Capítulo 29

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"Porque somos sólo niños que crecieron muy rápido. Sí, los buenos mueren jóvenes pero los grandes siempre quedarán. Estamos envejeciendo pero somos soldados esta noche"

-Living Louder (The Cab)



Yoongi se removió entre las sábanas y con un suspiro se abrazó al cuerpo de Hoseok, le gustaba sentir ese calor que emanaba el cálido cuerpo del magnate. Al principio le preocupaba haberse acostumbrado a esos pequeños detalles del día a día qué tan nuevos le resultaban, pero después de un tiempo decidió ceder. El contacto físico nunca le había agradado demasiado pero su marido era bueno sabiendo cuando necesitaba espacio. Ya no le tomaba la mano tan precipitadamente o con excesiva frecuencia, de hecho Hoseok había modificado su conducta para adaptar sus deseos a la forma de ser de Yoongi. Permitía que este decidiera siempre que hacer, incluso si de vez en cuando tomaba su mano porque sí o lo acariciaba durante horas sólo para escuchar sus bonitos suspiros adormilados.

Tras su pequeña pelea llegó la calma y con la placentera reconciliación los dos aprendieron que para que la convivencia funcionase debían tenerse en cuenta el uno al otro siempre. Incluso si era un matrimonio casi falso. El juego podía ser dulce en lugar de estratégico, no perderían el tiempo en decidir la jugada perfecta o se olvidarían del objetivo principal, disfrutar de lo que les aportaba este.

-¿Estás despierto, nene? - preguntó Hoseok, acariciándole la espalda con delicadeza.

Yoongi gruñó en un susurro y escondió la cara en el pecho de este, volviendo a abrazar su cintura. El magnate había aprendido rápidamente que su marido se volvía más cariñoso cuando tenía su propio espacio, no tenía que forzar nada para que Yoongi jugase al matrimonio perfecto. Casi podrían parecer una verdadera pareja de enamorados ante el mundo, al menos en las mañanas.

-Lo estoy. - dijo finalmente, aún sin soltarse del abrazo. Hoseok despedía un calor tan acogedor... Se encontraba inmensamente cómodo así, entre sus fuertes brazos. - ¿Tienes trabajo hoy?

El magnate negó, para sorpresa de Yoongi. A pesar de que se habían reconciliado varios días atrás, Hoseok siempre salía a trabajar en las mañanas y no se veían hasta la hora de comer. Ese era de alguna forma el espacio que se daban el uno al otro. Podían disfrutar de cosas por separado para luego estar más animados juntos.

-¿Quieres desayunar en cama hoy, lindo? - Yoongi asintió rápidamente. Nunca se cansaría de los lujos que ese matrimonio le proporcionaba. ¿Quién lo culparía por desear una vida acomodada después de tantos años en la pobreza? Era egoísta porque la vida le había obligado a serlo, de la misma forma que su hermano era desconfiado. Y no había nada malo en eso.

Ellos tenían motivos para ser de la forma en que eran, fuesen o no justificables formaban parte de sus personas y en mayor o menor medida de lo que en esencia eran.

-Quiero algo dulce, con chocolate si es posible. - dijo levemente adormilado, separándose de Hoseok mientras rodaba en la cama aún con las piernas envueltas en mantas. - Me apetece.

-Pediré la especialidad dulce del chef entonces, he escuchado que los brownies son realmente buenos en este hotel. - Hoseok posó un beso sobre la frente de su marido, ni siquiera podía lograr creer que Yoongi estuviera tan tranquilo y cariñoso con sólo cambiar un par de actitudes en su conducta. Y aunque tal vez solo actuaba bien y probablemente era lo que más sentido tenía, aún le gustaba pensar que el chico de los tatuajes estaba comportándose con total sinceridad.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora