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A la mañana siguiente me levante con más ánimos, tal vez el haber estado con Rosie hasta el amanecer me había hecho bien.

La noche anterior había sido increíble, Rosie lo era. Era linda, tierna, graciosa y bastante directa en algún momento de la noche había salido el tema de Katherine, como me dijo Rubén alguna vez yo hablaba de ella con todo el mundo. Rosie se mostró bastante comprensiva con el tema y me ofreció su ayuda para impedir la boda, obviamente me opuse pero tengo que admitir que no era una mala idea. Pero como dije Rosie era bastante directa así que me dejó claro que era tonto que yo estuviera sufriendo por alguien que no me ama desde la misma manera que yo lo hago .Tengo que admitirlo dolió escucharlo, pero era la verdad y aunque doliera era mejor aceptarla y seguir adelante que seguir sufriendo.

O eso intentaba hacerme creer

Rosie:
HOLA CHICO ME PREGUNTABA SI QUIERES HACER ALGO HOY.

MARK:

CLARO. PORQUE NO? DÓNDE NOS VEMOS

ROSIE:
PUES ACÁ EN WATSON. A LAS 2:00 ? TE PARECE BIEN?

MARK
CLARO. ALLÍ TE VEO. 😉

•••

Eran las 12:00 y yo seguía en pijama así que me puse a ver un episodio de Stranger Things en Netflix en lo que pasaba el tiempo, cuando fue la 13:45 me metí a la duché y me vestí; Jean, una playera roja y tenis negros

Estacioné el auto en Watson y entré a la cafetería. La busqué con la mirada.

— Pensé que ya no vendrías— me habló por atrás

Me di la vuelta

—Hola a ti también — dije con una sonrisa ladeada vestía un vestido de flores con sandalias y dejaba que su cabello rubio cayera a cada lado de su rostro. Se veía bonita— Se me hizo algo tardé pero ya estoy aquí — dije extendiendo los brazos— y ¿Cuál es el plan?

—Pensé que a ti se te ocurriría algo — lucía bastante avergonzada— Estaba aburrida y creí que quizá te gustaría pasar el rato conmigo— hablaba tan rápido que casi no le entendía—Pero si quieres te puedes ir

—Ya estoy acá— le hice ver—Yo te hago compañía hasta que te aburras de mí.

—O tu de mí — se encogió de hombros también tenía la costumbre de encogerse de hombros a cada rato —no hay mucho que hacer por acá pero me puedes ayudar en el mostrador

Caminamos hasta el mostrador y me explicó todo cuales eran los menús y el nombre de cada pan y como debía de servirlo. Evité decirle que yo ya sabía eso porque era un cliente frecuente. Era entretenido verla desenvolverse en su mundo.

—Te quedó claro— preguntó

—Si así que este pan con linitas es una conchita—bromeé sabía que me había dicho que era un pepino y que el pan que tenía un sólo círculo de decoración era una conchita.

Río

—Eres un caso perdido —bromeó— pero no te preocupes cada canasta de pan tiene un cartelito que lo identifica así que no te puedes confundir — me señalo —mientras yo serviré todos las bebidas que te pidan ¿crees poder con eso?— dijo señalándome con la cabeza el mostrador y la señora que estaba del otro lado.

—Deja que te lo muestre. —le dije en tono retador

—Lo que tu digas—me dijo sonriendo de lado mientras iba hacia la cocina.

Dos Cafés, por favorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora