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''Vestimenta''

Suspiró... una... dos... tres veces y su molestia se esfumó en el momento que su ceño se preparaba para fruncirse. Diecisiete paseaba la mirada de arriba a abajo y viceversa por el traje erótico preguntandose por qué quería descubrir como se vería el azabache con ese vestuario tan... adorable (bueno, esa no era la palabra que lo justifica, pero es para no considerarse un pervertido).

Black, por su parte, le informó que lo esperaría en la tienda de al lado buscando ropa que sí usaría. Con lo eso dicho, se fue lejos de él; su visión del ojiazul es que era un idiota, así de sencillo.

La mitad de su cuerpo giró para mirar lo que antes observaba Blak, aquella cola negra esponjada; ¿le quedaría? bueno, viene en diversos colores así que no hay muy en que preocuparse. La tomó de la parte peluda y observó las bolas que colgaban en un extremo. Y no, no era homosexual pero tenía el conocimiento básico como para saber donde se pone y con qué fines.

En fin, lo devolvió y se dirigió a donde el azabache le había informado. Una vez dio un paso ahí, y aunque no lo quería admitir en palabra, pensó que llegó en un perfecto momento; resulta que Black salía de los probadores con un conjunto casual que consiste en una camiseta negra que en el torso estaba holgado; un pantalón de mezclilla corto después de las rodillas que a sus ojos lucía lo suficientemente ajustado para tener hipótesis de la proporción de su trasero.

— Hm... —corrió la mirada y se encontró con Diecisiete— ¿Y qué tal?

— Te vez bien, combina con tu nombre —con ello se ganó una risa sarcástica-

—Bien, creo que ya es todo —alzó una ceja en confusión.

— ¿Sólo eso vestiras? —el otro negó.

—Mientras estabas de iddiota... en la otra tienda, aproveche a probarme todo lo que pude... y por lo menos recibir una aprobación de alguna ropa. —asintió.

Después de colocarles las hombreras a cada ropa, las tomaron y se dirigieron al mostrador. El cajero con el rostro lleno de frustración al mirar la abundante ropa, pero ésta se suavizó al notar la presencia de un conocido.

— ¿Black? —llamó su atención y ahí comprobó su sospecha— Eres tú, ermitaño

Hizo una mueca, muestra de incomodidad, viejos recuerdos llegaron a su mente al identificar el rostro del contrario; uno más perturbador que otro. Esa tensión fue tomada en cuenta por Diecisiete— Hola... Nino(?)

— Nicko —corrigió.

— Ajá...

La voz de Nicko fue una total tortura para sus oídos, solo quería que terminara de escanear cada prenda, le diera el precio y pagar de una buena vez, pero no; el empleado le colmaba la paciencia y atrasaba la fila con sus anécdotas que no le tenía ni la más mínima interés.

— ¿Quién es? —se atrevió a preguntar Diecisiete al azabache que se frotaba el rostro buscando clemencia.

— Nicko... —habla entre dientes— ...en preparatoria lo defendí de unos bullys y desde ese momento no se apartaba de mí...

Diecisiete corrió la mirada al joven que no paraba de hablar hasta que sacó la pregunta del millón.

— Ah... que viejos tiempos. Por cierto Black, ¿por qué te fuiste? Te dije que te iba a dar una sorpresa por nuestro 10º aniversario.

— Un parásito me perseguía a donde fuera... ese parásito me volvió a encontrar —se reincorpora de su postura de cansancio— Por favor Nicko... deja de parlotear y cobra esto

— A la orden —exclamó en un tono militar.

Black se tachaba como perdido. Pensaba que Nicko nunca lo encontraría en esa parte de Japón. Y es que si antes no se separaba de él, investigaba de él, salía con él e incluso corrió el chisme de que eran una «pareja». Esa fue la gota que derramó el vaso, fue boleto de primera clase para irse de ahí, pero ahora...

— ¡Ah! Olvidaba decirte Black, tengo muchos regalos que darte desde que no te veo.

«Por favor que no investigue... por favor que no valla a donde me hospedo»

— Te llevaré los regalos a donde vives, me las arreglaré.

«Maldición...»   

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora