Se sobaba cabeza –No es para que me pegaras... ¿Por qué la defiendes tanto?

-No lo haría si viera que es una mala persona... pero es una buena muchacha.

-Seguramente ya te lavó el cerebro.

-¿Qué dijiste? –levanto de nuevo el bastón, con ademán de volverlo a golpearlo.

-Nada, nada –decía ciscado, temiendo recibir otro golpe

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-Es un... -decía llena de coraje conteniendo que no le saliera una mala palabra, no valía la pena –ni modo –dijo aguantando toda la impotencia y vergüenza que había pasado.

Empezó a sacar las maletas, abrió el closet y comenzando a empacar sus cosas.

-A mi no me hacen esto dos veces, yo mejor me marcho de aquí.

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La soledad empezaba a afectarlo, ya a nadie recibía, no tenia ánimos de andar aguantando gente, se dirigió al otro lado de la habitación abriendo el cajoncillo superior de un mueble. Sacando una fotografía sonde estaña los dos juntos.

-Sakura –pronuncio su nombre de una manera dulce y delicada –No sé qué hacer...

Varios recuerdos vinieron a su mente, y en especial uno que siempre recordara con mucha alegría, al haber estado en una situación muy difícil para él.

FLASH BACK

Se encontraban la peli rosa y el pelinegro dentro del automóvil estacionado afuera de la casa de la peli rosa.

-¿listo? –decía algo divertida la peli rosa.

-Hmp –"dijo" no muy convencido.

-Vamos Sasuke, no es nada del otro mundo, o ¿no quieres nada serio conmigo? –cuestiono mostrando tristeza en sus ojos.