Dos Cafés, por favor

10

La peor parte de toda esa noche fue ver a Sara y Kath discutir, no entendía nada. Llevábamos una hora de haber llegado a mi apartamento y apenas poniendo un pie en la entrada Sara comenzó a lanzarle preguntas a Kath, acerca de Rosie.

—Ahora que vamos a hacer—le preguntaba Sara— va a querer vengarse, Kath.

—Con qué derecho —bufo kath— todo lo que hicimos, se lo merecía.

Katherine estaba realmente enojada, no reconocía el tono con el que se dirigía a Rosie porque ella nunca ha sido así.

—Pero Kath...

—Ya cállate, sabes que no va a hacer nada —rodó los ojos mi mejor amiga— fue hace demasiado tiempo...

—Tú sabes que lo que dijimos no era cierto.

—Decir que era una regalada ¿no es cierto?—preguntó Kath con sorna

—Katherine...

—Ya Sara, te recuerdo que si no fuera por ti yo seguiría creyendo que ella es buena persona.

—Pero Kath...

—No me vengas de muy moral ahora que tu fuiste, la que me dijo que hacer.

Yo no podía más que mirar de un lado al otro como se tiraban la bola o más bien como Kath la tiraba

—Ahora resulta que va a ser mi culpa — bufo Sara— Sabes que vete a la fregada yo te hice un favor, no me vengas con esas charadas, Michelle — dijo su nombre con una sonrisa irónica

—Sabes que detesto que me digan así... — susurró furiosa Kath

—¿Por qué no te gusta que te digan así Kath?— me atreví a preguntar

Ambas se sobresaltaron al escuchar mi voz al parecer se habían olvidado que estaban en mi apartamento

—Si Kath— dijo Sara con ¿malicia?— ¿Por qué no te gusta que te digan así?

—cállate— siseó

—Estamos esperando una respuesta, Michi

—Que te calles, Sara — espetó Kath

—Basta Sara, no la molestes más.

Katherine parecía a punto de explotar a llorar y yo no iba a permitir que Sara la llevará a esos extremos

—Vamos Kathy, dinos no puede ser tan malo — la seguía presionando

—Basta Sara — me metí

— Michi, Michi, Michi... — decía con burla Sara

— ¡ES UN NOMBRE HORRIBLE! — explotó Kath— No me gusta, me trae malos recuerdos, es un asco de nombre ¿contentos?

—Pero si es precioso Kathy, no deberías creer lo contrario.

—Eres tan lindo, Mark — decía Sara

— No te preocupes por mi Marki, es sólo que no me gusta, pero al parecer a Sara aún no le queda claro —me dijo cabizbaja con los ojos llenos de lágrimas.

Me acerque rápidamente a ella y la rodeé con mis brazos

—Hey no te pongas así...— fulmine con la mirada a Sara — creo que lo mejor es que te vayas.— le dije a Sara

—No pienso quedarme a ver como se hace la víctima — dijo levantando sus manos — Feliz noche, Mark.

Y salió de mi apartamento.

Kathy se derrumbó y lloró en mi hombro

—No sé cuál es la necesidad de molestarme hoy, Mark, al parecer todos están en mi contra — sollozaba

—No, nena, tranquila deja de llorar no les hagas caso— la pegué más a mí

—Y he sido tan mala contigo que no entiendo, como aún sigues aquí — se sorbió los mocos

— Es porque eres mi mejor amiga — le di un beso en la frente— y siempre voy a estar para ti, aunque no quieras

Río bajito

—Eres el mejor sabías — beso mi mejilla— no te cambiaría por nadie, Mark.

— Eso espero o me veré en la obligación de darle una lección a quien quiera robarme a mi mejor amiga.

—No va a ser necesario, te lo aseguró —sonrió

—No dejes que Sara te lastime, no sé qué pudo haber pasado con Rosie, pero no permitas que eso borre esa hermosa sonrisa de tu rostro.

— Y tú de dónde conoces a Rosie, por cierto—preguntó

—La conocí hace unas semanas por su abuela.

—La vieja entrometida esa — rodó los ojos— que raro que le esté buscando pareja — rodó los ojos

—Oye no seas tan cruel con Doña Rosita, no es mala persona

—Lo que tú digas, Mark — rodó los ojos y se acercó más a mi estábamos bastante pegados en mi sofá y comenzaba a ponerme incómodo — No confíes totalmente en ellas, Mark.—besó mi mejilla— no son tan buenas como parecen en un momento te hacen confiar en ellas y en el otro te dan una puñalada por la espalda.

La incertidumbre de saber qué era lo que había pasado, me estaba carcomiendo, que tan grave podría haber sido lo que pasó entre ellas. No me podía quedar con la duda así que me aventuré a preguntar pero como me lo esperaba no me contestó lo que yo hubiera deseado.

— ¿Que te hicieron?

—Hoy no es una buena noche para contarte, pero prometo que muy pronto lo haré ¿sí?

Así que en ese momento me podría haber quedado con la duda o mejor le preguntaba a Rosie.

Y la segunda parecía una mejor opción.

Sólo esperaba que ella si me contestará.