Ella no había dicho en ningún momento que como amigos no podría volver a ganarme su confianza, al contrario había mencionado que hubiera aceptado cualquier invitación de mi parte de no haber sido por mi astuta arma secreta.
El domingo estaba plantado delante debajo de su balcón, lanzado piedras a la puerta que daba a este.
-- Como sigan lanzando esas piedras voy a echarles agua, lo juro--grito Rosie-- Es domingo, por la mañana--Era medio día-- respeten el sueño ajeno, niños.
Seguí tirando piedrecitas hasta que la harte y al fin salio al balcón con una jarra en las manos muy dispuesta a tirarla
-- Que conste que se los advertí--decía mientras se iba acercando más, por suerte había logrado a moverme cuando vacío la jarra de agua--y a la próxima vayan a tirarle piedras a la vecina de al lado, es ella la que les quita las pelotas
--Pues a mí nunca me ha quitado ninguna pelota--dije logrando que viera hacia abajo y dejará de creer que los niños del barrio eran los que la estaban molestando
--Tal vez si lo hubiera hecho no estarías tirando piedras a mi ventana-- me respondió
--Quizá--me encogí de hombros-- pero ya es domingo y lo más seguro es que este en la iglesia
--Y por eso vienes a molestar mi sueño...
--Ya es medio día--le hice ver
--¿Y? Hay personas que disfrutamos del domingo en la cama y te aseguro que es uno de los mejores placeres de la vida: en pijama, una maratón de películas o series y un montón de dulces rodeándote mientras estas acostada en tu deliciosa cama calentita, si señor, lo mejor del mundo.
--Se oye magnifico, pero es un hermoso día y deberías de salir a disfrutarlo
--Gracias, amigo, pero aquí estoy muy bien--se iba a entrar a la casa cuando se volteo de nuevo-- y a todo esto... ¿Qué haces acá?
--Te quería invitar a dar un paseo, como te dije el día está muy hermoso como para desaprovecharlo...Pero como tu estas muy ocupada--Me hice como el que no quiere la cosa--será para otro día -- y sin insistir más comencé a caminar lento calle abajo esperando que se lo pensará y me volviera a llamar, bueno si es que eso funcionaba y si no es que le valía y dejaba que me fuera
--¡eh Mark!--¡Si! había funcionado-- Si me das un rato podríamos ir por ese paseo
--¿Segura? no quiero molestarte, ya tenías tus planes
--Hay que disfrutar del día; espérame en la puerta de la cafetería, que no soy Rapunzel para poder bajar por acá.
Reí por su comentario y comencé a caminar hacia la parte de enfrente de la cafetería.
***
Espere a Rosie por aproximadamente quince minutos, hasta que la vi bajar por las escaleras con unos jeans y una camiseta blanca, llevaba una chumpa de lona y unos converse blancos que hacían juego con la camiseta, se había aplicado un poco de maquillaje lo que hacía que esos hermosos ojos verdes resaltaran, y eso me tenía fascinado, simplemente Rosie era hermosa.
Cuando llegó hasta donde estaba le ofrecí mi brazo, el cual acepto y comenzamos a caminar calle abajo.
Llegamos hasta un parque y la invite a acostarse a mi lado en el pasto
--Esto es hermoso...
--y tu que te lo querías perder...
--¡Oye! no te metas con mi ritual de domingo--
--Pff pero que ritual más aburrido-- bromee-- Quien se quiere quedar en su casa cuando puede apreciar las bellezas que el mundo nos puede ofrecer...
Se sentó de golpe y se me quedo viendo sería pero se veía que una sonrisa se iba asomando en la comisura de sus labios
--Pues yo soy una de esas aburridas
--Se nota que eres de esas, una maratón de películas--bufé y rodé los ojos solo para molestarla , logre que me pegará en el hombro.
--Como que si estar rodeado de mosquitos fuera lo más hermoso del mundo...
--Pero al menos los mosquitos no me hacen engordar, como los dulces...
--Pero si te causan muchas enfermedades--levanto una ceja--¿Me estás llamando gorda?
Le recorrí el cuerpo con la mirada, claramente Rosie no estaba gorda pero por molestarla hice una mueca
--Uhmm solo un poquito
--Eh! --me pego de nuevo en el hombro-- aburrido, como puedes disfrutar de estar tirado aquí-- me respondió acostándose de nuevo a mi lado.
No sé cuánto tiempo pasamos tirados allí, pero en algún momento nuestras manos se había entrelazado y ahora ella jugueteaba con nuestros dedos. Estaba disfrutando tanto de ese momento.
-- Rosie--la llame en un susurro por miedo a arruinar aquél momento
--¿si?--Susurro de igual manera, por lo que comenzamos una conversación entre susurros
--Lo siento...
--Ya no importa
--Claro que si fui un tonto
--Lo fuiste--admite--pero yo tampoco tuve por que reaccionar así tus intenciones no era malas
--Y te aseguro que las de tu abuela tampoco...
No me respondió a eso último y sin soltarme la mano se sentó de nuevo
--Sabes creo que acabo de ver a un señor pasar con una carretilla de helados, ya vuelvo -- Se puso de pie y fue en busca de los helados tan rápido que no la pude detener; estuvo de vuelta cinco minutos después con dos helados uno de chocolate y otro de fresa, me ofreció el de fresa y me hizo una seña para que camináramos un poco, me puse de pie y comencé a caminar a su lado.
Suspiro
--una parte de mí sabe que sus intenciones no eran malas--habla de doña Rosita-- pero la otra no se quita de la cabeza la idea de que para ella solo soy un estorbó y no halla las horas para deshacerse de mí
--No creo que sus intenciones sean esas, quizá solo quiere que salgas más...
--No lo sé -- se encogió de hombros--pero vine acá para ayudarlos y ella parece que con cada cliente que entra a la cafetería busca que me vaya
Eso debía de ser horrible, no sentirse querida, aunque yo con la última llamada que había tenido con su abuela podía asegurar que la señora si la quería.
--¿Por qué no la ayudas a ganar el pastelito de oro?
--¿El concurso que siempre pierde?¿cómo quieres que la ayude? ¡ soy pésima repostera!
--Pero puedes hacer que Carlos la ayude y tú encargarte de conseguir que la gente vote por ella
--Igual eso no serviría de nada
--Puede, pero se ocuparía con algo más que no sea tu vida amorosa--le sonreí de lado--y quizá te deje en paz
--No lo sé, no me convence
--Piénsalo y si quieres yo te ayudo con eso, sé más que tu acerca del concurso
Hizo una mueca y cambio de tema por algo que había visto ocurrir el otro día en la calle donde vivía, mientras me iba contando pude ver como las emociones que había sentido en aquel momento que relataba se reflejando en su rostro, era increíble ver a una persona que podía trasmitir tanto sin darse cuenta poco a poco nos fuimos acercando de nuevo a Watson, me despedí de ella con un beso en la mejilla.

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Dos Cafés, por favor
Fiksi UmumMark siempre ha estado enamorado de su mejor amiga, ella nunca lo ha visto como algo más que eso...Si es otro caído en la batalla contra la friendzone, pero como a todos llega alguien que le hace ver más allá de Katherine Watson, alguien que cambia...