Capítulo 7

6.5K 938 697
                                    

"Ven, llama a mi castillo de naipes, si se cae voy a reconstruirlo desde el principio. No voy a escucharte. Hago lo que quiero hacer."

— Show You (Shawn Mendes)

Yoongi tomó asiento sobre una de las sillas que rodeaban la gran mesa de despacho de Hoseok y lo observó con curiosidad, este último estaba enfrascado en su trabajo. Tecleaba rápidamente, respondía llamadas, imprimía cosas, las firmaba... Algo que durante un tiempo le causó casi la sensación de ansiedad al primero pero que ahora sencillamente le provocaba sueño. Le resultaba demasiado monótono, solía pensar que un jefe no hacía nada a parte de dar órdenes pero quizás Hoseok nunca había sido el estilo de persona que prefería estar en su mansión mientras los demás realizaban el trabajo costoso.

Otra cosa que sumar a la gran cantidad de aspectos que el mayor de los Min no creía poder llegar a comprender de su prometido.

-¿Quieres que te pida algo para comer? - preguntó el magnate, alzando la mirada hacia el chico.

-Lo que quiero es salir de aquí, llevamos dos horas en esta oficina. ¿No haces otra cosa en todo el día?

Hoseok sonrió, dejando escapar una carcajada de entre sus labios mientras apoyaba las manos sobre la mesa de madera oscura. Se levantó y arregló las arrugas que se habían formado en su pantalón de vestir justo antes de hacerle una señal a Yoongi para que lo siguiese. Su porte era el de un jefe controlador incluso sin ser el tipo de hombre que le dejaba el trabajo difícil a sus subordinados. Las señas, miradas e incluso la voz que usaba, a veces incluso parecía estar tratando con un empleado cuando la conversación sucedía entre ellos y eso al chico tatuado le molestaba de sobre manera.

Yoongi no necesitaba a nadie gesticulando para entender qué hacer y lo cierto es que tampoco aceptaba a las personas que mínimamente trataban de ordenarle cualquier cosa, por absurda que fuese. Era una persona libre de opinión y actos, tal vez por eso lo echaban de cada uno de los trabajos temporales que conseguía. O puede que su estúpido orgullo desmesurado tuviese un poco que ver con todo eso.

-Como dije antes, si quieres algo debes pedirlo. Mi descanso empezó hace una media hora pero creí que debido al frío que hace hoy en el exterior, preferirías quedarte dentro del edificio. - Hoseok tomó la mano de Yoongi casi al instante en el que este se puso a su derecha. - La próxima vez avísame.

Yoongi alzó una de sus cejas, llevando la mirada hacia el agarre que su futuro marido mantenía alrededor de su mano.

-Primero. - el chico de los tatuajes se zafó del agarre del magnate. - Si quieres tomar mi mano eres el primero que debe aprender a pedirlo, puedo ceder pero como mínimo deberías saber cómo pedir las cosas adecuadamente. Apuesto a que siempre has tenido todo lo que querías tan solo chasqueando los dedos. Yo no soy así. - su voz era seria pero lo cierto es que la sonrisa irónica que Hoseok estaba mostrándole no hacía más que ponerlo nervioso. No lo estaba tomando en serio y eso lo enfureció. - Segundo, no hagas gestos para ordenarme cosas. A pesar de ese contrato no soy tu mascota.

Hoseok río en voz alta causando que Yoongi frunciera el ceño molesto. Le gustaba, en realidad le encantaba el hecho de que este estuviera haciéndose valer ante él. Eso significaba que Min era una persona con ciertos principios acerca de lo que merecía la pena por dinero y lo que no.

-Primero. - respondió el magnate, imitando a su futuro marido en la forma de expresarse con un tono directo. - Te pediré las cosas con educación cuando tú seas el mismísimo ejemplo de amabilidad, todos debemos predicar con el ejemplo Yoongi. Y sí, para qué mentir. Si yo quería algo simplemente me lo daban, no hay necesidad de mentir. Nuestra situación ha sido distinta pero no me eches la culpa de eso cuando ni siquiera has intentado cambiar tu vida. - el magnate miró directamente a Yoongi a los ojos. Había investigado un poco y sabía de buena mano que solo el pequeño de los Min tenía un trabajo estable a medio tiempo cuando firmaron el contrato. - Segundo, créeme, cuando estés a cuatro ante mí con una correa en el cuello y suplicándome que roce tan siquiera mis dedos en tus zonas más sensibles... - acercó su boca al oído del chico. - Ahí serás una muy bonita mascota Yoongi.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora