Narra Rama
-Esto no cambia nada.-Se separó de mi.-He escuchado toda tu conversación con tu amiguito, toda.-Dijo con voz fría.
-No era enserio..-
-No trates de justificarte.-Me interrumpió.-Quiero volver a casa.-Me miró fijamente. Yo asentí.
-¿Te dejo en tu casa o..?.-Pregunté.
-En la tuya, quiero hablar con Nacho, él no tiene la culpa de lo que ha pasado.-Contestó.
-Está bien.-Murmuré.
Llegamos a mi casa y bajó del auto sin decir nada. Yo me mantuve en mi asiento. Ella se giró para mirarme.
-¿No entras?.-Enarcó una ceja.-Es tu casa.-Se encogió de hombros.
-No, voy a ir a dormir a la casa de Bruno, díselo a mi hermano por favor.-Respondí.
-Está bien.-Contestó sin darle mayor importancia.
Narra Mica
¿Ahora quería dar pena? ¿Pretendía que fuera a suplicarle que se quedara? por favor, para eso ya tenía a la estúpida de Flor, a mi no me interesaban sus pataletas infantiles. Toqué el timbre y el perro de los Nayar comenzó a ladrar. Segundos después, Nacho me abrió la puerta.
-¿Qué ha pasado?.-Frunció el ceño.
-Nada, ya hemos hablado. Mi cita era contigo, no con él. Por eso he vuelto.-Simplifiqué.
-Pasa.-Me indicó sonriente. Yo asentí y entré.-Podemos subir a mi habitación, tengo el aire acondicionado puesto.-Propuso.
-Está bien.-Sonreí. Subí primera, era todo un caballero. Al entrar a su habitación fui directa a sentarme en la cama, pero ahí me encontré con un cuaderno lleno de notas musicales y algunos versos y tachones varios.-¿Componías?.-Lo miré.
-Sí, estaba intentando escribir una canción.-Se sentó en la silla de su escritorio.
-No quería interrumpir tu inspiración.-Lo miré.
-De hecho creo que contigo aquí puedo inspirarme aún mas.-Rió.
-Cuanto verso señor Nayar.-Me burlé.
-Mira.-Se levantó y tomó su guitarra. Acto seguido se sentó en la cama, pero en vez de ponerse a mi lado se puso detrás.
-¿Qué haces?.-Pregunté confusa.
-Enseñarte a tocar, por como has leído la partitura dudo que sepas.-Se carcajeó.
-Bueno, a ver.-Negué con la cabeza.
Él pego su cuerpo contra el mío. Colocó mis manos y brazos en la posición adecuada y me rodeó con su cuerpo para poder guiarme. Al principio sonaban acordes sueltos, sin sentido alguno. Pero conforme pasaba el rato se formó una pequeña melodía.
-¿Ves? inspiración.-Sonrió. Yo me gire un poco para verlo, su cara estaba a la altura de mi hombro, así que al mirarlo me quede a centímetros de su boca.
-Sí.-Susurré mirándolo a los ojos.
Comencé a sentir un cosquilleo en el estómago, no sé si era adrenalina, el morbo de saber que era la copia exacta del chico que acababa de besar hace un rato o por que Nacho realmente me atraía. Nos acercamos progresivamente, y el beso no tardó en llegar ya que la distancia entre nosotros era mínima. El beso fue subiendo de tono, cada vez más, pero él era todo un hombre, y me miraba fijamente siempre antes de avanzar y dar el siguiente paso. No quería obligarme a nada, o hacer algo que no me agradase, y eso era de agradecer, quedaban pocos chicos así.
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Competencia de egos ; Ramaela
FanficEran el dúo perfecto, dos atletas, con buen físico, destacados estudiantes, un futuro brillante...lo único que los separaba era su ego. «La audición para ser animadora es en el gimnasio» «Pensaba que los atletas eran hombres, no niños de papá y mam...