El castaño caminaba de un lado a otro sobre la vereda frente al museo, había acordado la noche anterior que aquel sería el punto de encuentro entre él y aquel chico que se encargó de acercarlo a su pelirosa y de hacer de su vida una gran mentira y desdicha. En ese momento sus manos sudaban en demasía, su cabeza daba vueltas y la culpa junto al arrepentimiento le carcomía por dentro.
Esta vez iba a dejar las cosas en claro, a devolver el dinero que le habían ofrecido por el trabajo y definitivamente alejarse de ese horrible negocio en el cual jamás debió meterse. Normalmente un problema de este estilo no le afectaría en lo más mínimo, pero estábamos hablando del pelirosa; ¿Por qué no pudo conocerlo en otras circunstancias? Al principio, cuando ese chico le contactó para que realizara el trabajo que le pidió, jamás imaginó en su vida que tendría la oportunidad de cruzarse con un ángel; porque eso era el mayor para él. Mucho menos imaginó que le gustaría tanto.
Un punto a favor (o por lo menos así lo pensaba Changkyun) respecto del plan, es que no había comenzado a efectuarlo en lo más mínimo, fue entonces cuando agradeció enormemente que el pelirosa fuese una persona tan reacia y difícil de manejar, o sino sería otra la historia que se estaría contando ahora.
—Changkyun, ¿Por qué me has llamado? Dudo mucho que sea para hablar de algún avance con el chico que te encargué, el no es cosa fácil. —rió, como odiaba la sonrisa en su rostro y el haberle conocido, si bien no era una mala persona, estaba tomando decisiones equivocadas que además le involucraban.
Aquel día cuando conoció a Kihyun, el castaño quedó anonadado con la particular belleza que este desprendía, porque su concepto de perfección difería demasiado del pensamiento común. Kihyun era rodeado por una enorme aura de tristeza, sin embargo eso fue que lo cautivó, deseando protegerlo e intentar hacerlo felíz aunque fuese en aquellos treinta minutos en los que se veían a diario. Olvidándose por completo del principal motivo por el que debía acercarse a él.
—He llegado hasta aquí, ya no hay trato entre nosotros, no quiero seguir con el plan. —Changkyun sonó decidido, esperando respuesta de parte de su acompañante, pero no recibió más que una sonora carcajada.
—Chang, —el chico se acercó hasta tocar su hombro derecho y apretujarlo, causando que una corriente eléctrica bajara por su espalda ante el repentino contacto. —¿Acaso olvidas que nuestro trato se forjó con dinero de por medio? El cual si no me equivoco, no eres capaz de devolverme porque lo necesitas. —su agarre se afianzó, ejerciendo demasiada presión en el hombro de Changkyun. —Ahora vas a volver a ver al pelirosa las veces que sea necesario hasta que te acuestes con él, ese es el plan; luego de eso puedes largarte mientras yo continúo sin tí.
El tipo sólo dió media vuelta y se marchó, dejando a Changkyun con un nudo en la garganta, ¿Cómo es que llegó a aceptar un trabajo tan despreciable como ese? No tenía ni idea, trataba de convencer a su mente que simplemente fue por necesidad; una que al parecer había pasado a segundo plano.
—Un completo imbécil, no eres más que eso Im Changkyun. —repentinamente sus ojos comenzaron a aguarse, a pesar de lo poco que conocía al pelirosa no quería que nadie le tocase siquiera un cabello, que nadie ensuciara su alma; mucho menos él mismo, que no haría más que arruinar la vida y él corazón de Kihyun.
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✏sé que quizás este capítulo sea algo confuso, pero traten de atar cabos de qué va el famoso plan en el que chang está involucrado¿? no es tan difícil, creo. De todas formas se aclarará más adelante♡
