Capítulo 49 (Parte 1)

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"Rezo porque caigas en mis brazos mi estrella fugaz. Nunca más te dejaré ir, mi estrella brillante."

—Star (Heize)


La depresión de Hoseok se extendió durante semanas en aquella ocasión. Cada una de las veces en las que parecía mejorar, algo ocurría en su mente y se derrumbaba de nuevo.

-Tienes que comer algo. - Yoongi acarició el cabello del magnate tras posar una bandeja con comida sobre la cama que ambos compartían. Había estado tratando de convencerlo con sus platos favoritos y cocinando más de lo que había llegado a hacerlo en toda su vida, pero Hoseok sencillamente parecía no tener apetito. Sus días se basaban en estar tumbado en silencio con los ojos enrojecidos y el alma rota.

En esa ocasión el magnate nuevamente se limitó a suspirar mientras se apartaba de las caricias para esconderse bajo las mantas. Eran exactamente esos los momentos en los que Yoongi se sentía inservible, permanecer al lado de su marido mientras este se encontraba mal ya no le parecía suficiente. Le gustaría poder ayudarle o arreglar su dolor por unos minutos como lo hacían Taehyung y Jungkook en cada una de las ocasiones que los visitaban. El chico de los tatuajes había pensado en ello, su hipótesis era que la diferencia principalmente se encontraba en que mientras sus hermanos lograban expresar sentimientos cálidos a través de frases muy sencillas que llegaban a poner sonrisas sinceras sobre la boca de Hoseok, a él se le dificultaba ser sincero y decir con todas las palabras aquello que se le pasaba por la cabeza. Porque lo que llenaba su mente en esas ocasiones no era otra cosa que agradecerle al magnate por haberle dado un motivo para esforzarse por crear una vida para sí mismo y continuar trabajando duro, quería decirle que Jung Hoseok debería ser más que un hombre preocupado por sus negocios y que no importaba lo complicada que a veces se tornaba su personalidad porque incluso con las depresiones de por medio todavía merecía ser amado de verdad. El hombre ante sus ojos era mejor de lo que él se había imaginado meses atrás, ni siquiera comprendía cómo es que de vez en cuando la autoestima de su marido se enterraba en pensamientos negativos de una forma tan grave.

Cuando sus hermanos los visitaban, el magnate siempre se forzaba a salir de la cama para mostrar una sonrisa con el objetivo de no preocuparlos. Era solamente con Yoongi con quien se sentía libre de hundirse en el dolor que la depresión le ocasionaba. Pero eso no era algo que entendiese del todo el mayor de los Min, él se limitaba a pensar que no era lo suficientemente ágil o bueno para lograr que su pareja sonriera y comenzase a sanar.

-Volvamos a la mansión Hoseoki, estás mejor cuando hay personas a tu alrededor. - el magnate negó ante las palabras de su marido y Yoongi decidió insistir. Quería lo mejor para Hoseok y regresar a una zona en la que pudiesen moverse con total libertad, sin duda podría aportarle un poco de felicidad a este. - Es lo mejor para ti.

-Me gusta esto. - respondió finalmente Hoseok. Temía que Yoongi estuviese entendiendo mal sus actos y no se equivocaba. Aunque adoraba la presencia de sus hermanos, levantarse por ellos era solo un esfuerzo que se obligaba a sí mismo a llevar a cabo para no preocuparlos e interferir en sus estudios. Él realmente prefería estar con Yoongi aunque fuese en silencio y tumbados sobre una cama durante horas, en ese lugar podía simplemente mostrarse débil cada vez que lo necesitaba. - Aquí no hay demasiadas responsabilidades y puedo descansar del trabajo por unas semanas. Si vuelvo a casa será un sinónimo directo de trabajo. Lo sabes tan bien como yo.

Yoongi no sabía nada en realidad. No sabía si su marido estaba siendo sincero, no sabía si debía obligarlo a regresar por una vez y mucho menos sabía qué decir en momentos como ese. Conocía a la perfección a Hoseok a esas alturas y estaba seguro de que en los meses que llevaban juntos ambos habían obtenido un gran nivel de confianza, pero en las circunstancias en las que se encontraban ahora todo su conocimiento acerca del magnate parecía diluirse de la misma manera en la que lo hacían las aspirinas cuando las dejabas caer en el agua. Se quedaba sin ideas mientras trataba de levantarle el ánimo. Y maldita sea, si tan solo él entendiese lo mucho que se estaba esforzando para lograr hacerlo feliz. No se trataba de una actuación ensayada y guionizada, Min Yoongi realmente ansiaba poder lograr que su pareja sonriese con ganas. Quería escuchar las carcajadas de nuevo brotando desde los labios del magnate.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora