Tomas tuvo que cambiar su forma de vivir. Él sabía lo arriesgado que sería, lo tanto que sacrificaría y el cambio negativo que se plasmaría en su vida; Tomas sabía lo que perdería pero él sabía lo que quería: Recuperar su antigua vida.
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Josué
Comencé un viaje junto a Tomas, me había convencido de rescatar a su hija. Durante el viaje a las instalaciones secretas de la Corporación me contó los hechos y motivo del cuál se había metido en problemas. Su hija Noha fue secuestrada por Medussa que exigía a cambio de su vida el maletín. Pero dicho maletín lo tenía Erick y, aparte, no estaría dispuesto a entregar el maletín. Muchos murieron por proteger y conseguir ese asqueroso maletín, no iba a entregarlo sólo así. De este modo, decidí buscar a Erick por medio de la tecnología de la Corporación. Afortunadamente encontramos a Erick, veníamos buscando una solución pero encontramos más problemas.
— ¿Estará bien?
Pregunta Tomas mientras limpiaba la sangre se su brazo izquierdo, le había inyectado un Sellador para curar sus heridas.
— Sí, son golpes superficiales, parece que dio una gran batalla.
— Él estaba en el castillo, él tenía el maletín que el Jefe buscaba y por su culpa perdí a mi hija. ¿En serio, vamos a ayudarnos? ¡él arruina todo!
— Él fue uno de los Grandes...
— ¡¿Qué?! ¡¿Él es uno de los grandes?!
— Nuestro líder Tomas.
— ¡¿Eres uno de lo Grandes y él es el líder?!
— Jajaja recuperaremos a tu hija, confía en nosotros.
Las leyendas sobre cómo los grandes ganan la guerrilla y cómo impidieron la destrucción de WaterSeed eran tan maravillosas que prácticamente creían de nosotros ser, prácticamente, Dioses.
Decidí buscar al resto del equipo, por fortuna, todos estaban en las mismas instalaciones que nosotros. Eso me dio la fantástica idea de salvar los cuatro la hija de Tomas. El equipo se iba a juntar una vez más y ésta vez sería el tipo que los separó.
— ¿Seguro que esto lo ayudará?
— Ojo, esto no es simple medicina... ésta es la inyección que sólo los agentes podían usar en caso de una enorme emergencia. Por fortuna la corporación tienen un par de ellas.
— Hijos de puta... mientras la gente moría de hambre y era amenazada por los efectos secundarios de su química, ¿ustedes se curaban sin ningún problema? ¡Es una maldita burla!
— Lo sabemos Tomas, por eso la misma corporación terminó destruyéndose a sí misma, tanto poder es peligroso.
Esperamos a que Erick se recuperara mientras buscábamos la ubicación exacta de los otros.
— Mierda Josué, ¿qué haces aquí?
Me separo de los computadores y me acerco a Erick.
