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"Retrato"

Más tardar una hora para que la puerta fuera tocada. Dieciocho estaba muy ocupada preparando de nueva cuenta la comida y todo por su hermano a quien le pidió dos cucharas soperas de sal y terminó por darle azúcar... La comida que le llevo media hora en hacer se fue a la basura.

Diecisiete fue el que se acercó y abrió la puerta de su casa. Tuvo que bajar un poco la mirada y así notar que era Krillin quien tocaba. Retrocedió dos pasos y le dio paso a él y un acompañante que ni bien había visto su rostro.

- ¿Cómo has estado, Diecisiete? -empezó una charla mientras tomaba asiento en el sofá.

- He estado mejor -respondió con simpleza.

El acompañante de Krillin se sentó junto al anterior, como era su primera visita prefirió no separarse del chico hasta haber agarrado confianza.

- ¡Krillin! -la rubia hizo acto de presencia en la sala con dos platos de pasta-.

- Dieciocho, hola -dio una sonrisa creada por el nerviosismo.

Dejó las pastas en la mesa, su hermano y ella en un plato, el otro lo compartiría Krillin y su amigo. Suspiró y sentó en un sillón cercano a Diecisiete, quien parecía analizar con la mirada al individuo desconocido, tal vez eso hacía.

- ¿Quién es el que te acompaña?

El desconocido conectó miradas con el muchacho por cortos segundos, luego volvió a apartar la vista de él.

- Pues él es Black. Es un nombre extraño pero es por no llamarle Goku -rió.

Asintió y presentó la rubia, de paso también al ojiazul. Black permaneció callado durante la charla entre su amigo y la chica, y es que lo acompañó de casualidad. Solamente tenia un día de estar en esa ciudad.

Entre tanta plática, Diecisiete fue el que interrumpió a la pareja. No despegaba su curiosidad del chico.

- ¿De dónde es Black?

Krillin le miró y sonrió apenado por dejar de lado a su compañero- Disculpa, él viene de la costa. Acaba de llegar por que obtuvo la beca para ir a nuestra escuela.

Black se mantuvo en silencio. Eso le molestó un poco al ojiazul.

- Además, no tiene donde quedarse. Iba a preguntarle a Muten Roshi si había espacio para uno más.

- No es necesario -con ello, captó la atención de todos- el se quedará aquí.

Black le miraba algo extrañado por esa confianza a un desconocido. Ni siquiera sabia de sus antecedentes penales, si es que los tenía.

- No debes tomarte las molestias, Diecisiete. Black estará mejor con nosotros...

- Ya dije Krillin.

Permaneció callado y finalmente suspiró con resignación. No debería llevarle la contraria si es que quería ganarse al cuñado.

- Black se queda entonces. Tenemos una habitación al fondo.

El azabache asintió y de nuevo se perdió en sus pensamientos, la pareja en su platica y Diecisiete en su vista.

Sin perder tiempo agarró una pluma cercana y una de las servilletas que su hermana había traído. Dibujaba suaves lineas por encima del papel, primero hacia una estructura de como se encontraba sentado y acomodado el cuerpo de Black.

Las facciones fueron algo complicadas pero después de practicarlas en el reverso del papel, pudo hacer una semejanza. Fue detallando el cabello negro opaco, especialmente los mechones que caían en los ojos del chico.

Lo demás fue algo estresante, además de que se preocupaba de que Black cambiara la postura y enviara todo su esfuerzo por el caño. Miraba su cuerpo por cortos segundos y dejaba de verlo por minutos, así no levantaría sospecha de que le observaba minuciosamente en algunos lugares que no debería.

- Dibujar la perfección es frustrante... -pensó y dejó la servilleta en la mesa junto a la pluma de tinta azul.

Bastó dos minutos para que el azabache mirara y notará el retrato exacto de él. Corrió lentamente la mirada hasta toparse con dos ojos azules y finalmente apartarla.

- Que tipo más extraño... -murmuró.

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora