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''Visita''

Los platos desaparecieron de la mesa y reaparecieron junto con otros trastes limpios, Black fue el encargado de hacer debido a que Diecisiete no tenía en buenas condiciones las manos, por ello, recibió un bufido del azabache por tener que servirle al ojiazul cosa que no le agradaba.

Hizo acto de presencia en la sala donde Diecisiete tomaba asiento y con los codos hacía un tonto intento de pasar la hoja de su cuaderno de dibujo. Black puso los ojos en blanco y se sentó a un lado de él tomando sus manos y llevándolas cerca de su muslos para untarles yodo y darles un relajante y estimulante masaje con el fin de que éstas olvidaran su dolor.

Su mano gira lentamente de manera que el dorso quede expuesta a los masajes, con esto hecho, sus dedos se acomodaron entre las piernas de Black que poco le importó, podía dar leves golpes con las yemas de los dedos y el azabache no lo detenía, sólo se concentra en aliviar el dolor de mano, cuando su mano iba para más el masaje había acabado por completo y esta vez fue a la otra mano. 

– Debes tomarte descansos para 'fotografiar' algo. –Diecisiete desvió la mirada lentamente.

Los dedos de Black daban en puntos claves en los que a Lapis le salían uno que otro suspiro por lo exquisito que se sentía, la textura, la suavidad con la que lo tratara por ser hombre pero se vio interrumpido por el estruendoso sonido del timbre, seguido del golpeteo de la puerta.

Black dejó de lado al peliazul y se dirigió hasta la puerta sin esperar que se encontraría con Niko con una sonrisa y una torre de caja de chocolate mientras escuchaba una canción 'Wataru Hatano' que escuchaba fuera de ellos por el sonido tan elevado que estaban.

– Motto su-ki ni na-ru...–finalizó la canción conectando las miradas con el menor frente a él.

– ¿A qué se debe tu visita?–cambió el tema y salió de la casa cerrando la puerta detrás de él.

Atrás de la puerta, Black aceptaba los chocolates mientras Niko buscaba la forma de confesárselo de manera innovadora pero romántica, dentro, Diecisiete fruncía el ceño y e imaginaba las malas intenciones de ese chico, que por supuesto se había ganado su total odio.

'Hum, motto suki ni naru...'

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora