LA VERDAD

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La habían pasado muy bien, no recordaba la última vez que se había sentido así con una mujer, nunca lo complacían del todo, nunca quedaba conforme, sentía que algo le faltaba, y por fin comprendió, nada era lo mismo si no sentías a tu pareja, no nada más era desearlas, sino amarlas, un amor que él acababa de descubrir, ella fue la única que lo satisfago completamente, ella lo hizo sentir vivo, con sus caricias y besos, algo que no sentía con las demás, nunca se sintió querido, al igual que él nunca daba cariño, y ahora todo lo sucedido fueron demostraciones de amor, un amor que nunca terminaría.

Se mantenían así, despiertos mientras ella se recargaba a un lado del pecho del pelirrubio acariciando su torso con esa mano tan suave, mientras él la abrazaba, teniendo una mano por detrás de los hombros y la otra la pasaba por su brazo, cubriendo únicamente aquellos cuerpos desnudos por las delgadas sabanas de la cama, tenían mucho tiempo mirándose fijamente mientras sonreían como dos completos tontos, tontos de felicidad. Hasta que Hinata cortó ese ambiente.

-Ya hay que bajar, nos han de estar buscando –decía con una gran sonrisa.

-Sí, tienes razón, datebayo –paso una mano por su mejilla.

La peli azul soltó una leve carcajada, como le encantaba oír esa palabra del pelirrubio, era tan original, tan suya, era espléndidamente feliz con su prometido.

Se dieron un corto beso, antes de que Hinata saliera de la cama para cambiarse mientras era espiada por la mirada algo penetrante del pelirrubio, Hinata estaba sumamente roja, esa mirada no podría desarmarla tanto como en esa situación, buscó rápidamente su ropa para cambiarse a toda prisa oyendo solo una pequeña carcajada del pelirrubio parándose de la cama para también cambiarse procurando no mirar la desnudez de su prometido.

Ya estando cambiados y presentables para salir, se dirigieron a la fiesta de los cuales ya quedaban pocos invitados, mientras los aun presentes preguntaban por la pareja que se había perdido.

-Pues los novios no aparecen –dijo la gritona de Yuki.

-¿Dónde estarán? –preguntaba la castaña.

-No lo sé, tal vez estén arreglando algo. –Dijo el azabache alzando las cejas.

-¿aclarando algo? ¿Qué pueden aclara? –preguntaba la prima del azabache.

-Hmp, mejor olvídalo –dijo irritado.

-Ya es tarde, es hora de irnos –dijo la peli rosa.

-Sí, ya vámonos.

-¿ya se van? –pregunto el pelirrubio que acaba de llegar con la peli azul tomados de la mano.

-¿Dónde rayos estaban?, hemos estado buscándolos por horas –Dijo Neji algo irritado.

-Hay que exagerados, estábamos aquí en... -el pelirrubio miro a Hinata para que lo ayudara en que decir.

-Em... etto, pues, verás... estábamos en... en –la peli azul no sabía que decir sumándole que no era nada buena mintiendo.

-Ya olvídenlo, lo importante es que ya están aquí –dijo el pelinegro aparentando desinterés viendo de reojo a su amigo.

-gracias dobe –pensaba aliviado de tener que dar explicaciones –pero ¿Cómo que ya se van? –

-Sí Naruto, ya es tarde. –dijo la peli rosa.

Nosotros también ya nos vamos –Dijo Neji.

-¿ustedes también ya se van? –cuestionaba el pelirrubio. -¿Juntos? –las preguntas del pelirrubio empezaron a ser incomodas.

-Hmp, Sí –dijo el castaño.

-Hmp, está bien, si ya se tienen que ir, que más –dijo el pelirrubio.

UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora