Capítulo 51 [Pt. 1]

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" Si no puedo recordarte por completo, entonces déjame una parte de ti que no pueda olvidar."

—Don't Forget (iKon)

Hoseok dejó caer sobre el suelo la ropa de Yoongi y sonrió cuando este rápidamente se acercó a él para besarlo. Apartó la cara en un acto juguetón lleno de diversión y volvió a reír, había descubierto cuánto le gustaba torturar al chico de los tatuajes con los labios.

-¿Sucede algo? - Yoongi parecía confundido y eso le daba un aspecto realmente adorable. Lo miraba con los labios entreabiertos y los ojos brillantes, impaciente por comenzar su sesión de caricias.

Los dos se habían acostumbrado a esa rutina de besos y toques cariñosos antes de dejar que sus cuerpos se entrelazaran mutuamente en la cama con las sábanas envolviéndoles las extremidades. Podían pasarse minutos perdidos en la sensación de felicidad que les provocaba estar juntos, las preocupaciones parecían quedarse completamente atrás cada una de las veces en las que sus bocas se encontraban. Era sumamente bueno, sumamente especial.

Pero a Jung Hoseok le apetecía jugar solo un poco con la paciencia de su marido esa noche. Lo suficiente como para verlo protestar con el bonito ceño fruncido que se formaba entre sus brillantes ojos cuando algo no terminaba de gustarle.

-Será sin besos hoy. - el magnate sonrió de nuevo y empujó a Yoongi hasta hacerlo caer sobre la cama. Sus ojos posados sobre los de su pareja, atento a cada una de las reacciones por parte de este. - No me mires así, es un buen castigo. Apuesto a que empezarás a rogarme pronto, es la única forma en la que puedes mostrarte sumiso. Sabes que me gusta eso. Los dos podemos tomar ese rol y es placentero cuando de vez en cuando me dejas ver esa faceta en ti.

Yoongi suspiró sin protestar, no podría decir en voz alta que esa actitud de Hoseok siendo dominante lo enfadaba o acobardaba porque la única realidad que existía era que sencillamente lo volvía adepto. Le encantaba ver al magnate de una forma tan sexualmente masculina, sosteniéndolo y guiándolo. Ordenando cosas pero siempre preguntando con ojos protectores. Asegurándose a cada segundo de que todo iba bien.

Incluso si sonaba a cliché él podría afirmar sin dudas que una buena parte de su atracción por ese hombre que ahora comenzaba a acariciar sus muslos, se encontraba en lo bien que se desenvolvían juntos en la cama. Eran instintos básicos, incluso la ciencia sería capaz de explicar el motivo por el que su cerebro estaba comenzando a ver en Jung Hoseok la perfecta pareja de por vida. No eran pájaros o lobos, pero al fin y al cabo, al igual que estos, el ser humano era y es un animal.

-¿Te gusta tanto? - Yoongi pasó su mano por el torso de Hoseok. Su marido no era un saco de músculos, sin embargo su torso estaba levemente marcado y su cuerpo sin duda le resultaba tremendamente atractivo. Ligero a la par que fuerte, jocoso y serio a la par.

Desde ese primer día en el que sus pieles se rozaron, Yoongi sentía gran placer. Lo hacía cada vez que su pecho y el del magnate chocaban, se rozaban y se mantenían en contacto. Ninguna mujer podría darle esa intimidad, incluso si podía disfrutar del sexo con estas... Nunca se parecería a lo que Jung Hoseok le provocaba.

-Empieza de una maldita vez. - dijo, envolviendo con sus brazos la nuca del magnate. Lo quería cerca, lo más que pudiera.

Hoseok sonrió y rozó su nariz con el cuello de Yoongi, provocándolo de la forma en la que a los dos les gustaba. Para él era realmente importante conseguir que el chico de los tatuajes demostrase sin miedo cuánto le gustaba y deseaba esa situación pues significaría que estaban comenzando a avanzar incluso si el proceso había sido lento. Sus manos acariciaron lentamente los muslos de Yoon, sabiendo que era uno de los movimientos que más reacciones causaban en su marido antes de mantener relaciones. Cuando lo vio retorcerse necesitado sonrió ampliamente y mordisqueó sin fuerza las clavículas repletas de tatuajes. Amaba el hecho de que el arte impregnara la piel de su pareja, el modo en el que los colores se dispersaban con tanta vividez y los dibujos contaban tantas historias que Hoseok había perdido la cuenta de todos los significados que el mayor de los Min le había descrito en esos últimos meses.

THE PLAYER [Yoonseok] - (Editando Ortografía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora