Capítulo 37

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"Recordando todas esas noches con tu cuerpo derecho al cielo. Me trabajarías hasta la mañana. Caer dormido a las nueve y media (a.m) Tan locamente enamorado y suficiente, nunca fue suficiente. Dime que nuestro tacto no se ha apagado"

—Adrenaline (Lauv)


La lluvia cubría cada parte de las calles por las que Yoongi andaba. Llevaba puestas sus viejas a la par que destartaladas botas negras, sus vaqueros rotos, su chaqueta de falso cuero y todo a su alrededor le recordaba quién era realmente. Había tardado solo un día en salir de esa mansión y arrastrarse hasta su viejo barrio con la intención de meterse en algún problema. Quería recordarse a sí mismo de dónde provenía, por eso seguía ignorando cada llamada de Hoseok.

-¿Min Yoongi? - la mano de Kihyun se posó sobre su hombro y alzó la mirada para captar los ojos de su amigo. A pesar de las gotas de lluvia cegándolo, todavía podía reconocer esa voz.

-Borra esa expresión de tu cara, da la sensación de que has visto un jodido fantasma. - una risa subiendo por su garganta lo hizo sentirse realmente bien. Estaba de nuevo en casa y Hoseok no podía impedir eso. Nunca pidió ser salvado, nunca fue una princesa. - Kihyun...

-Lo siento, realmente no pensamos que regresarías. Después de lo de Jimin te volviste distante con nosotros, además, escuchamos que estás ejerciendo de gigolo para un tipo con dinero. - su amigo se relamió los labios con una expresión divertida. - ¿Le estás rompiendo el culo bien a ese niño rico, Yoongi?

Por algún motivo el mayor de los Min frunció el ceño, le gustaba estar de vuelta en su barrio pero le resultaba desagradable que Kihyun mencionase a Hoseok de una forma como esa. No le gustaba que él se atreviera a juzgar a su marido o lo que los dos tenían sin tan siquiera conocerlo, sin embargo no hizo nada para detenerlo.

-Tendrías que escucharlo gemir. - le siguió la broma, tratando de ignorar la culpabilidad que escalaba por su pecho en esos instantes. - Es como una fiera cuando lo hacemos. Cierra los ojos, me araña y abre la boca cada vez que se queda sin respiración. El idiota adora que le destroce el culo.

Kihyun pasó su brazo sobre los hombros de Yoongi, comenzando a caminar hacia el bar que siempre frecuentaban. Ambos sabían a dónde iban, incluso antes de haberlo mencionado en voz alta. Las tradiciones nunca se perdían y los sábados siempre eran dedicados al club Adrenaline. Y aún así había ciertas cosas que no terminaban de gustarle de ese sitio, el mejor ejemplo eran esas chicas internacionales sirviendo copas sobre patines con ropa que él definitivamente estaba seguro de que rozaba la línea de lo ilegal. Sus manos jamás iban hacia ellas pero por desgracia sabía que existían muchos idiotas que no conocían el significado de mantener las distancias. No debería darle ganancia alguna al dueño de un sitio así, el caso es que sus memorias iban mucho más allá de eso.

Incluso cuando había ciertas cosas del local que no le gustaban, Adrenaline continuaba siendo uno de los mejores lugares de Seúl dentro de su zona para perderse entre la música sin que la cartera terminase vacía en menos de una hora. En algún momento de su vida él vivió para eso, Jimin sabía cómo divertirse a pesar de todo y a ese precioso muchacho que se mantenía vivo en su cabeza le encantaba bailar hasta que sus mejillas se enrojecían. Por eso estaba volviendo, necesitaba sentirlo cerca de nuevo a pesar de que no podía. Con Hoseok lejos el sentimiento de soledad no dejaba de aumentar ni por un maldito segundo.

Jimin. Jimin. Jimin sobrevoló su cabeza tan pronto como puso un pie en el interior de Adrenaline. Deseaba volver a escaparse del instituto para ir a por algunas cervezas a la tienda de conveniencia, subir al monte juntos para observar las luces de Seúl iluminándolo todo durante el invierno, corretear por las calles sin rumbo definido y perderse juntos entre sonrisas interminable. Los dos se pelearían por las caricias que el muchacho siempre dejaba caer sobre los muslos de Yoongi y Jimin diría que solo era una muestra de familiaridad que no lograba evitar. Después, cuando la noche comenzase a caer sobre ellos acabarían en Adrenaline con el único objetivo de dejar escapar su frustración sexual con alguna mujer a la que fingían amar para no ser descubiertos. Aunque los únicos labios que querían besar y adorar eran los del contrario.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora