Pillowtalk I

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Narra Rama

Micaela entró a la cafetería con paso firme, robándose las miradas de todos los presentes como siempre lo hacía. No es que yo no la hubiera notado durante todos estos años de instituto, pero simplemente no me había acercado a ella por que era la típica rompe corazones que sólo juega con la gente, peor que yo si cabe. Así que nunca le presté especial interés hasta que este año formó parte del equipo demostrando que ella no era una niña, una chica, o una fresita. Sino una mujer que podía aplastar a cualquier hombre como una hormiga para conseguir sus logros. En lo emocional y lo físico.

Ya la había visto en acción en la competencia física, haciéndose con el oro en su primera carrera de atletismo. Y también la había visto en su personal competencia de emociones, su ego contra el mío. Donde me aplastó sin contemplación alguna.

Su belleza natural, sus encantos, su físico y la manera en que te miraba...era una atracción fatal, que te hacia ir detrás de ella y caer, te utilizaba hasta conseguir lo que quería y luego te dejaba ahí. Una especie de mantis religiosa...si los hombres podían hacerlo, las mujeres también, y no por eso ellas eran peores, pero si que eran mal vistas, aunque Micaela se hacia respetar.

Admito que somos iguales, yo soy un fuckboy  y ella una fuckgirl  pero al menos yo tengo la decencia de dejarle claro a las chicas que para mi los sentimientos son algo de lo que carezco. Ella no, y eso confunde y hace que todo sea peor y más dañino y destructivo.

Se acercó a nuestra mesa, la de atletas y animadoras, la invitamos a ella a sentarse cuando la admitimos en el equipo, pero sólo nos sacó el dedo de en medio con una enorme sonrisa, y luego dijo ''aún conservo mi cerebro, gracias''. Pero nadie se lo tomó mal, es Micaela.

Miró a todos, como analizando la situación y después rodó sus ojos, como si vernos fuese la mayor penitencia y el mayor esfuerzo de su día a día. Se detuvo en mi y me miró de arriba abajo con cara seria, Florencia estaba sentada en mi regazo, pero a ella no le molestó eso, lo que si que lo hizo fue mi nota, la cual llevaba hecha una bolita en su puño.

-¿Podemos hablar?.-Dejó de mirarme y posó su mirada en mi gemelo.

-Claro.-Asintió él con una enorme sonrisa.

-Zorra.-Murmuró Florencia.

Micaela se giró a mirarla y la fulminó de una manera implacable y que haría pequeño a cualquier ser humano. Abrió la boca para responder, pero una de las chicas, la novia de Paio, se le adelantó.

-Cállate Flor.-La miró con una mueca de asco Bianca. Micaela posó su mirada en ella y le agradeció con una sonrisa.

Narra Mica

-Ven.-Le pedí a Nacho, necesitaba hablar con él en un lugar más privado.

Salimos al patio, a la parte de los jardines, y buscamos un lugar donde no hubiera mucha gente. Una vez allí tomé aire, inhalé, exhalé y traté de tragarme mi enorme orgullo, lo que me tomó algo más de tres minutos.

-¿Y bien?.-Me miró impaciente y divertido el mellizo.

-Necesito que me encierres en algún lugar con tu hermano. Si lo busco para hablar saldrá huyendo seguramente.-Abrevié.

-¿Espera, acabo de oír bien? ¿Micaela tiene miedo de no ser escuchada?.-Preguntó juguetón.

-No seas idiota, y ayúdame.-Reí por su tono de voz.

-Lo haré a cambio de que me consigas una cita con Florencia Moyano, la chica de tu clase de literatura.-Enarcó una ceja.

-Hombres, cada vez más cobardes.-Rodé mis ojos.

-¿Hay trato?.-Preguntó.

-Sí, pero necesito que sea lo más rápido posible. Hoy.-Exigí.

-Está bien. Pásate a las ocho y media de la noche por mi casa.-Me guiñó un ojo haciéndose el seductor.

-Eres un idiota.-No pude evitar reírme.

-Al menos no estás con esa cara de querer arrasar a toda la cafetería y acabar con la vida de todos.-Rió burlón.

-Te veo luego Nacho.-Le di un beso en la mejilla y me alejé de allí.

Narra Rama

-¿Por qué tanto interés en que vaya a la piscina? no me apetece Nacho.-Bufé.

Estaba molesto, no quería hacer nada ni hablar con nadie, y lo último que quería era nadar como un idiota en la piscina.

-En el jardín, con el fresco del agua, la noche susurrando...aclararás tus ideas.-Me animó a salir.

-¿De dónde has sacado esa frase? tu nunca hablas así.-Lo miré mal.

-¿Qué importa? ¡vamos!.-Me empujó.

-Está bien, déjame, iré yo solo.-Me liberé de él. En ese momento sonó el timbre.

-Ve al jardín. Por favor.-Suplicó.

-¿Todo esto por una chica? si querías intimidad haberlo dicho antes. Está bien, me quedaré en el jardín pero no tardes mucho.-Advertí, él asintió.

Narra Mica

Después de unos minutos esperando en el enorme portón de la lujosa mansión Nayar, sentí unos pasos aproximarse. Después de unos instantes y un sonoro giro de llaves la puerta se abrió.

-Al fin.-Entré.

-Está en el jardín, ven.-Me guió.

Nacho me condujo hasta el lugar, y ahí estaba él. Sentado en el borde de la piscina y viendo como el agua de escurría de sus dedos cuando intentaba atraparla, estaba realmente aburrido y era muy tierno cuando hacia este tipo de cosas. Eres muy cursi Viciconte me dijo mi subconsciente.

-Entra, corre, yo cerraré la única puerta que comunica con la casa para poder salir del jardín. ¿Cuánto tiempo necesitas?.-Preguntó.

-Te llamo cuando acabe y nos abres.-Lo miré. Él asintió. Entré sigilosamente y Nacho cerró la puerta a mis espaldas.

 Entré sigilosamente y Nacho cerró la puerta a mis espaldas

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Narra Rama

-Hola.-Susurró alguien a mi lado.

-¿Qué...?.-Me giré de costado y ahí estaba ella, siempre aparecía como por arte de magia.

-¿Puedo?.-Me miró. Yo suspiré pesadamente.

-Supongo.-Contesté. Ella se sacó el calzado que llevaba y se sentó a mi lado en el bordillo de la piscina.

-Tenemos que hablar.-Me miró fijamente.

-No sé si quiero.-Dudé.

-Si estoy aquí es por que tu me importas más que mi orgullo y por que definitivamente eres algo más que una apuesta ¿no crees?.-Suspiró.

Nota importante: 1.-¿Algún voluntario que me edite una portada? estaría agradecida.

2.-Estoy de bajón, de hecho tuve un ataque de ansiedad severo ayer. Hoy estoy mejor, pero quería explicarles el porqué capaz no está tan bueno el cap.

3.-Habrá una segunda parte, me gustaría que me dijera si lo quieren hot o no. Aunque ccreo saber la respuesta.

Competencia de egos ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora