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"Vestimenta"

Un bocado más y pudo levantarse antes que Diecisiete de la mesa con el plato sucio en manos. Deja el plato en el lavatrastes, abre el grifo y el agua moja el traste quitando algo de salsa del mismo. Agita las manos disminuyendo las gotas de agua y pasa en su pecho para secarlas.

Dieciocho dejó el plato en el mismo lugar y le hechó un vistazo. Black conservaba la misma ropa aunque se haya bañado.

— Necesitas ropa —las repentinas palabras de ella le sobresaltó un poco.

— Iré por ella. Krillin me dijo que las dejara en su departamento compartido...

Ella negó varias veces tocándose la sien, suspiró y volvió a mirarle.

— Lo siento pero esa ropa ya debe estar repartiéndose entre esos —pensó unos minutos y corrió la mirada a su hermano aún comiendo— ¡Diecisiete!

El otro hizo un sonido con la boca llena, le dio a entender a su gemela que continuara.

— Llevarás a Black al centro comercial y le comprarás ropa. A fin de cuentas tú querías que esté aquí.

Acomodó unos cabellos detrás de su oreja mientras rozaba hombro con el azabache. En la cocina solo se hallaban el ojiazul y aquel pelipalmera, ambos en un silencio abrumador; no había palabras que cruzar.

Espera pacientemente a que el contrario terminara la cuarta parte de la pasta.

Su vista perdida lo distrajo por unos segundos hasta que unos brazos arrinconaban su cadera contra la meseta. Diecisiete lavaba su plato tomándose su tiempo en esa posición; no dio importancia a como vería Black esa acción.

Una vez terminó, se alejó del chico.

— Vamos.

Black asintió y le siguió hasta la puerta, posteriormente, lo acompañó en la caminata.

— Yo... No tengo dinero —detuvo su paso a metros de las puertas eléctricas.

Diecisiete giró mitad de su cuerpo para observarle sin ningún gesto.

— El dinero nos sobra, sigue caminando. —comenzó a caminar cuando el otro decidió hacerlo también.

Trota y lo alcanza en el interior del gran centro comercial que les daba la bienvenida con una bella fuente, una cristalina agua y la estatua de ángel dando la finta de que derramaba agua de su caldero.

Para cuando aparta la mirada, el ojiazul estaba a metros de él y con vergüenza corre para alcanzarlo otra vez. Una duda rondó por su mente y se atrevió a preguntarle.

— Tú... ¿Trabajas como dibujante?

— Exclusivamente para Míster Satán —guió al menor a un sex shop sin que lo note.

— ¿Es tu jefe? —negó— ¿Entonces?

— Es un guerrero «muy fuerte», eso ni él se la cree.

Una vez dentro, lo hizo caminar por los pasillos llamando la atención de los empleados de ese turno.

Sigue relatando cuando percibe la confusión— Nos da dinero para mantener su secreto y que nos hagamos pasar por sus discípulos. Digamos que le superamos en fuerza pero no quiere que nadie se entere de esa verdad.

— Entiendo... —dirige su mirada al frente. Observando una cola de gato muy suave a simple vista.

Aquella cola estaba colgada con ayuda de unas bolas en un extremo. Ese producto le hizo ladear la cabeza.

— ¿Qué es esto?

Voltea a mirar al contrario que tenia la atención en trajes eróticos en temática de animales como gatos, perros, vacas, leones, entre otros.

— Es un juguete sexual —da un paso atrás una vez informado.

— Según recuerdo, venimos por ropa... —llega a él sin apartarle la vista de encima, por el momento su vista era inocente y no quiere quitar ese hecho.

— Un momento... necesito una idea de la ropa con la que te dibujaré...

Con escuchar eso le daba ganas de tirarsele encima a golpearle. Se abstuvo de hacerlo, solo desvió la mirada con un suspirar pesado.

— ...eres idiota.

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora