Capítulo 17

13 5 5
                                    

-Daniel.

El muchacho estaba durmiendo todavía. Eran las siete y cinco. Aquel día ya había clase, pero no se había puesto el despertador. Intentó a ver si caía la breva, pero su padre se tuvo que levantar para ir a trabajar, y pasó por su habitación a despertarle.

-Cinco minutos más y me levanto, te lo prometo...

-Escúchame.

-Lo hago.

-Para que te creas al menos deberías abrir los ojos.

DJ refunfuñó, pero se dio la vuelta y miró a su padre con un ojo guiñado.

-Buenos días.

-¿No tienes que ir al instituto hoy?

-Ups...

-Sí, ya ups...

-¿Me has despertado para echarme la bronca, papá?

-No te vendría mal, la verdad. Pero te despierto para que después de clase vayas a comer a casa de Thalia.

-¿De Thalia?

-Sí, Daniel, de Thalia. ¿La doctora Perkins?

-¿Qué, papá? ¿En serio vamos a ir a cenar a casa de tu novia y de sus hijos?

-Sí, Daniel. Era algo que teníamos planeado para antes, pero debido a lo de tu compañera Leslie, le dije a Thalia de posponerlo.

-Gracias por la consideración pero paso. Cenaré sólo.

-Esa no es una opción.

-Pero...

-O me confirmas que vas a casa de Thalia o paso a buscarte a la puerta del colegio.

-No eres capaz.

-Pruébalo.

DJ suspiró.

-Nos vemos a las seis y media.

Su padre empezó a salir por la puerta.

-¡Ni siquiera sé dónde vive!

-Te mandaré la ubicación.

Cuando llegó al instituto fue directo a su taquilla. Tres días sin clase y ya se le había olvidado lo que le tocaba a primera hora.

-Pareces cansado- le dijo Paris, acercándose a él-. Te necesitamos fresco para esta noche.

-¿Qué pasa esta noche?

-Tío, ¿ya lo has olvidado? ¡Lo hablamos ayer!

-Mierda... ¿A qué hora era?

-A las ocho.

DJ asintió.

-Tienes que venir. Necesitamos estar los cuatro.

-Ya lo sé... Lo sé. Puedo hacerlo. No os voy a dejar tirados.

Por primera vez en su vida, a DJ le habría gustado que las clases no terminasen nunca, estar sentado en ese pupitre durante un par de horas más, pero las clases llegaron a su fin. Apenas tuvo tiempo de darse una ducha y hacer un par de ejercicios de economía antes de tener que salir para casa de la doctora Perkins.

A DJ no le importaba que su padre se hubiera echado novia, pero ¿qué culpa tenia él?

-Hey. Hola Connor- saludó DJ cuando uno de los gemelos, hijos de la doctora le abrió la puerta. Parecían más pequeños de catorce años, pero era más o menos la edad que debían tener.

Nadie va a la bibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora