Capítulo 6: Verdad

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[Por Aaron]

Hacía un rato que me había levantado y ya estaba... bueno en verdad estaba tomando una taza de café en mi cocina dándole vueltas a varios asuntos que tenía en la mente, cuando tres golpes me sacaron de mi transición. Con un poco de mal humor me puse de pie y dirigiéndome hacia la puerta; cuando la abrí me encontré con unos cabellos grises frente a mi... Carol estaba en mi porche

—Hola— la saludé a lo que ella se volteó inmediatamente para sonreírme y luego hablar

—Hola Aaron, pasaba porque tengo algunas cositas que dejó Alex para ti— dijo, a lo que la miré extrañado sin comprender nada

—¿Dejó algo para mi?— pregunté un poco perdido ya que no creí ser tan importante como para que haga eso, la mujer en mi puerta volvió a sonreírme y luego me extendió una fotografía junto a una carta, bueno era un sobre pero seguramente  era una carta de Alex

—Estos son recuerdos que dejó ella, preferí entregarlos a que junten polvo y se dañen dentro de un libro— me habló Carol aún con una pequeña sonrisa

—Pasa, desayunemos juntos— le ofrecí a la mujer mientras aceptaba lo que me entregaba; tardó unos segundos en responder muy amablemente

—Claro, siempre es bueno tener compañía— habló antes de hacerme a un lado y dejar que ingresara en mi casa, luego de cerrar la puerta nos dirigimos a la cocina donde dejé lo que me había traído sobre la encimera y rápidamente proseguí a servirle una taza de café para entregársela 

—Disfrútala— hablé con una sonrisa a lo que ella me respondió más animada

—Gracias Aaron— levantó la taza para beber de ella, me senté en el taburete de enfrente para acabar mi desayuno. 

Creo que desde que Alex murió nadie había desayunado conmigo, ella lo había de vez en cuando y me terminaba alegrando el día entero... era mi pequeño sol; Carol me sacó de mis pensamientos con una pregunta rápida

—Era muy especial para ti ¿no?— habló luego de despegar sus labios de la taza, bajé la mirada a la taza que tenía en mi manos que por cierto estaba a medio camino de acabar y hablé en voz baja

—Era demasiado especial, era la única que no me juzgaba por vivir y haber salido con Eric. Ella se acercó a mi y me demostró un gran cariño, que terminé por enamorarme de ella; tenía planeado confesarle lo que sentía al regresara aquí... pero no tuve opción ya que ella murió. ¿Para ti era muy especial?— terminé preguntando luego de contestar su pregunta, la mujer de cabello gris jugó unos momentos con la taza entre sus manos para luego responderme tristemente

—Lo era y mucho, fui como su madre. Siempre la tendré presente porque nunca me dejó sol, ni aquel día donde perdí a mi pequeña Sophia. Obviamente no ocupó el lugar de mi hija pero me hizo sentir que tenía otra hija y un propósito para continuar adelante— sus ojos demostraban la tristeza que este asunto le provocaba, dejé la taza sobre la isla y me estiré para tomar su mano

—Carol, ella siempre va a estar presente con todos nosotros. No dejaremos que la olviden— dije con una sonrisa sin dejar de tomar su mano para consolarla o para que se sienta acompañada. 

Aquella mujer parecía que había sufrido demasiado, pero pareciera que su vida mejoró bastante aunque ha tenido perdidas muy grandes; sentí que soltó mi mano y despejé mis pensamientos cuando la oí hablar

—Necesitaras privacidad para leer la carta por si necesitas llorar— comentó con una media sonrisa y poniéndose de pie, la acompañé hacia la salida

—Gracias por traerme los recuerdos— dije cuando se iba, me saludó con la mano y se marchó.

Me quedé en la puerta unos momentos más como cuando veía que ella llegaba a mi casa para pasar tiempo conmigo, demostrándome que era una gran persona y que tenía un corazón de oro... eso fue lo que me enamoró de ella luego de creer que nunca volvería a enamorarme como lo hice de ella. Había amado a Eric pero luego él fue asesinado... entonces ella me ayudó en todas las maneras posibles, ambas personas que había amado habían muerto; entonces me di cuenta que aún seguía en la puerta a lo que suspiré y cerré la puerta para leer la carta que Carol me entregó. La tomé entre mis manos en el camino a la cocina, me senté en el taburete nuevamente para estar cómodo. Abrí el sobre y saqué la hoja... tenía una letra muy bonita

"Aaron:
              Ciertamente estoy nerviosa al escribir estas palabras. Me sudan las manos. Creo que es así como me haces sentir  cuando te encuentras cerca mío, quizás es un poco tonto el pensar en que estoy enamorada... pero es la realidad. 

Aaron me he enamorado de ti y me da miedo esto que siento, no he sido muy afortunada en esto del amor... pero tu pareces muy diferente a los demás; me hubiera gustado tener el valor de decírtelo. Lo siento mucho Aaron, fui una tonta y una muy grande... debí declararme aún así tu me hubieras rechazado. Nunca tuve el valor para hacerlo, estoy segura que estas leyendo esto porque he muerto.

Si estuviera viva nunca dejaría que leyeras estas líneas y a lo mejor me hubiera declarado... al momento de escribir esta carta no lo he hecho pero puedo decir que me encanta verte sonreír, me dan ganas de abrazarte y decirte que te quedes conmigo. 

Esos hermosos ojos que tienes, me hacen perder la noción del tiempo pero sobre todo hacen que me gustes mucho más; aún no comprendo como fui tan miedosa de no decirte. Sé que somos amigos y a lo mejor es eso, no quiero... ni quería destruir nuestra amistad a causa de unos sentimientos que a lo mejor no son correspondidos.

Podrías estar molesto por ocultarte esto , y estas en todo tu derecho pero solo estaba cuidando mi corazón y sentimientos, no quiero volver a salir lastimada... con eso obviamente no digo que me lastimarás, sino que solo estaba siendo muy cuidadosa en ese aspecto... aunque pensándolo bien Aaron, eres perfecto. Me haces sonreír, me ayudas, me escuchas, me cuidas.. pero sobre todo eres ese hombre al que he estado esperando por años. Eres ese príncipe azul con el que soñaba de pequeña, en estos momentos estoy deseando entregarte esta carta para que sepas lo que siento por ti.

Has logrado tocar el centro de mi alma luego de que no dejara entrar a nadie, ahora solo diré te amo y es mi única verdad; has oído mi voz cuando estuve gritando en la oscuridad... quiero agradecerte por todo aquello, sonríe... esa es una de las razones por la cual me encanta observarte cuando estas distraído. 

Es momento de despedirme, te amo Aaron.

Alex."

Me quedé estupefacto, no sabía que decir... Alex me amaba tal como yo lo hacía. Fui un idiota en no decirle lo que sentía, fui un idiota al estar aterrado de su respuesta. Fui un idiota ya que ella sentía lo mismo por mi, perdí esa oportunidad de ser feliz por tener miedo a un rechazo que no existía; comenzaba a enfadarme por aquello... fui un completo estúpido que perdió al amor de su vida. 

Dejé la carta sobre la mesa y salí hacia el pequeño cementerio que había en Alexandría para acercarme a la tumba de Alex, me senté al lado de la cruz que tenía y hablé triste pero así me desahogaría de todo lo que tenía acumulado

—Lo siento, yo debí ser más hombre y decirte que también estaba enamorado de ti. No tuve el valor suficiente para declarar mi amor; debí haberte besado alguna de las veces que tuve la oportunidad —los ojos se me llenaron de lagrimas— nunca pude decirte te amo así como tampoco pude disfrutar pasar tiempo a tu lado, más de lo que ya lo disfrutaba, o hacerte una demostración de amor. No puedo creer que me haya enterado a través de esa carta que me amabas ¿Por qué Alex? Eramos amigos y además yo te correspondía... yo también estoy enamorado de ti— concluí bajando la mirada provocando que mis lagrimas cayeran en la tierra que se había removido para tapar el cuerpo.

***

Hola! Perdón por no actualizar el sábado, tuve un día bastante agitado. Pero bueno, acá estoy. La carta de Aaron, me pone triste saber que ellos no pudieron estar juntos. Y no se molesten si hablo mucho de Alex, a partir de ahora ya esta llegando todo lo que es Caryl.
Así que sigan leyendo, votando y comentando si quieren. Gracias a todos. Besitos♥

~ Masquerade


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