Una corriente eléctrica recorrió toda la extensión de su espina dorsal, sintiendo como en sus mejillas se concentraba el calor de la vergüenza que sentía. Su mano derecha se hundió entre las hebras rosadas de Kihyun, acariciando con afecto su cabeza.
Por un lado, entendía lo que sucedería entre ambos esta noche y claramente lo aceptaba al ser el deseo de Kihyun. Se sentía demasiado afortunado de tener una oportunidad de ser uno con la persona que más le había cautivado, sin embargo ese molesto sentimiento de culpa estaba instalado en su pecho, creciendo en cada momento que pasaba junto a él.
Changkyun estaba sumergido en una serie de pensamientos destructivos y sólo fue capaz de caer en la realidad del momento, cuando unas tibias y pequeñas manos acariciaron la piel de sus caderas bajo su camiseta, produciendo un leve cosquilleo en su vientre. Fijó su mirada en la contraria sin despegarla, encendiendo su cuerpo todavía más con las llamas de deseo que desprendían los profundos ojos de Yoo Kihyun. Este comenzó a bajar sus pantalones con suma dedicación, mientras que el menor no emitía palabra alguna, expectante ante cualquier jugada.
La tenue y casi inexistente luz que asomaba por el ventanal del departamento, era más que suficiente para dar un perfecto ambiente, las sombras proyectadas sobre el rostro de Kihyun destacaban el brillo de sus ojos y el rubor de sus mejillas, así como ocultaba el labor de aquellas manos expertas sobre la tela de su ropa interior.
Soltó un profundo suspiro, notando como su respiración se volvía más trabajosa a medida que aumentaba el estimulo en su entrepierna. Changkyun se avergonzaba todavía más al observar la expresión triunfadora en el rostro del contrario, mientras formaba una sonrisa que, lejos de parecer inocente, albergaba las más pecaminosas intenciones.
La mano sobre su cabello se deslizó hasta su mejilla, el tacto de Changkyun se sentía más intenso que nunca y Kihyun no podía estar más complacido en aquel momento con la vista que tenía del menor.
ㅡ¿Lo estoy haciendo bien?
Changkyun esbozó una sonrisa: ─¿Acaso no es obvia la respuesta?
Antes de que el mayor acabase con su resistencia, tomó sus manos guiándole a la habitación en donde le empujó a la cama, trepando hasta él cual felino saboreando su presa. Sus corazones latían increíblemente fuerte en sus pechos, las cosquillas en sus vientres se volvieron difíciles de manejar e incluso olvidaron que fuera de la calidez de aquel cuarto, seguía lloviendo sobre las frías y oscuras calles de la ciudad.
ㅡYo, uh ㅡmordió su labio inferior, esperando que sus palabras no fuesen malentendidas. ㅡJamás de hecho esto con alguien. ㅡel contrario fingió sorpresa ante la confesión aunque ya lo sabía desde antes, sin embargo lo que no se esperaba, era que fuese tan ágil con sus manos y supiese exáctamente dónde tocar para producirle placenteros escalofríos. Por lo visto sí tenía conocimiento frente al tema.
ㅡTodo está bien, Kihyun. Lo dices como si fuese malo no haber tenido relaciones sexuales con alguien. ㅡse inclinó a besar la punta de su nariz, observando a un Kihyun con el seño fruncido, en una mueca entre avergonzada y frustrada.
ㅡNo es eso. ㅡacarició los hombros de Changkyun, pasando sus manos cuidadosamente por sus brazos de arriba hacia abajo. ㅡEs que, a veces es extraño decirlo. Sobre todo cuando tienes más de veinte años y asumen que ya deberías haberte acostado por lo menos con la mitad de tus amigos. ㅡChangkyun levantó una ceja al tiempo que soltaba una pequeña risita de burla. ㅡHey, ¿cuál es el chiste?
ㅡEres demasiado difícil, de seguro todos se rindieron contigo. ¡Tardaste semanas en decirme tu nombre! Eso no es normal. ㅡal finalizar Kihyun pellizcó su cadera provocando que diese un pequeño salto debido a la sorpresa.