—¿Y porqué no habría de fotografiarte? Por lo que veo tienes un autoestima terrible. –rodó los ojos tomando asiento en la misma banqueta que el pelirosa, conservando una distancia (exageradamente) prudente entre sus cuerpos. —El arte no necesita ser estéticamente hermoso para considerarse como tal, ¿Has visto con detalle el rostro de La Gioconda? No es mi tipo ideal de chica, pero ya sabes, hay muchas personas a las que les causa una infinidad de sensaciones.
Kihyun se mantenía absorto en las verdosas pinceladas de la obra frente a él, analizando las palabras de aquel ser desconocido con sumo cuidado. —Entonces, ¿Estás insinuando que soy lo más hermoso que has visto o que sentiste algo al verme? Porque creo que las sensaciones se sienten en tu pecho, no en otra parte de tu cuerpo.
Changkyun sonrió divertido, sin darse muchas vueltas para pensar su respuesta. Se sentía desafiado por el pelirosa y eso le gustaba demasiado; —Sé apreciar la perfección cuando la tengo frente a mis ojos, sin embargo eso no me hace desearla.
El mayor le propinó un leve golpecito en el brazo, había sido en un acto casi inconsciente. —¿Usualmente le dices ese tipo de cosas a quien ni siquiera tienes idea de su nombre?
—¿Usualmente golpeas a alguien la segunda vez que hablas con él? —Changkyun le contrarrestó, sobándose el brazo con una mueca indignada en el rostro. —Mi nombre es Changkyun, por cierto. ¿El tuyo?
Kihyun curvó sus labios en una leve sonrisa, finalmente sabía el nombre de ese niño extraño y no tuvo que esforzarse en lo más mínimo para conseguirlo; pero su sonrisa se esfumó tan pronto como apareció. Dudó unos segundos si debía decirle su nombre, porque si lo hacía eso significaba que pasaría a formar parte de la vida de aquel castaño y eso es lo que quería evitar.
—No te lo diré, porque lo más probable es que no volvamos a hablar, así que es irrelevante. —Kihyun se puso de pie, mirando con fingido desinterés a su acompañante.
—Te equivocas, rosita. Porque no dejaré de hablarte cada que pueda hasta que me digas tu nombre. —Changkyun le mostró una sonrisa felina, él no era de sonreír demasiado por lo que se sorprendía cada vez más de su comportamiento frente a ese chico, quien frunció el ceño ante el apodo que acababa de recibir. Se levantó de igual forma dispuesto a marcharse, introdujo sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón y observó al pelirosa por última vez; —Y tampoco desaprovecharé una oportunidad que tenga de fotografiarte.
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✏son capítulos bastante cortos
pero me gusta como va
quedando la historia¿?
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