Explícito

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Narra Mica

-Tierra llamando a Micaela.-Chasqueó los dedos en mi cara.

-¿Sí?.-Enfoqué mi mirada en la cara de Dalila.

-Te he preguntado si no te importa que vayamos a la cafetería a la mesa de ya sabes...quiero estar con Congo.-Preguntó dudosa de mi respuesta.

-No me intimidan Dalila por supuesto que si quieres ir vamos a ir. Pero pensaba que este recreo lo íbamos a pasar de una forma más agradable.-Protesté.

-Te lo compensaré.-Me guiñó un ojo. Pusimos rumbo a la cafetería y nos dirigimos a la mesa de los huecos. Suspiré pesadamente, y diría que traté de poner mi mejor cara, pero no me salió muy natural.

Dalila fue a sentarse al lado de Congo yo no quería interrumpir así que me senté al lado de Damián, me caía bien y era divertido, pero la persona que me dio conversación fue otra.

-¡Mica!.-Me saludó Nacho.

-Hola.-Le sonreí, algo poco común en mi, pero Nacho era distinto, no tenía maldad y era un amor, no podía hacerme la mala con él.

-Mi hermano me propuso algo ayer, creo que es una buena idea.-Comenzó, genial, a saber lo que maquinó su retorcida mente.

-¿Sí?.-Sonreí falsamente.

-Cree que estaría bien que él y Flor vinieran. Una cita de cuatro.-¿Una cita de parejas? ¿Se estaba riendo de mi?.

-Sí claro, perfecto. Me acabas de recordar que tengo que comentarlo algo del trabajo. Ahora vuelvo.-Me excusé. Me levanté y rodeé la mesa hasta llegar al lugar donde estaba Ramiro, Gonzalo y Flor.

-Ven.-Le ordené.

-¿Quién te crees que eres?.-Saltó Flor.

-Ahora.-Dije sin apartar mi mirada de él. Ramiro solo sonrió de medio lado y se levantó.

Me di media vuelta y salí de la cafetería para hablar con él, no quería que todos se enteraran, me daba igual, pero si perdía la paciencia no quería que Dalila lo pasara mal por mi. Nos dirigimos hacia la zona de las taquillas que estaba sola.

-¿Una cita de cuatro, no se te ha ocurrido algo mejor?.-Lo miré con repudio.

-¿Te molesto yo, o quizá mi novia? ¿o a lo mejor el hecho de que ella es mi novia y tu no?.-Me miró de forma altiva.

-¿Te molesta que te ignore, o quizá que me des asco? ¿o a lo mejor el hecho de tu mellizo siendo igual que tu es más de mi agrado por su personalidad?.-Lo imité.

-Muy graciosa, pero me humillaste en tu casa y usando a mi hermano. Ahora yo te pago con la misma moneda.-Respondió.

-Esto es estúpido.-Pasé mis dedos por el puente de mi nariz.

-Tu actitud lo es, ni si quiera te gusta Nacho.-Me recriminó.

-Por supuesto que sí.-Rebatí.

-¿A quién pretendes engañar?.-Me miró con una sonrisa.

-¿A quién pretendes engañar tu con tu falsa indiferencia? parece que te importa mucho lo que yo haga.-Me crucé de brazos.

-Eres tú la que entró en el equipo, tú la que va a la mesa de mi grupo, tú la que invitó a salir a mi hermano. Yo jamás invadí tu espacio.-Me miró con rabia.

-Dile a tu ego que se relaje. No quiero nada de ti ni de tu tóxico espacio.-Me di media vuelta y salí de allí.


(...)

Narra Rama

La semana se me hizo eterna. Micaela y yo no volvimos a dirigirnos la palabra, ni si quiera nos mirábamos. Ella se venía muchas veces al grupo, ya que Dalila y Bianca siempre estaban con Congo y Paio. La verdad que conforme pasaban los días me acostumbraba a su presencia, pero a lo que no lo hacia era a la estúpida manera de Flor de querer captar mi atención cuando Micaela me miraba fijamente desafiándome, parecía que lo disfrutaba. Ese era en el único momento del día donde nuestras miradas se cruzaban.

Competencia de egos ; RamaelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora