Capítulo 37: Tiempo después

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Había olvidado que por las malditas rendijas de la persiana entraba la luz del sol y me daba en los ojos, era muy fastidioso. Quise moverme y estaba enredada en las sabanas, así que volteé como pude para abrazar a Daryl por la espalda y besar algunas de sus cicatrices que tenía, oí que rió a causa de mis besos

—Amor, me haces cosquillas— 

—Lo sé, pero me encanta oír tu risa en las mañanas— comenté entre besos que aún daba en su espalda, como pudo se volteó para quedar cara a cara conmigo

—Y a mi me encanta ver tus ojos y tu sonrisa— dijo mientras acortaba cada vez más la distancia con mis labios

—Tengo el día libre ¿qué sugieres hacer?— le pregunté luego de robarle un beso

—Mmmm con que tienes el día libre— comenzó a hablar mientras acariciaba mi muslo con el dedo índice, mi piel se erizó ante su contacto

—Creo entender esa indirecta— contesté entre risas, el cazador se abalanzó sobre mi para besarme y acariciarme tan apasionadamente que me hizo estremecer. Sus cálidas manos pasaron de mis brazos a mi cuello y luego mi pecho, mis senos para acabar deteniéndose en mi abdomen; por mi parte abracé parte de sus piernas con una de las mías y mis manos recorrían su espalda sin detenerse en ningún momento. Mientras más tiempo pasaba, más deseaba que me haga suya como cada noche; lo deseaba y amaba tanto que el sexo solo era algo más.

Nuestro amor era más profundo que un rato de placer, nuestro amor era puro e incondicional, luego de que ambos llegáramos al éxtasis de la pasión Daryl me estrechó entre sus brazos susurrándome al oído

—Te amo, te amo como a nada en este mundo y en el antiguo. Fuiste lo mejor que le pasó a mi vida, desde que estamos juntos me siento el hombre más afortunado y dichoso, ahora se que al salir tengo una razón para regresar. Se que tengo una razón para no morir y ser muy cuidadoso, se que alguien me espera en casa con mucho amor para entregarme. Te amo como no te imaginas Carol— sentía mis mejillas arder pero también sentía como mis ojos se llenaban de lagrimas luego de oír aquellas palabras muy hermosas, entonces tomé su rostro entre mis manos y mirándolo a los ojos le respondí

—Amor, aún no puedo creer que estemos juntos. Que nos amemos con esta gran locura, que quieras pasar el resto de mi vida a tu lado, que tengamos esta química extraña entre ambos. Siempre creí que no sentías anda por mi, que no correspondías mis sentimientos—

—¿Por qué pensaste eso? Sé que no demostraba nada pero había pequeños indicios de que había algún sentimiento por ti— me respondió con una sonrisa y acariciando mi rostro, luego se volvió a acomodar a mi lado mientras yo me acomodaba de costado y colocaba mi cabeza sobre su pecho al tiempo que él situaba su mano en mi espalda baja. 

Sonreí al sentir su cálida mano en aquel lugar, me relajé y comencé a dibujarle círculos con mi dedo en su pecho, él sonreía por las cosquillas leves que le hacía y cuando se distrajo le besé el cuello y entrelacé nuestros dedos. Creo que nadie podía entender cuan enamorada estaba de ese hombre, creo que hasta podría entregar mi vida por que nada le sucediera a él y me atrevo a decir que a él le pasa exactamente lo mismo que a mi; de pronto me quedé dormida entre sus brazos y ¿cómo no hacerlo? entre ellos me sentía muy protegida, segura y sobre todo amada

—Descansa amor— oí que me habló entre sueños.

A la hora y media cuando volví a despertar estaba sola en aquella cama, Dixon se había levantado y yo simplemente me quedé un rato más en la cama quizás pensando en varias cosas que pudieron haber sucedido si las hubiera evitado en su momento; no podía quejarme de la vida que mantenía en la comunidad y del amor que recibía pero sentía que algo me faltaba. Por un instante desee que ni Sophia, ni Alex estuvieran muertas, así que ahí me percaté de que era lo que me hacía falta; quería ser madre una vez más pero tenía algo de miedo y debía hablar con Daryl de ese tema.

Lo cierto es que ahora estábamos en paz, no había un grupo que quiera asesinarnos ni mucho menos quedarse con nuestro hogar además creía que era bueno que haya algunos otros bebes en Alexandría, Judith estaba a punto de cumplir cuatro años, el hijo de Maggie y Glenn que por cierto se llama Hershel Jr. está a punto de cumplir el año. Es un niño muy encantador pareciera que tuviera adoración por Daryl y por mi ya que siempre que sus padres vienen a la comunidad se la pasa con nosotros, creo que también ha sido un poco ese el causante de que quiera un hijo junto a Daryl.

No tenía muchas ganas de levantarme de la cama así que me volví a tapar el rostro con la almohada pero Dixon entró en al cuarto

—¿No vas a levantarte?— reí sin quitarme el almohadón para luego responderle a mi novio

—No, hoy no tengo ganas— aquel maravilloso hombre se sentó en la cama y me dijo acariciando mi brazo

—Vamos levántate, hagamos un picnic en la pérgola— me negué un momento al estirar mi mano y tocar su rostro

—No amor, otro día. Vamos, quédate conmigo en la cama— comenté destapando mi rostro con la mano libre

—No amor, levántate... hagamos algo bonito. Disfrutemos este hermoso día, ya habrá otro día para quedarnos en la cama todo el día— besó mi mano luego de tratar de convencerme de que tengamos una cita al aire libre, bufé no molesta pero si fastidiada aunque sabía que él tenía ese poder de hacerme cambiar de idea... tenía algo de miedo por lo que le tenía que preguntar

—Mmmm esta bien... tu ganas. Tengamos esa tarde al aire libre pero quiero hablarte de algo cuando estemos allí— comenté sentándome en la cama 

—Lo que quieras amor— respondió el cazador con una sonrisa y se marchó para dejarme vestir tranquila. Ya comenzaba a ponerme nerviosa así que lo mejor era levantarme y arreglarme así podía hablar con él a solas, una vez que estuve lista bajé a la cocina

—Amor ya estoy lista— él me miró con una gran sonrisa

—Estas igual de hermosa que siempre— habló mientras se acercaba para darme un tierno beso, le correspondí y al separarme le pregunté 

—¿Tienes todo listo?— él me miró y asintió.

Salimos por la puerta trasera de la casa con dirección a la pérgola donde ta estaba todo listo: un mantel sobre el suelo, una canasta con comida y fuera de ella un tazón con frutas, me agradaba la idea del picnic con él pero al mismo tiempo por el otro lado estaba muy nerviosa por lo que le pediría entonces nos sentamos en el suelo uno frente al otro

—¿Te gusta?— me preguntó el cazador

—Hermoso, es una linda sorpresa amor— comenté y tomé un trozo de fruta para comerlo, a medida que el tiempo pasaba me sentía más nerviosa así que Daryl al notarlo me preguntó

—Amor ¿qué sucede?— reí producto de los nervios pero luego pude hablar algo más tranquila

—Ammm cariño... quería preguntarte... ¿quieres tener hijos?— el hombre me miró entre asombrado y con dudas

—Claro amor ¿por qué preguntas?— sonreí muy contenta

—Quería comentarte eso porque deseo ser madre de nuevo y porque...— hablé pero me quedé en silencio

—¿Por qué?— preguntó él muy ansioso, una vez más sonreí y luego le respondí

—Estoy embarazada— él pareció no entender al principio pero cuando comprendió, se acercó a mi con lagrimas en los ojos y muy feliz con la noticia. Ahora podría cumplirse su mayor sueño, el de ser padre.


Fin.


***

¡Hola! Bueno, hemos llegado al final de esta historia. La verdad agradezco a cada uno de ustedes que la han leído, a todas esas personas que han votado en cada capítulo... les digo GRACIAS... MUCHAS GRACIAS.

Obviamente esta no es mi última fic, sino que como verán estoy escribiendo otra llamada Corazón Delator. Pueden pasar por ella para leerla y votarla, pero lo que si les pido es que una vez que lean mi fic vayan y lean "La culpa del superviviente" es una adaptacion de corazon delator escrita por un amigo (en la parte de dedicatoria les dejo el usuario para que pasen por ahi porque no me dejan etiquetar a nadie acá), espero lean la mia y la de amigo. A lo mejor les gusta, denle una oportunidad.

Gracias a todos.

~ Masquerade

Una luz en el camino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora