Otra vez el mismo sueño. Su mente le jugaba una mala pasada cada vez que despertaba por la mañana, repitiendo una y otra vez aquella madrugada colmada de drama y dolor que Kihyun quisiera olvidar con todas sus fuerzas. Sin embargo aquello no era suficiente; su corazón y su mente trabajaban de manera opuesta, contradiciendose en todos sus puntos, llevándolo a cometer actos sin pensar muy bien en las consecuencias o el daño que estos podrían traerle. Como ahora.
Antes de abrir sus ojos, por primera vez no había experimentado un miedo irracional ni una especie de sentimiento negativo, es más, no sintió absolutamente nada al despertar en la cama de Minhyuk. No se sintió culpable por entregar su cuerpo a quien no amaba, no se sintió asqueado de sí mismo porque realmente quizo olvidarse de la tristeza que le estaba destrozando, y tampoco se sintió culpable por pasar a llevar los sentimientos del rubio, sabía desde hace un tiempo que le quería y ahora, simplemente había accedido por lo que tanto esperó. A Kihyun le dolía sentirse tan vacío.
Hizo todo lo que estaba a su alcance durante esas dos semanas, comenzó por cambiar el tono de su cabello por uno grisáceo y cortó las puntas, provocando que estas se enroscaran levemente, brindándole un aspecto diferente al anterior. Uno más firme y decidido, aunque aquella era solo su percepción al querer marcar el fin de un periodo. Además de su aspecto, hizo cosas de las que antes no se habría visto capaz de realizar, como salir a diversos clubes durante la noche, alojarse temporalmente en el departamento de Minhyuk y acostarse con él. En apenas catorce días, se había convertido en con conjunto de acciones y comportamientos que le disgustaban en otras personas, y lo sabía, porque aquello simplemente fueron medidas desesperadas para tratar de olvidar y mantener a Changkyun fuera de su mente. El no sería del tipo que se echa a morir en la oscuridad de su habitación, ya no.
Changkyun era ese amor que le enseñó a vivir, a disfrutar de los pequeños e imperceptibles detalles de la vida que las personas pasaban por alto, lo que significaba compartir desde el secreto más íntimo hasta el sonido más obsceno. Por eso, con o sin él, su vida tenía que seguir. Porque así lo había decidido.
Probablemente una perspectiva externa a la situación no lo entendería, pero a pesar de las (malas) decisiones, Kihyun estaba más que consciente de todos sus pasos. No permitiría que alguien más pasara a llevar su corazón, es por ello que los días pasados intentó hacerse más fuerte para enfrentar la cruda verdad de su realidad. Una en la que su mejor amigo resultó ser un bastardo y el amor de su vida competía por el título. Porque sí, no olvidó la expresión horrorizada en el rostro de Changkyun cuando le vió irse junto al rubio, no era tan idiota como para pasar por alto semejante detalle, mucho menos el que Minhyuk se aprovechara de su deplorable estado anímico, de su organismo danzando en alcohol, y sus carencias emocionales para acostarse con él. Si algo había aprendido bien, es que no se puede confiar en nadie.
Jamás se sintió más utilizado en su miserable existencia. Era momento de recuperar su dignidad y valor como humano, y el hecho de que enfriase su cabeza para pensar, no le restaba la iria y la decepción que sentía respecto a estas dos personas, que sin duda habían pisoteado su vida dejando huella.
Una vez recompuso su alma, recogiendo pieza por pieza y reemplazando las dañadas por unas resistentes, sintió la fuerza necesaria para hacerse valer de una vez por todas.
ㅡMe largo. ㅡpronunció sin una pizca de fragilidad en su voz, dirigiendo una fría mirada a quien le acogió en su hogar. ㅡNo nos volveremos a ver, Minhyuk.
El rubio alzó una ceja, sin entender las ambiguas palabras de su amigo; ㅡ¿Te vas cuando estoy sirviendo el desayuno? Dime por cúanto, quizás pase por tu departamento antes de que acabe la semana Kihyunnie. ㅡcolocó la taza sobre el mezón interrumpiendo su tarea para caminar hasta su invitado.
Kihyun no dió pie atrás, sin embargo extendió su mano hasta tocar el pecho del contrario, ejerciendo una leve presión para mantener distancia entre sus cuerpos. ㅡNo has entendido, nuestra amistad o lo que queda de ella, acabó aquí. ㅡa juzgar por su mirada perdida, el seguía sin entender lo que sucedía entre ambos. ㅡ¿Qué tan idiota crees que soy? Ya lo sé todo, ni siquiera debes molestarte en explicarme porque el registro de mensajes y llamadas de tu celular me lo dijo todo. ㅡsoltó una risa sarcástica, observando como el semblante de Minhyuk cambiaba drásticamente por uno devastado, sus ojos comenzaron a humedecerse y sus manos tamblaron. Kihyun le miró con lástima, en el fondo él fue el real perjudicado en esta red enferma de mentiras, pero algo en su interior le impedía guardar rencor hacia la persona que se deshacía en lágrimas frente a él, porque Minhyuk se encontraba en igual o peores condiciones. Su roto corazón pedía a gritos ser amado y aquello le llevó a cometer los actos más bajos para conseguir lo que deseaba, y aunque permaneció años enamorado de Kihyun, estaba tan empecinado en tenerlo que no se dió cuenta del gran vacío que jamás dejaría de sentir. Minhyuk estaba tan herido, que sus espinas también herían a los demás.
El mayor sólo pronunció frases incompletas repitiendo entre sollozos "no me dejes" "perdóname" hasta que finalmente susurró: ㅡTe amo, Kihyun. ¿Por qué no puedes simplemente quedarte conmigo? Lo he dado todo por ti, desde hace años y lo sabes. ¿Por qué tiene que ser él y no yo? ㅡsu voz se quebró en el último instante, el menor se rindió ante aquello y eliminó esa distancia entre sus cuerpos, rodeando su cintura en un cálido abrazo. Después de todo habían sido amigos desde la infancia y Kihyun poseía un corazón demasiado bondadoso.
ㅡMin, sé lo que has hecho por mí y te lo agradezco, pero yo jamás te lo pedí. No es correcto obligar a alguien a quererte, mucho menos pagar por ello. ㅡacarició su espalda, tratando de calmar los espasmos de su cuerpo. ㅡTe perjudicaste tú al liarte conmigo, porque dejaste que te convirtiera en un pañuelo de lágrimas. Ahora, no pienses que iré corriendo a los brazos de Changkyun, el no merece nada más de mí al igual que tú.
Kihyun se separó, y sintió como si sus brazos hubiesen soltado años de amistad, de risas, llantos y una que otra travesura, porque era poco decir que Minhyuk fue importante en su vida y por ese motivo, una parte de si mismo se fue con él. Se desligó de una parte de su vida.
ㅡSi me amas tanto como dices, me dejarás sanar lejos de ti.
Al observar las castañas orbes ajenas, cuestionó su decisión por unos segundos, pero el alivio que experimentó su alma al soltar la mano colmada de espinas de Minhyuk, le ayudó a entender que jamás quería volver allí, un lugar tormentoso al que le arrastraban los demonios ajenos, y se olvidaba de que él sí deseaba salir a la superficie y liberarse de sus propio infierno.
Después de tanto tiempo, logró enterrar sus raíces, ahora sólo bastaba florecer.
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no sé que escribí pero espero entiendan la postura de kihyun. este no es el final de ART, pero si está próximo. ♡ gracias por crecer junto a los personajes y esta pequeña obra.
