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''El manga''

Lentamente fue librando su brazo. Por otro lado, Black, levantó ligeramente la mirada al ojiazul quien le había dado la espalda y regresado a la cocina. Suspiró de alivio al no sentirse arrinconado a tan incómoda situación de la que era víctima.

- Bueno, no olvides tu basura... -Diecisiete no le dio el más mínimo interés de que el azabache arrastraba su maleta hacia la puerta.

Tenía la ligera sensación de tomar el equipaje y ordenar las ropas en los respectivos cajones de la habitación de invitados. Aunque, si lo piensa bien, el joven Black no duró ni 4 días estando bajo el mismo techo. Es que nunca creyó que su inspiración tenga un dulce cuerpo en combinación de un amargo carácter, seco y agrio... Suspiró y abrió otra lata de refresco la cual dejó a la mitad en un trago.

- Está bien...

Su rostro decía todo, le daba igual lo que hiciera con su vida. Si se quedaba, bien; sino, es lo mismo. No daba ni le quitaba, o eso creyó él... Desde ese instante, han transcurrido un aproximado de 6 días.
Míster Satán le sacaba de quicio con las constantes llamadas, aunque en parte es su culpa por no molestarse en siquiera hacer el esfuerzo de continuar con la magnificencia de tomo que ya tenía publicidad bajo la patrocinación de 'Gimnasios Satán'. ¿Qué fin tendría? Se supone que dicho manga relata todo lo que vivió con tan peculiar chico, sin embargo, cómo seguir si el personaje principal ya se marchó.

- ...Pero qué imbécil soy.

En efecto, después de que el final se viera interrumpido es cuando le toma la necesaria importancia a la partida de Black. Pero ya es demasiado tarde ¿no? Supone que ya debe estar en alguna parte del mundo, en otro continente, otro país, muy lejos de él. Fue la tercera vez que suspiraba en ese día y a Lazuli ya comenzaba a fastidiarle su desdicha que incluso le contamina, por ende, sacó de su bolsillo su móvil y marcó a una persona muy específica, su número de memoria se sabía.

- Krillin... sí. Le diré, sólo te aviso.

La rubia colgó antes de escuchar las objeciones que traería su siguiente acción. Pues llegó hasta la habitación de su hermano, el cual se encontraba con la cabeza echada en el escritorio mientras soplaba un bolígrafo sin fines de tirarlo fuera del área; golpeó dos o tres veces la puerta (aunque ésta ya estaba abierta, con el propósito de que se notara lo mal que se encontraba Lapis), atrayendo la atención del contrario y así permitiéndole la entrada.

Acercó una silla a un lado de él y tomó asiento. Observó momentáneamente al ojiazul, hasta que soltó sin titubear.

- Black está en el departamento Kame. Con Krillin. -dejó de soplar el bolígrafo para mirarla a ver directamente.

- ¿Eso qué me importa?

Chistó los labios y cruzó una de sus piernas encima de la otra.- Ha de importarte mucho, desde que se fue estás como en un principio. Sin inspiración.

Revoloteó la mirada y acomodó su cabeza de tal forma que no viera a su hermana con esa mirada de 'tengo razón' ¡Pues sí, maldita sea! Tenía razón, pero ¿sería de muy mala educación ir y pedirle que regrese sólo para el final del manga y luego que haga lo que se le apetezca que ya no le sirve? Bueh, para todo hay una primera vez.

- ¿En el departamento Kame, dices?

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora