Desde aquel lecho de miseria y angustia en el que reposaba, oía claramente el intento del pelirosa por reprimir los sollozos de su corazón. Como odiaba oírle llorar, como se odiaba por ser el causante de su sufrimiento.
Si bien era cierto, en aquella situación no sólo uno de los amantes se encontraba en un estado deplorable de su alma, sino que amabas partes lamentaban desde lo más profundo el amar con tanta pasión en el momento equivocado; por que sí, Kihyun lo sentía enormemente por declararse de una forma indirecta, de una manera tan única e íntima que sólo él comprendía ㅡhasta ahoraㅡ. Y Changkyun, por haber conocido sin querer al que ㅡlo más probableㅡ se convertiría en el amor de su vida en un momento desesperado.
El moreno quería correr a consolarle, decirle todo lo que estaba sucediendo y suplicarle de rodillas que lo perdonase por estar coludido en un acto tan insensato a cambio de algo tan banal como el dinero. Aunque en su interior el supiese de antemano que no merecía ser perdonado.
Pero no podía permitirse ser cobarde ahora, no cuando esta podría ser la primera y última vez que estuviese junto al pelirrosa, porque el destino es demasiado incierto como para darse el lujo de desperdiciar el presente. Se colocó de pie, llenó sus pulmones de aire y a paso firme caminó hacia la sala, más la imagen que recibió le partió el corazón.
Kihyun estaba hecho un ovillo sobre el sofá, empapado con sus propias lágrimas sorbiendo su nariz. Cuando sintió unos pasos cerca suyo, de imnediato buscó la mirada de Changkyun con el fin de descifrar una respuesta a la incógnita atorada en su garganta, que no lograba articular por vergüenza de sí mismo.
ㅡKihyun... ㅡel tono empleado fue tan suave y aterciopelado, que el mayor no pudo soportarlo y corrió a sus brazos rompiendo en llanto por tercera vez. Se aferró con tanta necesidad y ahínco que el castaño sintió ser una especie de pilar por lo que se prometió a sí mismo que se mantendría firme para él.
Aquellas delgadas manos que acariciaban su espalda le reconfortaban pero al mismo tiempo parecía que quemaban a través de la ceda hasta su piel. Se sentía tan vulnerable dominado por sus propios sentimientos, que toda la rabia y el orgullo acumudalos se esfumó en un instante, tan solo con observar aquella mirada tan profunda y expresiva que le ofrecían los ojos del castaño. Kihyun sabía que estaba más que perdido, cayendo en la humillación de aceptar que necesitaba de Changkyun más de lo que pensó y que ni siquiera le importaba el amargo sabor del rechazo en sus labios, mucho menos dejar al descubierto su más grande debilidad. A pesar de todo, su inquieto corazón le exigía una explicación, aunque doliese, aunque quemase más que el roce en su espalda y la respiración sobre su cuello.
ㅡ¿Te doy asco, Kyun? ㅡuna puñalada directa a su corazón, sus piernas se desestabilizaron, Changkyun sintió que se desarmaba en miles de pedazos. Un gigantezco nudo se agolpó en su garganta desembocando en lágrimas que dejó salir sin ningún pudor. Había prometido mantenerse firme: otra promesa rota.
Abrazó la espalda del mayor con fuerzas, acariciando su espina dorsal con desesperación, como ahuyentando el dolor. ㅡKihyun, basta. ㅡle susurró apenas en un hilo, logrando así que el mayor se alterase aún más con aquella esqueta respuesta, si es que se podía llamar así a esas dos palabras.
ㅡ¡Ni siquiera eres capaz de responderme! ㅡse soltó de su agarre bruscamente, enfrentando directamente al contrario. ㅡNo sé cómo se me pasó por la cabeza que tu mirada era diferente, que tú...que realmente me querías.
ㅡNo hables como si supieras cuales son mis sentimientos,ㅡChangkyun contraatacó, pensando cuidadosamente en cada una de las palabras que diría, agradeciendo no ser tan impulsivo como Kihyun lo era, aquello quizás le daba ventaja en la situación.ㅡno estás consciente ni de la cuarta parte de ellos. Quererte sería demasiado vago para definir todo lo que siento por tí, solo déjame intentarlo, dame tiempo.
ㅡEse es justo el problema, no me dices nada. ㅡTiempo. Aquello resonó en la cabeza del pelirrosa con un molesto eco que se clavó en su pecho. Las comisuras de sus labios se curvaron en una amarga sonrisa. ㅡ¿Tiempo para pensar qué sientes po mí? Lo que menos tengo es tiempo para desperdiciar en frágiles ilusiones, ¿Acaso todavía no lo entiendes? No quiero terminar con más cicatrices sin sanar.
El menor masajeó su sien en un intento de relajarse, pero era imposible, Kihyun sólo lo alteraba y le provocaba, ya estaba perdiendo el poco control que creía tener sobre esto. Si tan solo el supiera, murmuró para sus adentros. ㅡEres el ser más estúpidamente hermoso que he conocido y eso me jode, ¿sabes? ㅡChangkyun posó sus oscuras orbes sobre las contrarias, decidido a dejarlo todo, a seguir a su corazón por esta noche. ㅡLos sentimientos más puros los he experimentado contigo en este corto tiempo que llevamos de conocernos, me desesperas tanto Yoo Kihyun, causas estragos en cualquiera que te ve sin saber lo que provocas en los demás, a tu alrededor. Odio que seas tan ingenuo y angelical, me odio porque sé que si pongo una mano sobre tu piel, ensuciaré más que tu alma. Me odio por pensar aquello y aún así desearte tanto. ㅡse fue acercando lentamente al mayor, observando con sumo detalle cada una de sus reacciones. ㅡQuiero protegerte de todo mal, incluso de mí mismo.
Kihyun suavizo su semblante cediendo ante la proximidad, acunando su mandíbula entre la palma de sus manos, juntando sus frentes: ㅡNo quiero ser protegido por tí, si existe la casualidad de que me amas como yo a ti, adelante; destrózame, arañame, muérdeme. Solo si al despertar te quedarás para curar mis heridas.
ㅡAl diablo con todo. ㅡsusurró, besando lenta y tortuosamente los labios del mayor, mordiendo de vez en cuando, exagerando el sonido de sus labios chocando. Su mente se saturó de pensamientos sobre el de cabellos rosados y lo placenteros que eran sus besos, ya no había espacio para nada más.
No había prisa, pero tampoco pausas. La cautela de sus actos combinados con la lentitud intencional provocaban que el calor aumentase progresivamente entre ambos, volviendo suaves caricias en toques más que placenteros. Esa noche llegarían lejos.
Changkyun despositó pequeños besos en su mejilla, siguiendo por su barbilla hasta quedarse en su cuello, sacando suaves suspiros de la boca ajena. Kihyun acariciaba sus hombros, su espalda y cualquier trozo de piel que se asomara bajo la camisa del menor.
La tarea de saborear su cuello se vió interrumpida por el mismísimo Kihyun, que tras dedicarle una gigante y sincera sonrisa fue descendiendo hasta quedar de rodillas en la alfombra de terciopelo. El corazón del castaño se paralizó.
ㅡVen aquí, Kyun. Déjame mostrarte los límites de mi ingenuidad.
💌
omg lo siento, siempre dejo todo en la peor parte. ya podrán hacerse una idea de lo que viene el próximo capítulo, esta vez sin excusas 🌚. Gracias a todas las personitas que hacen esto posible y me animan a seguir escribiendo♡.
