Despierta

28 3 3
                                    

Es duro pero logro despertarme, lo que me da la bienvenida es el olor a Colicornio, ese desagradable olor a Venado Oscuro, no entiendo cómo estos dos animales huele igual, el Venado Oscuro es a simple vista uno de los animales más desagradables de...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es duro pero logro despertarme, lo que me da la bienvenida es el olor a Colicornio, ese desagradable olor a Venado Oscuro, no entiendo cómo estos dos animales huele igual, el Venado Oscuro es a simple vista uno de los animales más desagradables de WaterSeed y el Colicornio, después de sus brillantes y hermosos colores en su pelaje, sus plumas son tan lindas que muchos las usan como adorno de cabello, un enorme ejemplo es Medussa, la vanidosa reina de RavenCoast, después de todo, estos dos animales huelen como si cien rabiosos se encontrarse en una habitación sin ventilación y aparte, un par de cadáveres ya empezaran a descomponerse, sí... que asco; escucho la carreta que es empujada por al menos dos de esos hermosos y mal olientes animales pero no logró ver nada, trato de buscar a Noha pero el exceso de esfuerzo me agota haciéndome caer violentamente contra el trozo de madera de la carreta.

Siento que no pasaron más de tres minutos cuando vuelvo a despertar. Ahora mi olfato y mis oídos empiezan a fallar, una bendición porque el olor a Colicornio era bastante fuerte. Afortunadamente logro ver el rojo cielo y el espiral de nubes negras amenazadoras que se formaron en el día de la Gran Explosión, eso me hizo sospechar que nos estábamos acercando a la Zona Oscura. Con trabajo, esta vez logré ver la espalda de un hombre, traté de atraer su atención pero no pude vocalizar mis pensamientos, esta vez me recosté, me rendí ante el cansancio y volví a desmayarme.

Desperté, esta vez ya estaba dentro de una cama, la cama era fría y dura pero me sorprendió que alguien tuviese una cama, era cálido y suave sentir el colchón. La noche no me dejó ver dónde estaba, la oscuridad era tan intensa que no pude ver el extremo de cada pared. Con buenas intensiones decidí volver a acostarme, no puedo comparar tal experiencia, desde hace semanas no había podido dormir, pero esa noche había dormido en un espacio caliente. Dormir se ha vuelto algo que ya pocos en el mundo es digno de presenciar. 

Cayó el día y al abrir los ojos, pude ver cada objeto en la habitación, las ventanas estaban cubiertas con madera, me sorprendía ver que el espacio estaba construido con madera, desafortunadamente la madera estaba tan gastada que no embonaban unas con otras, era curioso como se escuchaba el viento que entraba por aquellos espacios provocando un ambiente relajante y sereno; la habitación estaba completamente helada, fue gracias a las cobijas que me mantenían el calor y no sentí el poder del frío hasta que de una forma fugaz congela mis mejillas, parte de la nariz y las orejas cuando me siento en el colchón, destapando cada extremo de mi torso.

Traté de levantarme pero las heridas que tenía en el pecho no me dejaba ni siquiera poner un pié en el suelo. Por curiosidad, levanto la camisa para ver la gravedad de las heridas pero al descubrir mi pecho vi un par de vendas que cubrían completamente la mitad de mi pecho. En cuestiones de segundos entra el hombre que había visto desde la carreta y como si llevara días viviendo en su casa me dice:

— Levántate debemos salir

El hombre vuelve a salir de la habitación. Traté de levantarme pero el dolor era tan grande que llegué a rendirme, me recosté en la cama y volteé la vista hacia una pequeña cómoda que estaba a un lado de la cama, vi una lámpara vieja y justo a lado de ella una jeringa que tenía un líquido verde; alcancé la jeringa y la examiné, no sabía que tipo de sustancia obtenía, obvio no pensé en usarla.

WaterSeed: Bienvenido a CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora