Competencia de egos ; Ramaela

Intereses

Narra Mica

-Odio la clase de biología, diseccionar pulpos en un asco.-Hizo Dalila una mueca de desagrado.

-Tendrías que ver tu cara mientras lo abrías.-Reí.

-Eres cruel, pero te necesito para sacar una buena nota en el trabajo de física.-Bromeó.

-Sí, pero no depende de mi. El profesor dijo que él mismo se encargaría de hacer los grupos.-Abrí mi taquilla para sacar los libros de la siguiente asignatura, química y después física. Hoy era un día muy científico.

-Crucemos los dedos.-Me guiñó un ojo. Yo asentí y cerré la puerta de metal con llave.

-Micaela.-Se posó una mano en mi hombro. Me giré y vi a uno de los mellizos, por su tono amable supuse que era Nacho.

-Hola.-Contesté simplemente, no quise llamarlo por su nombre por si me equivocaba. Pero al ver como se acercaba a nosotros el resto del grupo junto con el mellizo restante, el cual tenía a Florencia Vigna, la capitana de las animadoras, rodeada entre sus brazos.

Odiaba a esa chica, se había acostado con medio campus y parte del otro. Antes estaba en el equipo de atletismo, hasta que solo comenzó a ser efectiva en flexibilidad y por el bien del equipo la echaron. No tenía nada en contra de ella, pero era ese tipo de chica que cuando muriera sus piernas dirían ''al fin juntas''. Siempre miraba a todos por encima del hombro, se creía superior a todos. Típica rubia idiota.

-Aquí tienes.-Me entregó un folio con una tabla.-Son los horarios, empezamos esta tarde, se han adelantado, lo siento.-Sonrió.

-No te preocupes, gracias.-Me encogí de hombros.

-Quería pedirte disculpas por el comportamiento de mi hermano, al equipo le agradas, eres buena competidora...estaba mal por que sacó muy mala nota en el examen de física.-Lo excusó.

-Está bien, tampoco me importa lo que él piense, no iba con intención de agradarle a nadie. Duermo bastante tranquila por las noches, la anterior no fue excepción. Es difícil que algo, y sobre todo alguien, me quite el sueño.-Enarqué una ceja.

-Me caes bien, ojalá pudiese ser recíproco. Te veo luego.-Se despidió.

-Es muy guapo.-Canturreó Dalila sobre mi hombro, se me olvidó que estaba a mi lado.

-No más que Congo.-Elevé las cejas.

-Es un gorila.-Dijo escandalizada.

-He visto como lo mirabas ayer desde las gradas.-Le di un leve codazo.

-He visti cimi li miribis iyir disdi lis gridis.-Me imitó mi amiga.

Narra Rama

Pasé con Flor y mis amigos por el pasillo. En ese momento vi a Nacho hablar con Mica y la sonrisa que había en su cara. Pensaba que a mi hermano le gustaban más simpáticas, o eso había parecido dar a notar el siempre. Decidí ignorarlos y seguir mi camino.

Las horas se me hicieron eternas, y para colmo la próxima clase era física, ese profesor me había amargado el día, y para rematarlo me encontré con la simpática y nueva integrante del equipo de atletismo.

-Espero que me pongan contigo o Flor para el trabajo, sino mi media bajará y no quiero escuchar las reprimendas de nuestros padres.-Bufé.

-Tranquilo, seguro que sí.-Me miró Nacho. Nos sentamos nuevamente juntos, en el mismo lugar que ayer. Poco después entraron Micaela y su amiga, la que siempre está con ella, y se sentaron junto detrás nuestra. Genial.

-Bien, diré las parejas y el tema del trabajo. Cómo hacerlo ya lo sabéis, no es el primer trabajo que hacemos para subir nota.-Habló el profesor.-Por desgracia.-Masculló entre dientes.

Comenzó a nombrar a todos, no iba por orden de lista, como siempre hacia lo que le daba la gana. Nacho y Flor, Congo y Dalila, Paio y Bianca, Damián y Estefanía...todos mis amigos ya estaban emparejados, seguro que me iba a tocar con alguien necio sin idea alguna de la materia.

-Ramiro Nayar con la señorita...-Hizo una breve pausa.-Micaela Viciconte, tema del trabajo la física nuclear.-Anunció. Mi hermano me miró y esbozó una sonrisa. Me giré para ver a la rubia de ojos azules, la que parecía tener una expresión de molestia notable en su rostro.

-No pienso reunirme contigo para algo que no sea relacionado el deporte.-Me miró con rabia.

-Coincido.-Asentí.

La clase pasó de una manera y lenta. Notaba los ojos azules de la feroz chica clavados en mi nuca, no nos llevábamos bien, simplemente no encajábamos. Quizá yo no era la persona más amistosa del mundo, pero ella tampoco se quedaba atrás, y desde luego yo no intentaría tener una relación cordial, no me interesaba.

Narra Mica

-Encima ahora tengo que verle la cara a ese estúpido en el entrenamiento.-Cerré de un portazo mi taquilla.

-¿Qué os ha dicho el profesor?.-Preguntó, cuando la clase finalizó quisimos hablar con él para que cambiara las parejas, en concreto, la nuestra.

-Que o lo hacemos juntos o no lo hacemos. A mi me daba absolutamente igual y me he negado, pero Rama por lo visto necesita la ayuda del trabajo.-Suspiré molesta.

-Pensaba que no hacías favores.-Me miró con una sonrisa.

-No los hago, es como cuando vas al banco y haces un préstamo. No sólo tienes que devolver lo que te prestan, sino también los intereses.-Sonreí ampliamente.

-¿Y cuáles son los intereses qué piensas cobrarle?.-Enarcó una ceja.

-No lo sé, pero ya se me ocurrirá algo. Te veo luego, no quiero llegar tarde al primer entrenamiento.-Me despedí de mi amiga.