19

44 3 0
                                    

''A mi lado''

Gimió, pidió por más, le abrazó. Poco recordó después de decirle esa pequeña frase que tanta vergüenza le daba, porque en un parpadeo se encontró sumido en un mar de sensaciones placenteras, tanto que perdió la cuenta de las veces que mencionó su nombre.

Los besos repartidos en su cuello, los recibido en sus labios; las caricias en sus mejillas, torso y muslos aumentando la temperatura de su cuerpo que casi asemejaba a una caldera humeante; y su pecho, esa agradable sensación que se instaló allí sigue persistente ahora. Black repasaba inconscientemente los sucesos de la noche anterior en sus sueños y duraría más descansando de no ser por unas punzadas atacar su espalda baja y su cadera, no dolorosas, sino incómodas.

Parpadeó unas cuantas veces, adaptando su vista a la luz del candelabro y por fin, despertando.

''Así que a esto le llaman... ¿tener relaciones?'' , Su cabeza dolía un poco, sus rodillas y codos dolían igual... En algún punto dejaron de hacerlo en la cama, el suelo resultó una buena opción por el calor del momento. Pero no podía quejarse si al despertar se encontraba con él, rodeándolo de los hombros y sumido en su propio descanso.

Pudo dar un suspiro de alivio, porque le preocupaba abrir los ojos y encontrarse solo en la habitación. Y por muy poco tiempo que le conociera, se dijo ''Él no haría algo así''. Incluso le asustó un poco lo seguro que sonaba pero despejó su mente cuando escuchó un leve bostezo. Tampoco se quedaría viéndolo mientras se despertaba, así que le dio la espalda como si se tratara de un movimiento mientras uno duerme.

— Pensé que escaparías —. Su cuerpo se erizó al sentir su aliento chocar con su cuello, esa parte tan sensible. Pronto su piel fue acariciada por él, sutilmente—. Esperaba despertar solo...

— Ya somos dos... —se sorprendió un poco por lo ronca que sonaba su voz, que se llevó los dedos a la garganta y en la misma sintió leves partes hinchadas. Un recuerdo vino a su mente, cuando Lapis no dejaba de marcar su cuello con esmero—. Pero ambos nos equivocamos —murmuró.

Por unos largos segundos no hubo más charla hasta que Diecisiete se incorporó de la cama, alcanzando su ropa y colocándosela. Sin embargo, Black prefirió quedarse unos momentos más en la cómoda cama, en las cálidas sábanas y porque no quería moverse. No quería descubrir el sin fin de marcas en la extensión de su cuerpo, no era algo de lo que enorgullecerse...  pero tampoco de lo que arrepentirse.

Diecisiete terminó de colocarse la camiseta y giró un poco para verle. Pensaba que llevaban el mismo ritmo para regresar a casa. Por un instante creyó que se encariñó con la habitación del hotel, tanto para siquiera inmutarse de la cama. Pero al ir a la orilla y echarle un vistazo, notó que se preparaba para un segundo descanso... Tampoco se lo negó, a fin de cuentas duró más de lo que pensaba.

.

— ¡Diecisiete!, ¿Cómo se te ocurre hacerme esto? —finalmente su hermano gemelo le cerró en la cara, dejándola fuera de casa con sus maletas. La rubia le tomó desprevenida la decisión del contrario que apenas pudo alcanzar su celular cuando fue correteada de su casa—. ¡Diecisiete!, ¡Esta también es mi casa!

— Corrección, es solo mía. Tú solo te colaste en ella —se separó de la puerta colocando el pistillo. A pesar de eso se siguió escuchando los golpeteos, y un confundido y apenado Black observaba sus acciones. 

Ahora él era el nuevo colado en su casa, con la diferencia que pondría de su parte para los ingresos. Su presencia fue y es esencial para el desarrollo del siguiente volúmen, esos volúmenes dan dinero y el dinero hace que floten sin ir a la deriva. Indirectamente pone de su parte.

La única condición fue prevalecer a su lado...

Y hacer los almuerzos, en eso Lapis era un total asco.

— ¿Enserio que le avisaste con anticipación? —el oji-azul afirmó su pregunta, solo llevándose una mirada de ''¿bromeas'' por el pelinegro. En esos segundos se apreciaron con mayor claridad los golpes a la puerta y los gritoneos de Lazuli fuera de casa— Bueno... eso no suena como si lo supiera con anticipación.

— ¿Y qué más da?, encontrará donde vivir... —le restó toda la importancia del mundo. Su hermana no era una fracasada o inútil para no conseguir una casa, además tenía a Krillin y Krillin tenía Kame House. Allí estaba la solución—. A parte, tenemos asuntos más importantes que atender.

El mayor de ambos tomó asiento en el sillón con una lata de jugo de naranja, y abriéndola. Sus palabras captaron la atención del contrario quien se mantenía a una distancia de la puerta, la cual dejó de ser lastimada por los puños de Dieciocho... Pobre puerta.

— Satán está sofocándome con el manga y ayer todo pasó muy rápido...

Ayer... pensó, y al recordar, sus mejillas ruborizaron un poco— ¿P-pero que rayos dices?

— El manga se enfoca en ti, en lo que ocurrió ayer... Por eso necesito rememorarlo.

Black soltó un pesado suspiro y se fue a sentar a su lado, mirándole con algo de enojo pero nadie le tomaría en serio con ese carmín en su rostro— No quiero volver a ese motel...

— ¿Y quien habló de un motel?... —inexpresivo. Dejó su lata medio vacía en la mesa de centro y se acomodó en el sillón, mirando fijamente a su chico, apoyando el brazo en el respaldo del sillón— Solo repitamos lo que ocurrió y vuelve decir eso.

— ¿Eso? —murmuró y pronto sintió una suave caricia en su mejilla ruborizada. Cuando se descuidó, el contrario aprovechó en tomarle de la nuca y aproximar sus labios.

Nuevamente esa agradable sensación...

Solo fue un suave roce de sus labios—. Decir que te gusto... — tras despertar de su trance de milisegundos, Black simplemente lo empujó súmamente avergonzado por su actitud.

Necesitaba aire, Kami-sama, un respiro. Aún después de todo lo sucedido, Lapis parecía tan inquebrantable como el primer día y no podía luchar con eso—. ¡Agh, te espero en la habitación!—casi echó humo por las orejas y finalmente se retiró de la sala.

Lapis no se esperó ni un segundo más para perseguirlo.

— Todavía falta decir que me gustas... —exclamó algo alto, solo provocando el grito del contrario junto a un bello ''¡cierra la boca!''. Sonrió leve y al verle ingresar en la habitación, igual entró cerrando a su espalda.

Y claro, colocando el pistillo.



  Y así finaliza ''My Inspiration'' ;u; finalmente la terminé. Agradezco a todos lo que se tomaron la molestia de leer de estos dos vatos geis bien dulzones. Hasta otra historia...

U otra temporada... MUAJAJAJA.

My Inspiration [A-17×Black] |TERMINADO|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora