Capítulo 30

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"Esta triste melodía se parece a ti . Me hace llorar, tu aroma es una dulce ofensa .Te odio tanto, pero te amo."

— Blackpink


Las manos de Hoseok recorrieron las piernas de Yoongi mientras posaba suaves besos sobre el cuello de este, estaban en un restaurante pero lo cierto es que a ninguno de los dos le importaban las miradas. El magnate se encontraba realmente feliz por tener a alguien a su lado sin tantos reparos como sus anteriores parejas, a Yoongi no le importaba lo más mínimo recibir un beso en público. No estaban dando un espectáculo, sin embargo se sentían excitados y casi cualquier persona cerca de ellos podría notarlo a juzgar por el modo en el que sus labios continuaban buscándose una y otra vez.

La mano de Hoseok acarició el muslo de Yoongi haciéndolo respirar con fuerza. El blanco mantel de la mesa del restaurante tapaba todos esos movimientos, lo cual era una suerte porque al menos uno de ellos estaba a esas alturas completamente caliente.

-¿Estás feliz hoy, Yoongi?

Yoongi sonrió entre el beso, era su último día en Italia y lo cierto es que estaba feliz. Los últimos días al lado del magnate habían sido maravillosos, ya fuera descubriendo preciosos paisajes o perdiéndose entre las sábanas de seda de la cama de su habitación en el hotel.

-Lo estoy... Hoseok... Nos están mirando todos en este instante. - los ojos de Yoongi brillaron bañados en excitación.

-No están acostumbrados a ver a dos chicos así, pero no te preocupes demasiado. Soy el dueño de este local en cierta forma, es el preferido de Taehyung por lo que dono dinero cada año para que los dueños lo mantengan abierto sin problemas monetarios. - los besos subieron hasta la mandíbula de Yoongi.

-¿Lo... eres? Ah... Interesante.

Hoseok sonrió y se apartó de Yoongi cuando un camarero posó los platos con la cena sobre la mesa.

-No es interesante, sólo un negocio sencillo. El lugar funcionaba bien, así que decidí invertir y ahora me dará beneficios. Se puede decir que soy socio de los verdaderos dueños. Debería enseñarte a...

Antes de acabar la frase su marido ya estaba devorando la comida mientras lo observaba con curiosidad. Por mucho que fingiese odiar el trabajo, Yoongi realmente ponía atención a los negocios del magnate e incluso daba buenas ideas de vez en cuando.

-Sigue hablando, te escucho. - dijo con la boca llena.

Hoseok sonrió, mirándolo con una expresión divertida sobre sus pupilas.

-Decía que debería conseguir para ti algún negocio para que aprendas sobre mi trabajo mientras estamos juntos. Estoy seguro de que lo harías realmente bien y siempre puedes consultarme cuando necesites ayuda.

-¿Qué tipo de negocio sería? - Yoongi se relamió los labios, apartando la mirada de Hoseok. Sentía una pizca de emoción ante la idea de que el magnate confiase en él para obtener algún tipo de puesto o trabajo con cierta importancia.

-No lo sé. - la mano de Hoseok acarició la baja espalda de Yoongi y una sonrisa se extendió por sus lindos labios. - ¿Qué le gustaría hacer al señor?

Rieron. Estaban tan perdidos el uno en el otro, en las miradas brillantes y los labios enrojecidos, que ni siquiera notaron la llegada de sus hermanos al local. Habían logrado esa intimidad a través de simples palabras. Estaban más unidos de lo que ambos creyeron posible alguna vez y no sólo en el terreno amoroso, sencillamente se llevaban bien. Muy bien. Compartían gustos musicales, elegían las mismas películas e incluso tenían opiniones similares acerca de algunos asuntos por difícil de creer que resultase. Se dormían juntos y despertaban juntos, los abrazos y tomarse de las manos ya no suponían un problema.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora