EL SUEÑO HECHO REALIDAD DE SAKURA

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No podía parar, seguía besando esos labios tan adictivos para él, movió una de las manos que estaban en su fina cintura, para ir a su mejilla y después pasarla por detrás de su nuca para profundizar el beso y pegarla más a su cuerpo, después de un buen rato tuvieron que separarse por falta de aire, respirando agitadamente los dos, con los labios hinchados, sintiendo el aliento del otro cerca de sus rostros.

-Sa... Sakura –susurro su nombre entrecortadamente.-¡o por dios!... que bien se sintió –pensó Sasuke acercándose nuevamente a ella para volverla a besar de nuevo esos labios que tenía en frente de él, podía ver esas mejillas tan sonrojadas, le agradaba la vista que tenía, y lo que más le agradó fue ese contacto con la oji-jade, ahí estaba ella, en sus brazos

-¡no! –puso sus manos en el pecho del pelinegro, para alejarlo de ella.

-¿Qué? –se sorprendió frunciendo el seño, y dejando que la oji-jade se zafara de su agarre.

-esto... no debió pasar –le dijo al pelinegro.

-¿por qué?

-no está bien... ya, ya tengo que entrar a mi casa.

-¡espera!

La peli rosa se dirigió a toda prisa a la entrada abriendo rápidamente la puerta, estaba sumamente nerviosa, se podía ver a lo lejos, como temblaba pareciendo desmoronarse en cualquier momento.

-¿Qué fue eso? –pensó Sasuke estaba muy confundido, no, no entendía lo que paso y como llegaron a eso, no sólo le sorprendió eso, sino lo que más le sorprendió fue ese beso que le ocasiones sensaciones nunca antes vividas, era algo nuevo para él, ese contacto que con sólo pensarlos se estremeció y se le erizo la piel.

Sakura estaba peor que Sasuke, no podía regular su palpitar al ser besada tan tierna y a la vez fogosamente por el amor platónico de muchos años, lo que más le gustó fue que el chico la trato tiernamente pero a la vez sintiendo que él también la deseaba y sentía lo mismo en ese instante, aunque tal vez hubiera sido producto de su imaginación, estaba tan feliz por dentro, pero a la vez sabia que al ver al azabache se pondría roja como un tomate y no tendría el valor de verlo de nuevo a la cara.

-que dilema –reflexionó de las consecuencias de ese acto.

Sasuke se retiró para ir a hablar o más bien pelear con cierto peli negro que unos minutos antes le había dado un buen puñetazo que le dejo ganas de restregarle otro, ahora estaba todavía más enojado con él.

-¿y si ellos ya se habían besado antes?, -las dudas iban creciendo más y más a medida que pensaba en ella, y es que parecía que tenía experiencia en besar y quien no a esta edad, pues cuando la besó ella lo hacía sentir muy bien, sintiendo que ya había besado anteriormente - y ¿si tal vez ella está enamorada de Sai? – pensaba al darse cuenta que nunca antes Sakura le había dedicado una sonrisa o no veía esa actitud tan melosa con él que cuando estaba con Sai – ese estúpido- apretó fuertemente sus puños dando una gran presión en el volante de su coche.

Llegó a casa del peli negro, golpeo fuertemente la puerta con sus puños en vez de tocar en timbre haciendo un gran sonido.

-¡abre la maldita puerta! –gritaba Sasuke fuera de la casa.

Se oyó el abrir de la puerta haciéndose ver a ese pelinegro que lo único que quería hacer Sasuke era echársele encima para darle una buena paliza.

-¿Qué quieres? –dijo Sai saliendo totalmente de la casa.

-¿Por qué te estás acercando a Sakura?, ¿Qué intentas conseguir? –pregunto con un tono demasiado duro.

-¿no veo por qué te tenga que contestar eso? Ya que ella no es de tu propiedad.

-por favor imbécil, crees que no me doy cuenta lo que quieres hacer, no te importa ella en lo más mínimo, sólo te estás acercando a ella para intentar que yo pierda la apuesta.

UNA APUESTA QUE CAMBIO NUESTRAS VIDASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora