Cartas

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Haden se sentía solo, había perdido a Dylan después de rechazar su ayuda de mala manera y no veía a Finn desde hacía tiempo. Lo único que quería en ese momento era a sus amigos de vuelta pero más que eso quería regresar a ese miércoles en el que le grito a Dylan sin razón alguna.

Llego su cumpleaños, cumplía 16, su penúltimo cumpleaños según los cálculos del doctor, ahora le quedaba 1 año y medio de vida y al parecer los viviría solitariamente. Sus papás compraron torta de maicena, la favorita de Haden, La mamá de Haden le prometió a este que sus últimos cumpleaños serian memorables, así que llamó a los primos y tíos más cercanos y a su hermano mayor, Hayden Harris. Sus nombres, Haden y Hayden se pronuncian igual, el papá de Haden les puso así ya que su padre hizo lo mismo con él y su hermano. Cuando Hayden todavía se encontraba viviendo en la casa se confundían cuando los llamaban o los retaban pero después los empezaron a llamar por el segundo nombre, el de Haden era Jay y el de Hayden era Wade, los cuales también eran muy parecidos entonces no cambiaban mucho las cosas. También estaba Finn, amigos de la escuela a la que solía ir y hasta estaba James, pero no había ni rastro de Dylan.

A Haden verdaderamente no le importaba que hubiera tanta gente nunca estaría completa sin Dylan, obviamente le agradecía mucho a su mamá por tanto esfuerzo pero a él solo lo podía hacer feliz una persona.

Volvió a su pieza deprimido, había mucha gente en una casa tan pequeña así que nadie notó que no estaba allí, solo en su cuarto. Cuando se sentó en su cama reparó en un sobre en el marco de la ventana que decía:

Haden Jay Harris

Panda street 1344

Y que por el otro lado decía:

Dylan Levesque

No te importa mi ubicación

Haden primero se rio y luego empezó a llorar nuevamente pero esta vez de felicidad, no le importaba que dijera la carta, si era bueno o malo, pero era de Dylan.

La abrió rápido pero con cuidado, se limpio las lagrimas bajo los lentes, se volvió a sentar en la cama y empezó a leer.

Haden:

Feliz cumpleaños

Dylan.

Haden esperaba una carta de 2 páginas expresando muchos sentimientos y pensamientos pero en vez de eso recibió un frio "feliz cumpleaños" pero era algo y con eso se conformaba.

Quería escribir una carta disculpándose pero no sabía a dónde enviarla ya que el sobre no tenía dirección y seguramente ese era el propósito de ella, Dylan no quería que le respondiera, pero él no iba dejar las cosas así. Si quería una vida, quería ser alguien pero no podía sin la misma que le hizo abrir los ante la realidad en primer lugar, Dylan.

Haden empezó a pensar como entregarle la carta, hasta que se le ocurrió:

El día siguiente era sábado Dylan iría al psicólogo, él le dejaría la carta con la secretaria de James y cuando llegase ella le pasaría la carta a Dylan.

Tenía el plan listo pero solo había un problema, que escribiría. El quería disculparse por lo que le hizo el otro día pero era imposible hablar de eso sin tocar el tema de su madre, él quería decir que si que quería su ayuda pero no sabía exactamente en que quería su ayuda. Al final saco a conclusión que necesitaba ayuda de alguien para escribir la carta y empezó a buscar a la persona adecuada para ese trabajo.

Al final de la fiesta de cumpleaños en la cual el cumpleañero ni siquiera había estado presente le pidió unos minutos a su mamá para hablar.

―Pasa mami que hay una persona importante para mi, se llama Dylan ― Haden empezó a hablar con su mamá.

-Ah sí, ¿y quién es él?

―¡"Ella" mamá! ¡Es una chica! ― le corrigió Haden ― Es solo una amiga.

―A bueno una chica, eso cambia mucho las cosas ― dijo su mamá con tono un poco sobreprotector.

―¡Mamá! ― reclamó Haden ― ¡No me gusta! es solo una amiga a la cual traté mal y necesito disculparme con una carta y para eso necesito tu ayuda ¿Ok?

―Ok, si, tranquilo, no te enojes ¡y no me subas el tono así Jay! ― lo retó la señora Harris, nombrándolo con su segundo nombre.

―Sí, lo siento ― dijo Haden.

Y así estuvieron toda la noche escribiendo una carta de disculpas hacia Dylan, y así también paso otra noche en vela pensando en la misma persona.

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora