Anime One-Shots

|Izumo Kusanagi| Nuevos comienzos

[Y/N] - tu nombre
[L/N] - apellido
[E/C] - color de ojos

-   -   -   -   -

Nuevos comienzos
Izumo Kusanagi

          La cantidad de cosas que pueden salir mal cuando conoces a alguien es ridículamente infinita. Ponerte nervioso en exceso, parecer serio o borde, ser tan torpe de pisar a la otra persona al darle dos besos, tener comida entre los dientes, que alguien elija ese momento para pasar corriendo y robarte el bolso, etc, etc. Pero dentro de las cosas que pueden salir mal, hay algunas peores que otras y, definitivamente, la forma en que la chica conoció al dueño de HOMRA era de las peores de esa lista.

          Imagina lo que más aprecias. Algo tan preciado para ti como para protegerlo a capa y espada, como para golpear a tu mejor amigo si le hace algo. Algo que sea único y sólo te pertenezca a ti. Ahora imagina que alguien lo rompe.

          Eso mismo fue lo que sintió Izumo Kusanagi cuando, sin previo aviso, una chica a la que no había visto en su vida impactó contra el cristal de su preciado bar, atravesándolo.

          Si hubiese sido uno de los miembros del clan, todo sería diferente. En vez de tener que ver ahora como esa chica de ojos [E/C] con tendencias destructivas se dejaba caer en el sofá que su rey no estaba ocupando, tendría una boca menos que alimentar.

          Recordando, Izumo examinó su ventana. Cinco meses habían pasado desde que [Y/N] llegó a HOMRA a través de ella y su relación con ella no era mucho mejor que cuando, con una mirada furibunda, el rubio le había exigido amablemente una indemnización que cubriese los gastos de reparación. El hecho de que la hubiese levantado agarrándola del cuello de la sudadera y envuelto en el aura roja característica de su clan eran detalles menores.

          Cómo ya era usual, [Y/N] sintió la mirada del rubio sobre ella. Atento a todos y cada uno de sus movimientos, esperando un motivo para echarla del bar. Había sido así desde que le conocía.

          Izumo y ella no se llevaban especialmente bien. Cuando ambos estaban en una misma estancia, la tensión en el aire se podía respirar, palpar, e incluso cortar. [Y/N] era bastante despistada y un tanto descuidada, cosa que al rubio no le gustaba en absoluto. Más de una vez había estado a punto de romper un vaso sin querer, y más de una vez Izumo había llegado a desear que eso pasase. Un vaso, un plato, una lámpara o una jarra. El qué, era lo de menos. Lo único que quería el camarero era una excusa para poder sacarla de HOMRA y asegurarse de que su bar estaba a salvo.

          [Y/N] suspiró preguntándose una vez más por qué el rubio le tenía tanta manía. No era como si cuando se conocieron hubiese querido atravesar la ventana del bar ni romperse tres costillas en el proceso. ¡Por el amor del Slate! ¡La había atacado JUNGLE!

          —Ehem— se aclaró la garganta el de gafas. —¿Te importa quitar los pies de MI sofá?

          Confundida, [Y/N] miró en la dirección que Izumo señalaba. Había llegado tan cansada que no se había quitado las deportivas, aún manchadas de barro. A pesar del tono calmado con el que el rubio había hablado, la chica podía ver como su enfado aumentaba por momentos. La copa que Izumo sostenía comenzó a agrietarse debido a la presión que este ejercía sobre ella tratando de serenarse. Resignada, [Y/N] se levantó del sofá y se dirigió hacia la puerta. Ya encontraría otro lugar donde descansar un rato.

          El leve cojeo de la chica no pasó desapercibido para Izumo, quién no apartó los ojos de la joven hasta que esta abandonó el bar.